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40 años con mascarilla

40 años con mascarilla

Los dentistas llevan décadas utilizando material de protección para evitar la incidencia de enfermedades infecciosas, lo que aumenta la seguridad de las clínicas dentales frente al coronavirus

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Viernes, 25 de septiembre 2020, 01:58

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Desde la década de los 80 del pasado siglo, los dentistas vienen utilizando de forma sistemática mascarilla, guantes y otros elementos de protección, como métodos de barrera para evitar la transmisión de enfermedades infecto-contagiosas en su actividad asistencial diaria.

«Doctor ahora vamos todos igual que usted, con mascarilla» es una frase muy repetida por los pacientes de más confianza cuando acuden a cada una de las consultas de dentistas en Granada. Este elemento, cuyo uso resulta ahora tan extraño a la población general, ha servido a este sector para minimizar la incidencia en las clínicas de todas las enfermedades infecciosas que han ido apareciendo durante este tiempo, así como de las que ya se conocían con anterioridad. Su uso continuado puede resultar algo molesto pero no produce problemas respiratorios, ni de otro tipo, salvo en personas con alguna patología previa. También hemos visto como otras prácticas que han venido siendo habituales en la actividad de las clínicas dentales como el lavado frecuente de manos, la utilización de guantes desechables y la desinfección de superficies, se han ido incorporando de forma obligatoria a otros ámbitos de la sociedad durante esta crisis sanitaria del coronavirus.

Por ello a los dentistas no les ha costado mucho esfuerzo adaptarse a la actual situación de pandemia, en lo que a protección personal y de los pacientes se refiere. Indudablemente han tenido que realizar algunos cambios de tipo organizativo con citas más espaciadas, aforo limitado en salas de espera, ventilación más frecuente, cribado telefónico de los pacientes, previo a su consulta presencial y refuerzo de las medidas de protección anteriormente mencionadas. Los resultados obtenidos hasta el momento con la implementación generalizada de estas medidas no pueden ser más satisfactorios pues, hasta el momento, no han tenido noticia de que ningún brote de contagios haya tenido su origen en una clínica dental, y además los datos epidemiológicos de los que disponen nos indican que la incidencia de COVID-19 en los propios dentistas es menor que en la población general.

En consecuencia, desde las clínicas dentales de Granada y el Colegio de Dentistas creen que actualmente no hay razones fundadas para dejar de acudir con regularidad a la consulta del dentista. Tanto para realizarnos los tratamientos necesarios como para las revisiones periódicas que puedan evitarnos la aparición de nuevas patologías bucodentales o que al menos nos permitan detectarlas de forma precoz. No olvidemos que las caries, enfermedades periodontales, maloclusiones (dientes en mala posición), entre otras enfermedades e infecciones bucales, tienen gran importancia no solo por la afectación de la propia boca y sus repercusiones en la función masticatoria y estética sino por su más que probable influencia en otras enfermedades del organismo como diabetes o cardiopatías, por ejemplo.

Es por ello que desde el Colegio de Dentistas de Granada quieren enviar un mensaje positivo de tranquilidad a la sociedad: «los dentistas granadinos estamos siguiendo los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias, algunos de los cuales incluso han sido sugeridos por nuestra organización colegial», aseguran. Ahora, más que nunca si cabe, la salud debe ocupar el primer plano de nuestras preocupaciones y en ese contexto de salud general juega un importante papel la salud bucodental, por lo que no debemos descuidarla en ningún momento. Para ello es fundamental mantener una correcta higiene mediante el cepillado dental frecuente, una dieta sana y, al menos una vez al año, pedir cita a nuestro dentista. Porque volver a confiar es volver a sonreír.

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