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Una imagen reciente de Beatriz (izquierda) junto a su madre, su sobrina y su hermana. R. I.
«La amatista brilla más que nunca», recuerdos de la trabajadora fallecida en Makro

«La amatista brilla más que nunca», recuerdos de la trabajadora fallecida en Makro

Las íntimas de Beatriz Noberto Cobo describen a su amiga como una piedra preciosa «noble, justa y muy familiar»

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Martes, 15 de mayo 2018, 01:49

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Beatriz Noberto Cobo iba a celebrar hoy martes su cumpleaños. 42 años de sonrisas y compromisos. La fatalidad, la desgracia, el maldito azar ha convertido este día de hoy en otra celebración, el de haber conocido «a una persona de bien, justa, noble, capaz». Estos son los adjetivos con los que sus amigas íntimas y sus compañeros y compañeros de la tienda Makro de Pulianas eligen para despedir a Beatriz, quien este lunes fue atropelllada mortalmente en un fatídico accidente laboral

Tras el suceso de este lunes pasado, la tienda que Makro tiene en la localidad de Pulianas se vistió de luto tras el accidente mortal en el que falleció Beatriz Noberto Cobo, de 41 años de edad y vecina de Ogíjares. Toda la plantilla y la dirección de Makro en Puliana subieron ayer lunes por la noche al cementerio de San José y acompañaron a la familia a velar el cadáver de Beatriz.

'Las tres guerreras'

'Las tres guerreras' son y serán siempre Natalia, María y la fallecida Beatriz. Eran tan amigas íntimas que las tres se compraron una piedra preciosa, una amatista, como símbolo de su unión, de su amistad. Cuenta la tradición que la amatista era ya legendaria en tiempos de la mitología griega y es una piedra a la que se atribuye numerosos poderes. 'Las tres guerreras' la eligieron como símbolo de la amistad.

Sus amigas íntimas, Natalia y María, recuerdan a Beatriz con cariño y solamente brotan bellas palabras de ellas: «Beatriz estaba soltera y no tenía hijos. Tenía pasión por su familia. Tenía una cercanía tremenda con sus sobrinos y estaba muy pendiente de sus padres. Tenía una hermana y un hermano con hijos, y al estar soltera, cuidaba mucho de sus padres». Y continúan: «Era una bellísima persona. Muy noble y justa. Siempre muy positiva y sonriente».

Y siguen. Y no paran. «Era excepcional, muy correcta. Todo tenía que estar siempre bien hecho, 'y como dice el libro'», dicen que decía. «Ha tenido mala suerte, resumen. No se lo merecía para nada, ni nadie se lo merece. Y menos ella».

De 'Las tres guerreras', ella era la que tenía más paciencia, «era muy tanquila para este tipo de trabajo». De las tres era también «la que tenía mejor carácter y lo veía todo positivo. Ella mantenía la calma en todo moment, gracias a una energía muy positiva. Era la alegría. Siempre estaba sonriendo, auqnue tocaran malos momentos». Y «ahora la amatista brilla más que nunca», concluyen Natalia y María.

El respeto de toda la plantilla

Esta trabajadora, que llevaba en Makro desde que se abriera hace ya casi catorce años y que había empezado desde abajo como auxiliar para ganarse el cariño y el respeto de toda la plantilla y de la dirección de la empresa, falleció, según apuntan las primeras investigaciones, tras ser atropellada por un camión.

«Era una gran persona, compañera y amiga». Es todo lo que salía de los labios de uno de los trabajadores de Makro en Pulianas, mientras apura por la mañana un pitillo en el aparcamiento del establecimiento. El suceso había trastocado la jornada y abierto una herida de dolor en todos los empleados de esta cadena de distribución. «Todos la conocíamos», coincidían dos empleadas de Makro. «Llevaba trabajando aquí desde el primer día».

«Estamos todos destrozados», añadía otro compañero. Los corrillos de empleados se suceden para comentar la noticia. Los teléfonos sonaban y todas las llamadas eran de compañeros y compañeras que llamaban para dar su respaldo, para mostrar su respeto. En recepción, se turnaban el trabajo como podían: «Atiende tú por favor que hoy estoy que no atino», comenta una de ellas. Otro compañero contaba que «Beatriz era una de las nuestras, muy maja. Esto ha sido una puñalada, un accidente desgraciado».

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