"Estaba todo el mundo sudando, era todo horrible, no podías moverte"

En un comunicado remitido a los medios, FACUA asegura que la situación fruto de la "falta de ventilación de la sala y un posible exceso de aforo" se tornó "tan tensa" que la Policía Local se vio obligada a proceder al desalojo "cuando apenas se llevaba una hora del concierto y cuando ya habían sido varias personas las que habían sufrido problemas relativos al calor existente en la propia sala".

Según una portavoz del 112, el servicio de emergencias recibió llamadas pasadas las 22:30 que advertían de la situación de aforo "excesivo" en el interior de la discoteca. Algunas de ellas llegaron a alertar de mareos. No obstante, desde Emergencias explican que no tuvieron constancia de intervenciones de los equipos sanitarios.

Así lo confirma Paula Rivera, una malagueña presente en el concierto. "Estaba todo el mundo sudando, era todo horrible. Como había tantísima gente no podías moverte", ha explicado a IDEAL. De acuerdo con su testimonio, después de que la banda advirtiera del final del concierto, el desalojo se produjo sin incidencias. No obstante, tal y como relata Rivera, mientras una treintena de personas trataban de dar constancia de lo sucedido a través de hojas de reclamaciones, "hubo dos agresiones" de las que, siempre presuntamente, serían responsables los porteros de la sala.

A través de las redes sociales, los usuarios han manifestado su malestar por lo sucedido durante el concierto a través del hashtag #EstafaSalaPrince.

Rafael López, responsable de la sala, califica las acusaciones como "totalmente inciertas". "No ocurrió nada, quien llamó a la Policía fueron los propios vecinos del barrio, que están en pie de guerra contra la sala". López niega que se desalojara la discoteca: "Simplemente terminó el concierto y salió la gente".

Reconoce un "fallo en la refrigeración", que según él "no dio el rendimiento que tenía que dar". Esto habría llevado a la supresión de "dos canciones" del repertorio. Con respecto a los mareos, asegura que es una situación "normal" en un "concierto multidudinario en el que la gente estaba pegando saltos dentro".

Por su parte, la banda de ska ha difundido un escrito en el que dicen sentirse "dolidos por el trato que la sala le dio al público, durante el concierto y después en la calle". "Intentaremos siempre repetir la ciudad, pero nunca más el lugar", aseguran, "sala Prince nunca más". El grupo culpa a la sala de lo sucedido.