El acusado de matar de tres cuchilladas a un hombre en su caravana en Granada alega legítima defensa
El procesado, de nacionalidad italiana, asegura ante el jurado que la víctima le había amenazado previamente con quemarle el chiringuito y que iba hacia él con «una barra de hierro en la mano»
Fabio T., un italiano de mediana edad que se había instalado con su autocaravana en el paraje de las Termas de Santa Fe y que ... acabó con la vida de José Manuel M. L. de tres cuchilladas el 10 de noviembre de 2019, ha alegado haber actuado en legítima defensa. «Al abrir la puerta me encontré con él enfrente y con una barra de hierro en la mano», ha aseverado el procesado, durante la primera sesión del juicio, ante ante el tribunal popular que lo enjuiciará esta semana en la sala Antonio Angulo de la Caleta.
El hombre, que ha necesitado de la ayuda de un intérprete que a su vez ha precisado el auxilio de uno de los abogados porque ni la magistrada presidenta del tribunal del Jurado, Aurora González Niño, ni el resto de las partes se enteraban bien de su traducción, ha reconocido así que cogió «un cuchillo que había en la mesa de la cocina». Lo hizo, ha dicho, presa del «miedo», para hacer frente a José Manuel. Este no había acudido solo a su caravana. Iba junto a otros dos chicos, veinteañeros, Francisco Antonio F. S. y Moisés F. S., que portaban igualmente «una pala y palos».
Cuando acuchilló a José Manuel, Fabio T. estaba ya «herido». Le dio, según ha admitido, «tres golpes» con el arma y, a continuación ambos cayeron al suelo. Justo después, salió, ha agregado, tras los otros dos chicos, que se marcharon corriendo. El cuerpo sin vida de José Manuel quedó tendido sobre el suelo y él, entonces, le dijo a un conocido suyo del paraje, que había que llamar «a una ambulancia».
Antes de esgrimir el cuchillo «para poder asustarlos», sus supuestos atacantes habían tirado «piedras» a la autocaravana. Francisco José incluso le había roto el cristal de la ventanilla del conductor y atacado con un «palo acabado en punta».
Se da la circunstancia además de que la noche anterior le habían robado «24 latas» de refresco que tenía en una nevera en el exterior de su vehículo. Y es que allí regentaba una suerte de chiringuito para la gente del paraje. También, según ha precisado, esa madrugada le robaron«el móvil» y la recaudación de la caja registradora. No llegó a salir afuera, pero desde su autocaravana escuchó voces y reconoció, ha dicho, las de Francisco y Moisés.
Cuando se produjo el supuesto asalto y posterior homicidio, Fabio, según ha precisado, estaba recogiendo sus cosas para marcharse de aquel lugar, tras haber recibido «amenazas» por parte de esos tres individuos, que le había exigido una especie de «impuesto mafioso» por permanecer allí. «Me pidieron que les pagara 1.000 euros», ha manifestado, a la vez que ha asegurado que le advirtieron de que si no abonaba esa cantidad le iban «a quemar» la caravana.
La fiscalía solicita para él 13 años de prisión y 8 de libertad vigilada por un delito de homicidio, pero su defensa, que ejerce el letrado Ernesto Osuna, sostiene que hubo una serie de «circunstancias» que rodearon aquel crimen y ha pedido a los miembros del jurado que las tengan en cuenta.
De hecho, en su turno para exponer su papel en la vista y su tesis, el abogado ha aclarado que solicita la libre absolución de Fabio T., por entender que su patrocinado obró en legítima defensa para proteger su vida. Solicita, de hecho, que se aprecie una eximente completa que le libraría de todo castigo.
La defensa plantea como segunda opción que Fabio T. sea condenado a dos años y medio de prisión, si se observara una eximente incompleta. Junto a ello pide que se tenga en cuenta como atenuantes que se quedó en el lugar del crimen hasta que llegó la Policía y que «confesó» lo que había sucedido y colaboró en todo momento con los agentes.
También reclama la defensa que se aprecie que el italiano ha reparado en parte el daño, pues ha consignado unos 5.000 euros para indemnizar a los herederos legales y ha entregado además su caravana. Junto a ello, resalta que su cliente es un hombre sin antecedentes penales, mientras que al fallecido y sus acompañantes les constan numerosos.
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