Las obras del metro empezarán en noviembre por Churriana

Las obras del primer tramo, que se iniciarán el mes que viene, se han adjudicado a la UTE integrada por Acciona, Prodesur e Improna. El trayecto tiene una longitud de 2,7 kilómetros, con cuatro paradas distribuidas entre la estación término del metro de Armilla hasta el cruce de la carretera GR-3304 con la GR-3303, en una zona conocida como La Gloria, una vez recorrido en Churriana.

Según lo previsto, las obras de la prolongación sur del metro se iniciarán en el término municipal de Churriana de la Vega, según indican desde la Consejería de Fomento. En concreto, las primeras actuaciones serán en el núcleo urbano de este municipio para, posteriormente, ir extendiéndose hacia los extremos, es decir hacia Armilla y Las Gabias.

En los diez primeros meses de obra, los trabajos se concentrarán en el término municipal de Churriana y a continuación se iniciarán los trabajos en el municipio armillero. Actualmente, están terminados todos los expedientes de expropiación de las obras del primer tramo, y efectuados ya los depósitos previos.

En cuanto a viviendas afectadas, las expropiaciones sólo afectan a una casa antigua –presumiblemente abandonada– en el término municipal de Churriana de la Vega. En relación a los comercios, la planificación de las obras «evitará el cierre de establecimientos comerciales, garantizando siempre un acceso peatonal durante las obras», según estas fuentes de Fomento.

Los ayuntamientos de Armilla y Churriana de la Vega aguardan expectantes instrucciones de por dónde comenzará el tajo y qué cortes de tráfico y alternativas habrá que poner en marcha en esta primera etapa de la obra, que durará completa 21 meses.

La longitud del tramo que se construirá ahora es de 2,7 kilómetros de los cuales, serán en vía simple apenas medio kilómetro. El metro arrancará en Armilla, junto a la plaza del Ayuntamiento donde ahora termina la línea, para seguir por la avenida de Poniente y la carretera de Alhama y meterse en Churriana de la Vega por Santa Lucía y llegar al extremo de este municipio por la calle San Ramón.

Desde el Ayuntamiento de Armilla indican que aún no tienen los detalles de cómo y por dónde empezará la obra o cuáles serán los negocios afectados. Hasta que no llegue la información oficial, desde el Consistorio prefieren no pronunciarse.

En Churriana de la Vega, según explica su alcalde Antonio Narváez, hay «nerviosismo» entre los comerciantes, ya que las obras del metro atravesarán su principal calle comercial –San Ramón– con más de un centenar de negocios y con algo de «incertidumbre» ante cómo se desarrollarán las obras, pero por supuesto «con mucha ilusión». «Del metro se oyen todo comentarios positivos», expresa el regidor de Churriana de la Vega.

Narváez cuenta que en breve tendrá una reunión con la consejería de Fomento y con la empresa adjudicataria de la obra para conocer qué calles se cortarán, sobre todo en qué plazos, y qué vías alternativas irá planteado la constructora e irá regulando su policía local.

En el calle San Ramón, por donde empezarán las obras, los comerciantes ya se pusieron en pie de guerra ante el miedo que les produce que las obras abran en canal y tarde demasiado en cerrarse la herida. Son un centenar de negocios que no quieren que la historia del Camino de Ronda se repita y que temen perder las ventas durante los trabajos y no volver a ser los que eran, después.

La presidenta de la 'Asociación para el estudio, conservación y movilidad de los núcleos urbanos de la Vega de Granada', Trinidad López, explica la incertidumbre y el miedo que sienten ahora los propietarios de los negocios de esta calle. Entre ellos está el suyo, un almacén de materiales de construcción al que no podrán acceder los coches o camiones durante la obra, y este es el método que usan sus clientes por lo que han tenido que adecentar un solar trasero como aparcamiento, algo que les ha costado ya 60.000 euros.

Esta comerciante expone que la gente está muy preocupada, que hay negocios que han tenido que hacer modificaciones y que otros, cerrarán por no poder soportar la inactividad durante los meses (casi dos años si todo va bien) que dure la obra.

Trinidad López es de los comerciantes a la que se le hará una expropiación de uso porque se calcula que durante cuatro meses no podrá acceder a su negocio. «Todos estamos pensando cómo sobrevivir. Los negocios de restauración estuvieron pensando aunar sus mesas en un sitio pero es inviable. Va a ser muy duro», dice esta vecina de Churriana que expresa que la vida en esas calles del centro del pueblo va a ser difícil durante los trabajos porque es una zona con colegio, instituto y el centro de salud y el tráfico también se desviará.

En total se expropiarán más de 6.000 metros cuadrados, en su mayoría en el municipio de Churriana de la Vega. Son 52 afecciones a parcelas. En total, en las expropiaciones e indemnizaciones se han gastado un millón de euros. La propuesta plantea una serie de expropiaciones de terrazas privadas (jardines) que ocupaban gran parte del acerado público. Igualmente se han eliminado todas las plazas de aparcamiento para facilitar la integración de la plataforma potenciando la imagen peatonal del conjunto.

La obra afectará a 35 garajes y uno que se pierde de manera definitiva también pone el informe que se ha expropiado una vivienda en Churriana. Para colocar los materiales habrá 15.000 metros cuadrados en Churriana de la Vega y ningún espacio de este tipo en Armilla.

Al ser una obra altamente especializada y de dificultad técnica elevada, es necesario que el movimiento de tierras o la reorganización de los viales lo haga una empresa especializada, en todas las fases de la obra, en coordinación con la constructora.