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Las torres de las iglesias de El Salvador, San Cristóbal y San Bartolomé del barrio del Albaicín. Ramón L. Pérez
El Albaicín de ciencia ficción

El Albaicín de ciencia ficción

El plan urbanístico vigente desde 1990 dibujó un barrio maravilloso que no se ha hecho realidad | El nivel de ejecución apenas llegó a la mitad, y muchas obras empezaron y no acabaron nunca, lo que explica los problemas actuales de un barrio único

Javier F. Barrera

GRANADA

Lunes, 30 de abril 2018, 01:02

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El Plan Albaicín es tan antiguo como el propio barrio Patrimonio de la Humanidad. Es el instrumento urbanístico que busca ordenar y planificar las piedras y las personas. Es un plan para un conjunto único que va camino de cumplir tres décadas y sigue vigente. Es una herramienta obsoleta que nunca ha conseguido actualizarse tras numerosos intentos por falta de voluntad política.

Y han pasado treinta años, toda una generación. No es algo positivo porque, a día de hoy, en el Ayuntamiento se reconoce que apenas se ha ejecutado la mitad de las acciones previstas en 1990. Además, de la otra mitad, la mayoría se empezaron pero nunca se terminaron. Los expertos entienden que es uno de los principales motivos que explican los actuales problemas del viejo Albaicín.

Estas acciones proyectadas y nunca realizadas -o resueltas a medias- son las denominadas 'áreas de intervención', uno de los diez puntos sobre los que en estos momentos pivota la nueva redacción en curso del Plan Albaicín que aborda el equipo de gobierno socialista de la mano del concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid.

Las áreas de intervención son ámbitos en los que hay solares, edificios demolidos, viviendas deterioradas con ubicación estratégica pero que con reformas pueden generar nuevos espacios públicos, dotaciones y equipamientos. En 1990 había medio centenar. Se han desarrollado «poquísimas», por dos razones principalmente. La primera es la accesibilidad, porque hacer las obras es complicado.

LAS FECHAS

  • 1972 El primer Plan Albaicín, sobre el que se trabajó durante los años ochenta para llegar al actual

  • 1990 Tras la aprobación del PGOU de 1985 se trabajó para dotar al Albaicín de una herramienta adecuada

  • 2005 El nuevo plan para el Albaicín llegó a aprobación inicial. No pasó de aquí. En 2008 se intentó de nuevo

  • 2017 Actualmente, existe un tercer intento, que incluye por primera vez también al Sacromonte

La segunda es porque los objetivos planteados eran «poco realistas», algo que ahora, tres décadas después, puede afirmarse sin problemas por el paso del tiempo, pero que a a finales de los años ochenta, «no lo era tanto», entiende el equipo encargado de redactar la nueva versión de este Plan Albaicín. Hay otro aspecto, muy importante, en el vigente Plan Albaicín de 1990. La mayoría de las áreas de intervención tenían que hacerse mediante la colaboración institucional, sobre todo el Ayuntamiento.

Una maravilla ajardinada

¿Cómo sería hoy el Albaicín si se hubiera aplicado a pie juntillas el contenido del Plan Albaicín de 1990? Una maravilla ajardinada, peatonalizada, rehabilitada y reformada, con nuevos itinerarios peatonales, recuperación de iglesias y baños árabes, plazas y parques, aparcamientos, estudios arqueológicos, centros educativos y universitarios y actuaciones rehabilitadores en todo el perímetro de las murallas albaicineras, así como un conjunto de problemas planteados y seguramente resueltos que todavía son motivo de debate, tales como el de la vivienda, las cuevas, transporte, el tráfico, los equipamientos y los servicios. Y la despoblación, el cáncer de un barrio residencial histórico que tiende a mutar en una ciudad-museo.

Algunos ejemplos de este Albaicín de ciencia ficción mostrarían un Carmen de las Palmas junto al Mirador de San Cristóbal completamente reformado y convertido en colegio público, cuando hoy, tres décadas después, se encuentra en estado de abandono y deterioro. La iglesia de San Luis de los Franceses, junto a la Puerta de Fajalauza y la Cruz de Rauda, formó parte de la campaña de evangelización promovida por los Reyes Católicos tras la conquista del Reino de Granada. Se erigió en el año 1526. La Iglesia de San Luis, desacralizada desde 1842, fue destruida por las llamas el 10 de diciembre de 1933, víctima de las revueltas anticlericales durante la II República española. Es propiedad pública en estos momentos y, desde hace tres meses, una cuadrilla de obreros se afana en desescombrar su interior.

Una acequia nueva

El rosario de propuestas que se han quedado en meras buenas intenciones es inacabable. El Plan Albaicín de 1990 proyecta desde la creación de una acequia nueva para surtir de agua al barrio hasta un plan de intervención en jardines privados para disfrute de propietarios y público. Las actuaciones en los distintos tramos de murallas abarca los dos kilómetros de su perímetro y tan solo se ha realizada algo menos del 20% de la rehabilitación prevista. Tampoco se ha resuelto en absoluto el problema de la infravivienda y las cuevas en la ladera de San Miguel, donde estaba señalado un centro universitario de interpretación del paisaje.

La mitad de las áreas de intervención del plan de 1990 busca adecuar fachadas y viviendas y abrir nuevos pasos peatonales y crear zonas públicas de disfrute en prácticamente todo el Albaicín. Se recogen propuestas para el Barrichuelo y Alta de Cartuja, se busca crear plazas nuevas o recuperar antiguas existentes en Rosales, Ceniceros, San Bartolomé o Serrano, por citar algunos ejemplos. También se idean itinerarios peatonales que unan las largas vías públicas, como entre Beteta y Zenete, en el bajo Albaicín; o Calle Guinea o el Callejón de la Gloria.

Los problemas en la calle San Juan de los Reyes, San Gregorio, Carrera del Darro o Elvira están ya presentes en el Plan Albaicín y se ofrecen múltiples soluciones que duermen hoy todavía el sueño del consenso. De San Gregorio se reconoce, por ejemplo, su especial carácter que hoy ha cuajado en las teterías. De San Juan de los Reyes se habla del tráfico y de la necesidad de intervenir en la propia iglesia y sus edificios anexos para abrirlos al publico como equipamientos.

La Carrera del Darro ha sufrido convulsiones en los últimos años con el proceso de peatonalización y la iniciativa privada en forma de hoteles ha convertido la milla de oro granadina en un conjunto restaurado de gran belleza. Queda la Calle Elvira, con sus baños árabes, la Casa de las Tumbas, que siguen como antaño, con una reforma integral pendiente de toda la vía y con la posibilidad de abrir el espacio junto al Arco de Elvira, actualmente vallado, para incorporarlo a la actual Plaza del Triunfo y conformar un espacio público e histórico de valor incalculable como entrada al Albaicín.

«Ya no sirve para nada»

Muchas voces en las asociaciones de vecinos, juntas de distrito, y todo tipo de asociaciones culturales denuncian el estado en el que se encuentra el barrio, y mayoritariamente coinciden en la necesidad de redactar un Plan Albaicín que responda a las necesidades actuales.

El problema es que se ha intentado. De hecho, hasta dos veces. En 2005 incluso se llegó a la aprobación inicial, trámite previo a la aprobación final, que nunca ocurrió. Se retomó tres años después, en 2008, y cinco años después la entonces concejala de Urbanismo, Isabel Nieto (PP), se dio por vencida y echó la culpa a la Junta de Andalucía, a sus trabas y requerimientos. Ahora, dicen que a la tercera va la vencida, el concejal socialista Miguel Ángel Fernández Madrid lidera la redacción de un nuevo Plan Albaicín que termine con la vigencia, 27 años después exactamente, de una normativa que todos también reconocen «que ya no sirve para nada».

Un esfuerzo de un cuarto de siglo en equipamientos

No todo es negativo. Se han instalado equipamientos en estos últimos 25 años. Por ejemplo, el centro Aliatar, con servicios sociales. El centro de salud, la biblioteca pública y el edificio del colegio Gómez Moreno. Además, que se mantenga la actividad educativa en el Ave María-Casa Madre es un logro. Y no hay que olvidar las intervenciones del Ayuntamiento a través del Plan Urban, que realizaron cantidad de acciones, desde pavimentaciones al soterramiento de contenedores. O el Plan Elvira-Gomérez llevado desde la Junta. En diez años se realizaron 400 intervenciones por 40 millones de euros. No hay que olvidar la inversión de la Alhambra, desde la Casa de Zafra hasta Dar al Horra.

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