Shara iza la bandera de la valentía en su instituto
El IES de Otura pone en su fachada el emblema LGTBI y difunde la historia de una alumna que quiere ayudar a quienes sufren por su sexualidad
Shara Torres tiene 15 años y habla con la madurez y soltura de alguien de 25. Fue 'youtuber' cuando era más pequeña algo que denota su sobrada juventud. Y a pesar de su modernidad parece que ha vivido en tiempos pretéritos porque ha sufrido ataques por ser lesbiana. «Aunque las cosas han mejorado, la homosexualidad no está normalizada del todo».
Desde que era una niña Shara lo tuvo claro y «salió del closet». En sus padres encontró apoyo y respaldo y temió por la reacción de sus abuelos, de otra generación. Su miedo se transformó en el día más emocionante de su vida: «fue el momento en el que mi abuelo me dijo que me aceptaba y quería tal y como era».
El otro momento emotivo que guardará Shara para siempre es el izado de la bandera LGTBI en su instituto. En ese momento, cuando alzaba el emblema de su colectivo, enterró las miradas de odio y los insultos y reforzó la valentía a la que se había aferrado unos años atrás.
«No hay nada malo en amar, en besar a quien quieras», dice la joven que ha izado la bandera del colectivo LGTBI
El instituto de Otura 'Escultor Sánchez Mesa', el de Shara, ha sido el primero en Andalucía en poner en su fachada la bandera LGTBI. Este dato lo han comprobado a través de Google y están orgullosos de ser pioneros en el orgullo que promueve esa insignia. El director del centro, Joaquín Goicoechea, cuenta que el izar la bandera multicolor fue un acto más dentro de la semana dedicada a la paz. «Solo por ver la emoción que ha generado en Shara ya ha tenido sentido», indica el responsable del instituto, que ahora tendrá que consultar con el consejo escolar y decidir si la normativa permite dejar ese emblema en la pared del instituto hasta que el sol la decolore.
Antes de elevar la bandera, Shara Torres leyó la redacción más importante de su etapa escolar:la historia de su vida, por si sirve a otros chavales que lo estén pasando mal por su condición sexual.
Es duro escuchar en palabras de Shara cómo al odio le ponían apelativos desde el colegio. Niños. También por la calle. «Me corté el pelo y se burlaron de mí, me llamaron travelo de mierda», dice ahora sin que le tiemble la voz. Ella es cariñosa y si le daba algún abrazo a una amiga, ya eran «novias». También «las miradas de odio» dice que eran constantes». Hasta que se cansó y decidió levantar la cabeza y que el chaparrón le resbalase.
Shara tuvo suerte y pudo con los agravios. Sabe que otros no la tienen y no lo superan y por esos, ha leído el resumen de sus días en su instituto y ha izado la bandera. Esta chica sube a la clase desde la que se alcanza la bandera. Un cuarto de la ESO. La coge y la estira para el fotógrafo y cuando entra en el aula se escucha un aplauso espontáneo que pone los pelos de punta. Ese gesto, esa confesión delante de todo el instituto ha sido jaleado y rodeado de reacciones bonitas.
«La bandera es un símbolo que tiene importancia. Me siento muy bien viéndola ahí en mi instituto», reconoce la chavala que se ha convertido en asesora de los chicos que aún no han salido del armario, tienen dudas o sufren. «No hay nada malo en amar, en besar a quien se quiera», expresa esta joven que se siente integrada en su centro escolar y ahora respaldada además por la bandera de su colectivo.
El director del instituto se alegra de la repercusión que ha tenido el izado de la bandera, al que acudió el alcalde de la localidad, y la difusión que tiene el mensaje de Shara. Fue una idea de la profesora que organizó la semana de la paz y una compra rápida en Amazon, los que hicieron posible que esos colores se sumen ahora a los de la bandera de Andalucía, de España y de Europa. Por la calle, por su pelo corto y pese a que ese día llevaba falda, un niño de 11 o 12 años la miró y le llamó «maricón». Y Shara se alzó, se hizo fuerte y decidió que no se iba a dejar hundir por esos insultos. Y decidió que iba a hacer de su valentía, bandera y que iba a ayudar a otros chavales a no tener miedo ni a sufrir por su forma de amar, porque como dice ella, amar es tan solo amar.
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