Alerta en los pueblos de Granada tras el autoconfinamiento de Benamaurel y Algarinejo

A falta de información centralizada cada mañana, en Granada se ha sabido por los propios ayuntamientos que la epidemia se está cebando con muchos pequeños pueblos de la provincia. Tras la Puebla de don Fadrique, La Tahá o Busquístar, que fueron los primeros en autoconfinarse tras detectar un brote entre sus vecinos, esta semana han sido Algarinejo y Benamaurel los lugares en los que han tenido que lamentar más de tres contagios relacionados (cifra a partir de la que se considera ya la existencia de un brote).

En las últimas 24 horas se han acelerado los positivos en estos dos municipios. En parte debido a la mayor capacidad que hoy tienen los distritos sanitarios para rastrear y testar a las personas que han tenido contacto con positivos. Este es el caso de Algarinejo. En este municipio fronterizo de Granada llevan desde el pasado martes lidiando con un foco que sigue aún arrojando casos. En las últimas 24 horas se han detectado cinco más, por lo que son ya un total de 20 los infectados que se asocian a este brote.

Según explicó a IDEAL el propio alcalde, Jorge Sánchez, en el último día se recogió el resultado de 24 pruebas que se habían realizado a contactos de los primeros casos. De estos, solo cinco –como ya se ha dicho– han resultado ser positivos, una cifra que invita al optimismo. Sobre todo porque vinculados a esta ola se han logrado localizar a 110 personas que entre unas cosas y otras habían tenido trato cercano con los contagiados.

A todos se les ha hecho una prueba, según el distrito Granada-Metropolitano, que está a la espera de conocer el resultado de media docena de ellas. En cualquier caso, el pueblo sigue sin actividad. Sánchez explica que los vecinos se han tomado en serio las recomendaciones hechas por el Ayuntamiento, que cerró parques y plazas, suspendió el mercadillo o canceló las actividades culturales programadas.

El Ayuntamiento de Benamaurel ha sido el último que ha instado a sus vecinos a autoconfinarse después de hallar a siete positivos en sus calles.

Para evitar que el virus siga propagándose, de manera preventiva el Consistorio ha decidido cerrar parques y plazas durante al menos una semana, tiempo en el que sabrán si la ola que les ha atacado remite o por el contrario continúa creciendo como está pasando en otros lugares.

Las medidas fueron anunciadas en el día de ayer a través de un comunicado por el alcalde del pueblo, Juan Francisco Torregrosa. Según establecía, entre estas se incluían el cierre de parques públicos, instalaciones deportivas, piscina y biblioteca municipal, así como también la suspensión del mercadillo y de las actividades organizadas desde el Ayuntamiento.En teoría la fecha fijada para levantar estas restricciones es el 26 de agosto. Ahora bien, la Institución municipal se reserva la potestad, en el caso de que fuera necesario, de prorrogar estas medidas más allá de dicha fecha.

Sobre el brote, lo único que detalló Torregrosa es que se originó en el seno de una familia cuyos miembros ya se encuentran completamente aislados. Desde el distrito correspondiente se les está haciendo un seguimiento, como también a sus contactos más cercanos. De momento, el alcalde quiso ayer trasmitir un mensaje de calma a sus conciudadanos, a quienes conminó a extremar sus precauciones hasta que todo pase.

«Pedimos que se actúe con responsabilidad y siguiendo las normas y recomendaciones de las autoridades sanitarias», señaló el primer edil de Benamaurel, que dijo estar en total coordinación con los profesionales del Servicio Andaluz de Salud.