Una polémica en superficie por el metro de Churriana
Divididos. Comerciantes de la calle San Ramón se niegan a que el tranvía pase por su puerta, mientras Europa la marca como la única opción
Laura Ubago
Granada
Domingo, 9 de octubre 2022
En la calle San Ramón de Churriana de la Vega hay de todo. Cafeterías, bares, peluquerías, cuatro bancos, veterinario, tiendas de pienso de animales, de ... suministros, dos talleres de coches... con sus semáforos azules –propios del pueblo– y su bullicio, la consideran el corazón de la localidad. Es lugar de encuentro de muchos vecinos y sustento de un número amplio de familias que temen que se abra una herida que no cicatrice.
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La gran mayoría de los comerciantes de esta calle se han puesto en pie de guerra porque el metro recorrerá esta arteria y les alterará la vida. Lo que no entienden estos pequeños empresarios locales es cómo no se ha optado por un recorrido «que haga menos daño», que tenga menos impacto en el pueblo.
Detrás de esas persianas hay nombres y apellidos, vecinos que ven peligrar sus negocios y que ya han colocado carteles en la fachada augurando el desastre. «El metro servirá para ir a Granada pero arruinará la vida del pueblo», adelantan.
El trazado del metro ha dividido a Churriana. «Hay 16.000 vecinos que sí quieren el metro por aquí», se atreve a calcular un señor que pasa por la calle San Ramón mientras los empresarios se concentran para protestar.
El gobierno de la localidad también defiende este trazado porque el alcalde considera que o es por aquí, o no habrá metro. «Los técnicos de Europa han decidido que vaya por aquí y para esta opción es para la que hay financiación porque es a la que más número de personas llega», explica el alcalde, Antonio Narváez. Hoy lunes hay un pleno en la localidad en el que los partidos de la oposición pedirán una consulta popular sobre el metro.
Los comerciantes de la zona dibujan el «desastre» que traerá el metro. «La pérdida de 375 aparcamientos solo en la zona de San Ramón, la desaparición de la carga y descarga, el tráfico en un solo sentido y el colapso de la calle Santa Lucía por donde se derivará otro de los sentidos de la circulación de los coches. Además muchas casas se quedarán sin su jardín a la entrada, no quedará espacio ni para pasar», cuentan los afectados.
«Esto será la ruina pero aún podemos evitarla», expresa María Teresa Álvarez, en nombre de su hijo que tiene una empresa agropecuaria al final de la calle San Ramón. Hizo reformas hace poco y ahora no sabe cómo pararán sus clientes.
Los propietarios de los dos talleres contiguos, José Manuel y Carlos, indican que no podrán sobrevivir ni siquiera a las obras. Los coches no podrán acceder y se les acabará el trabajo.
Los comerciantes de la calle no se resignan con saber que las obras serán tres años, según está estipulado por Europa que es la que paga las obras. Temen los retrasos y sobre todo la vida con el tranvía que alterará por completo la calle San Ramón tal y como ahora está.
Los vecinos están peleando contra esta opción del metro. Para ello han creado la 'Asociación para el estudio, conservación y movilidad de los núcleos urbanos de la Vega de Granada', y que dirige Trinidad López Linares, que lleva a cabo la batalla desde lo administrativo. Esta asociación hizo alegaciones al estudio informativo del metro, el cual recogía varias opciones. Los vecinos expresaron que no veían bien la opción por San Ramón y que sería mejor tirar el metro por otra de las alternativas, la carretera en paralelo a la base aérea de Armilla.
Por ahora no se rinden. Saben que tienen pocas opciones pero no piensan darse por vencidos. Están dispuestos a salir a la calle y defender la estructura de San Ramón hasta el final.
Más demanda
La tramitación del estudio informativo de la ampliación del metro ha cumplido con el procedimiento administrativo previsto, alegaciones incluidas, que terminó con la obtención de la Autorización Ambiental Unificada el pasado agosto. Entre las alternativas de trazado analizadas para la prolongación sur «la más eficiente desde el punto de vista socio económico y ambiental es la que discurre por la calle San Ramón», señalan los técnicos. Al atravesar el casco urbano la captación de mayor demanda y funcionalidad «justifica dicha alternativa».
«La propuesta defendida por un grupo de vecinos de San Ramón para desviar el paso del metro por la zona de la base aérea de Armilla penalizaría la viabilidad técnica y económica del proyecto, que quedó avalada con la obtención de fondos europeos Next Generation por valor de 68 millones de euros para su ejecución», consideran estos criterios técnicos. Y recuerdan, que las zonas por las que ya pasa el metro se han revalorizado y se benefician «de un transporte eficiente y competitivo». La Junta insiste en que las obras terminarán en 2025.
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