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Los efectos de las lluvias de esta madrugada
Tras la tempestad, no hay calma

Tras la tempestad, no hay calma

A las más de sesenta intervenciones realizadas se ha sumado el caos circulatorio provocado por la avería de varios semáforos

Ángel Orte

Miércoles, 30 de septiembre 2015, 16:57

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"Esta mezcla de fuego, de nieve y agua hacen que el clima de Granada no tenga igual en el mundo. Así se refería a Granada Teófilo Gautier, que definía a la ciudad como un verdadero paraíso terrenal. Pero uno de los factores ensalzados por el escritor francés ha dejado imágenes impactantes en pleno centro de la capital a lo largo de la madrugada y la mañana del 30 de septiembre. El agua ha complicado la circulación en el centro y problemas en locales comerciales, aparcamientos y otros emplazamientos en el Paseo del Salón. Además, en la estación de Renfe se ha tenido que cortar la conexión subterránea entre andenes por inundación. La misma suerte corrió el paso soterrado de la avenida Fernando de los Ríos, cortado al tráfico y restablecido a lo largo de una mañana sumamente intensa.

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Otra consencuencia de la fuerte tromba de agua ha sido la avería de varios semáforos en puntos tan céntricos como la calle Recogidas, Arabial, Emperatriz Eugenia, Alhamar, los Alminares o Camino de Ronda. Una situación que ha confundido a los conductores que han circulado por las diferentes vías, así como a los peatones. De hecho, en un momento puntual a la altura de la calle Ribera del Genil con Camino de Ronda han sido los propios ciudadanos quienes han intervenido para tratar de descongestionar la circulación. En otras zonas como el cruce de Emperatriz Eugenia con Camino de Ronda o la avenida Fuentenueva entre otras, sí se han personado efectivos de la Policía Local.

Una estación bajo el agua

Una de las imágenes más llamativas que trascendieron a lo largo de la pasada noche mostraba un manto de agua en las inmediaciones de la estación de Renfe. En las instalaciones de Adif el agua accedió hasta la sala de máquinas que los operarios de limpieza esta mañana evacuaban, mostrando su desacuerdo ante el acceso a cualquier cámara que fotografiara el habitáculo. En la cafetería, las encargadas se empleaban con contundencia ante tal situación, mientras el negocio permanecía cerrado.

Dentro de la estación, quienes esperaban el convoy se entremezclaban con aquellos operarios que se encargaban de acondicionar la zona mientras el barro se dejaba ver dentro de la propia sala de espera. En la zona de vías, la conexión subterránea entre un andén y otro permanecía cortada al paso por inundación. Hace falta un billete y un bañador, bromeaban personas próximas a este punto. Esta no ha sido la peor, la última fue de mayores dimensiones, recordaban.

"Es una vergüenza, todos los años igual"

En el Paseo del Salón, en torno a las diez de la mañana, dos patrullas del cuerpo de bomberos se han afanado para extraer el agua que había afectado a varios negocios. La maquinaria también ha llevado a cabo la operación en un garaje, donde según testigos presenciales, el agua llegaba hasta la cintura. Pérdidas que se limitan a materiales y que forman parte de las más de sesenta incidencias registradas por servicios como el 112 o el cuerpo de bomberos.

Victoria Álvarez y Aurora Jiménez regentan un reconocido herbolario de la zona. Una trabajadora de las proximidades se prestó para servir ayuda en las labores de limpieza que estaban llevando a cabo en el local. Mientras un cepillo expulsaba el agua al exterior, las propietarias no dudaron en mostrar su indignación. Es una vergüenza. Todos los años pasa igual y no hay nadie que sea capaz de arreglar esto. Espero que el señor alcalde tome nota y ponga solución porque no es la primera vez. Cuando es época de elecciones, la historia cambia, manifestaba Aurora enojada.

Mientras, Victoria ha mostrado todos los daños materiales ocasionados por el agua mientras procedía a retirar diferente mobiliario. Es una pena. Todas estas cosas ya hay que tirarlas señalando a una montaña de productos- y no es la primera vez que ha pasado, ha reconocido. Ambas han asegurado no haberse enterado de la tormenta de la madrugada. Sí aseguran saber de vecinos que pusieron su empeño en bajar a la calle y destapar las alcantarillas para evitar males mayores. Y es que ya conocen la forma de proceder por experiencia. A mí me llamó mi hija que está en Motril porque se enteró de la tormenta. Hoy nos hemos encontrado con agua por todos sitios. Pero la peor parte se la ha llevado el garaje de aquí al lado, que llegaba el agua por la cintura. Con las alcantarillas desbordadas todo lo que ha entrado es basura, hanapuntado.

En la zona del parque, el barro ha llegado hasta la calzada y los alcorques de los árboles estaban a rebosar. También las zonas próximas a los bancos eran inaccesibles por el agua y alguna que otra pisada ya reflejaba un resbalón. Además, algunos puntos donde se quedó estancada el agua se presentaban como piscinas improvisadas.

A pesar de toda la situación, Granada se ha despertado a marchas forzadas en la mañana del último día de septiembre. Las labores de evacuación y solución a los diferentes problemas en cuanto a la configuración del tráfico han sido contínuas desde primera hora, y los afectados han tenido una jornada de trabajo diferente. Todo con tal de regresar a la normalidad que no será inmediata.

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