Entre el agua purificadora y los viejos mapas de ultramar
Verano IDEAL | En Bermudas ·
Arranca una nueva edición del Verano en bermudas, con sus crónicas de viajes y encuentros por diferentes rincones de Granada. Mapas antiguos y una visita al nacimiento del Riofrío, primeras paradas de este periplojesús lens
Jueves, 1 de agosto 2019, 00:32
Cómo! ¿Ya ha pasado un año? ¿Vuelve a ser 1 de agosto y estamos otra vez liados con un nuevo proyecto viajero-literario en IDEAL? ... Tengo una sensación de dèja vu que no se pué aguantá… Y sin embargo, un año después, todo es diferente. La vida es cambio y transformación y en estos 365 días han pasado tantas cosas que, a nada que lo pensemos, somos otros completamente distintos.
El año pasado afronté un mes de viaje por nuestra provincia de forma bastante improvisada, pero la cosa salió tirando a bien. Creo. Este año, con más tiempo para planificar y preparar las cosas… ¡vuelvo a estar en la casilla de salida sin tener (casi) nada planificado ni preparado de antemano!
No es tanto que me haya pillado el toro cuanto que, como la cosa fue bien en 2018, ¿para qué cambiar? Ya saben, mi teoría compartida con Woody Allen y Larry David de que si la cosa funciona… El año pasado, el recorrido me salió más o menos ordenado: comenzamos por la Costa Tropical, ascendimos por el Valle de Lecrín, anduvimos por la capital, tiramos para la Zona Norte, nos dejamos caer por el Poniente y, al final de agosto, desembocamos en La Alpujarra.
Mi intención para este año es volver a tocar diferentes rincones de todas las comarcas de nuestra gran provincia, pero de forma más caótica y desordenada, buscando conexiones accidentales, casuales y personales que vayan más allá de lo geográfico. Lo que podríamos definir como dejarse llevar.
Había pensado titular al periplo de este verano como 'El viaje interior', pero suena demasiado serio y filosófico. Y no es la idea. Verano en bermudas —y en chanclas— es más ajustado al propósito que nos animará: pasarlo bien mientras descubrimos lugares, historias y diferentes perspectivas. Y aprender de la gente con historias que contar con la que nos vayamos encontrando por los caminos.
Otro propósito: usar la bicicleta. Para los desplazamientos cercanos. Un propósito bastante peregrino, eso sí, dado que llevo sin montar en bici desde hace años y años. Pero de ilusión también se vive.
La primera etapa de este viaje la cumplimenté hará un par de semanas, cuando visitamos Riofrío. Quería empezar por un sitio cargado de significado como es el nacimiento de un río. Para mí, como para los antiguos celtas, los manantiales de agua son lugares con reminiscencias mágicas y sagradas. Son sinónimo de pureza, de renacimiento, de purificación.
En Granada hay abundancia de cauces fluviales. Tenemos muchos y buenos ríos y, por ende, infinidad de manantiales. ¿Qué tiene de especial el de Riofrío? Para empezar, su fácil acceso. Está, casi literalmente, en el propio pueblo. Aunque de eso nos enteramos luego, que antes de encontrarlo invertimos un par de horas recorriendo diversos bancales y secarrales, sin dar pie con bola. ¡Hasta vimos el AVE pasar! Que no iba especialmente rápido por aquellos parajes, deberíamos añadir.
Insisto: el nacimiento del Riofrío no está a más de diez minutos del pueblo. Aunque, en puridad, debemos hablar de nacimientos, en plural. Hay uno, natural, en el que el agua brota de la tierra, casi, casi burbujeando. En primavera debe ser espectacular la fuerza que arrastrará. En plena canícula de verano es un nacimiento tranquilo y pausado. Sereno. Calmoso y calmado. Aun así, me gustó. No es baladí presenciar el nacimiento de cualquier cosa. Y el de un río, menos aún.
Además del nacimiento natural hay otro particularmente romántico, con el agua brotando de los cimientos de un antiguo edificio en ruinas. Y es que todo el entorno está repleto de restos de antiguos molinos y batanes, lo que le confiere un aura muy especial que invita a sumergir la cabeza en el agua recién nacida y, de esa manera, a sentirse bendecidos y purificados por la madre naturaleza, listos para comenzar una nueva travesía.
Es una ruta agradable y sencilla que se puede realizar en familia. Los más pequeños —y no tan pequeños— disfrutarán con los patos del estanque. Eso sí: no les den de comer. Están tan resabiados que tratan de abrir las mochilas de los caminantes, a ver si les pueden echar mano a sus bocatas. Y atención a la oferta gastronómica de Riofrío, otra de las razones por las que nos animamos a comenzar nuestro viaje por aquí. El esturión y las truchas son una gozada, tal y como comentamos en el suplemento Gourmet de este periódico, hace un par de semanas.
También aproveché, antes de comenzar agosto, para visitar la exposición de mapas antiguos del Hospital Real. Como soy bastante caótico, me cuesta seguir las indicaciones de mapas y planos, lo no empece para que me pueda pasar horas mirando un atlas, soñando con los paisajes que se esconden detrás de cada recodo de papel.
'Verano: Tierra y mar' reúne mapas y grabados antiguos, algunos con más de cuatro siglos de antigüedad, cuyo nexo de unión es la temática marina. Échenle un vistazo a las cartas náuticas, a los mapas de islas cercanas como las Baleares o lejanas y exóticas como las Islas Marianas, Palaos y Carolinas, antiguas posesiones de España en la ultramar más lejana y remota.
Una exposición, también, para disfrutar de grabados de fauna marina más o menos realista, más o menos fantasmagórica, como el de una inmensa ballena varada en la costa que despierta el interés y la curiosidad de los parroquianos.
La exposición se encuentra en la majestuosa biblioteca del Hospital Real, uno de los espacios más sobresalientes de la Universidad de Granada y donde este verano se puede disfrutar de otras interesantes exposiciones, como 'Simbiosis' o los Premios Alonso Cano del 2019. Pero de arte hablaremos otro día, que hay muchas propuestas apasionantes para estas semanas.
De momento, arrancamos este nuevo periplo veraniego cumplimentando visita a la Diosa Agua y poniéndonos bajo el influjo de los mapas antiguos, con el improbable propósito de que nos guíen en nuestro recorrido.
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