La mala suerte de Javier, el granadino muerto por un rayo
El domingo se registraron 37 rayos en los Montes Orientales entre las 20:00 y las 21:00 horas. Uno acabó con su vida
Jorge Pastor
Martes, 25 de abril 2017, 15:22
Las alertas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) saltaron el domingo por la tarde. Alta probabilidad de fuertes precipitaciones en los Montes Orientales. El ... aviso del Aemet llegó en primera instancia al 112, que rápidamente lo rebotó a las fuerzas del orden y los servicios de emergencias. Los radares del Aemet comenzaron el registro de incidencias. Granizo, precipitaciones y abundante aparato eléctrico. Entre las ocho y la nueve de la noche se contabilizaron 37 rayos en esa comarca. Uno de ellos, el que cayó a las 20:30 horas en el Camino del Albergue, en el término municipal de Guadahortuna, segó la vida de Javier Torres , que se había bajado de su vehículo, donde viajaba junto a su mujer y dos hijas, para observar el estado de unos almendros. Falleció en el acto. Pocos cuerpos están preparados para aguantar una descarga de 150.000 kilovatios. Desolación.
Una desgracia. Una triste casualidad. Hay que buscar a fondo en las hemerotecas para encontrar un suceso de características similares en la provincia. Fue el 4 de septiembre de 2004 en un cortijo de Cúllar Vega. El guarda de una finca descansaba en un banco de madera bajo un cedro de quince metros. Francisco también murió fulminado. El estruendo se escuchó en varios pueblos del cinturón metropolitano de Granada.
Trece años de diferencia entre ambos luctuosos siniestros, pero varios factores en común. Uno de ellos, Javier y Francisco se encontraban cerca o debajo de árboles, algo que nunca se debe hacer cuando se producen estos fenómenos meteorológicos, especialmente si están aislados y son de porte elevado. Así lo comenta el jefe de Protección Civil en Granada, Manuel Navajas.
Cómo protegerse de los rayos en el monte o en el campo
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-Alejarse de la tormenta en los primeros avisos.
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-No refugiarse nunc abajo un árbol. En caso de estar en una zona muy boscosa, es preferible permanecer bajo una gran masa de árboles. Uno solo puede actuar como pararrayos.
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Si la zona es un campo abierto con escasos árboles, no correr. Se debe esperar a que pase la tormenta en cuclillas, quieto, lo más agachado posible, tocando el suelo sólo con las botas -la goma de las suelas es buen aislante-. Si se está en grupo es aconsejable mantener una distancia de 5 metros.
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-En el cochje, permanecer con las ventanas cerradas.
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-En caso de estar en una casa de campo aislada, es aconsejable cerrar las ventanas, puertas y aislar lo máximo posible el recinto de corrientes de aire. Deben desconectarse de la toma los aparatos eléctricos.
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-No salir antes de que haya transcurrido una hora después del último trueno.
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-No refugiarse en tiendas de campaña.
«Cuando la tormenta nos coge en el campo hay que buscar las zonas bajas y soslayar colinas, arbolado, cimas, piedras grandes y diseminadas», comenta Navajas, quien agrega que tampoco hay que caminar por valles profundos; son más seguras las laderas». Navajas comenta que no es conveniente tumbarse o sentarse sobre superficies mojadas y llevar objetos metálicos. «Hay que alejarse de estructuras metálicas y vallas».
Recomendaciones
Protección Civil dispone de un completo dossier de recomendaciones que deben tenerse muy en cuenta en función de la localización. En la calle, por ejemplo, el abrigo de edificios protege de las temidas raíces eléctricas. Dentro de las casas, hay que cuidar que no se produzcan corrientes de aire. Hay que cerrar puertas y ventanas y desconectar los aparatos que estén enganchados a la corriente. Los lugares con mayor seguridad son los inmuebles dotados de pararrayos. También hay que evitar graneros, hangares, cobertizos, tiendas de campaña y automóviles descapotables. Son muy peligrosos los terrenos deportivos; pistas de tenis y aparcamientos; piscinas, lagos y costas; cercanía de cables aéreos, alambradas y vías de ferrocarril y maquinaría agrícola.
Por último, Manuel Navajas insiste en la necesidad de mantener la calma, eludir cualquier situación de pánico, bulo o rumor «y seguir las indicaciones de las autoridades y organismos competentes o las que lleguen a través de los medios de comunicación y las cuentas oficiales en redes sociales». «En caso de urgencia llamar siempre al 112, estamos para ayudarte», apostilla Navajas.
Situaciones que se deben evitar
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-Las actividades al aire libre durante la tormenta (jardinería, construcción, practicar deporte...)
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-Utilizar aparatos eléctricos (teléfonos, lavadoras, equipos de música...). Si un rayo cae en la casa, su descarga eléctrica viajará a través de los cables eléctricos hacia los aparatos y hacie quien los esté utilizando en ese momento.
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-Estar cerca o en contacto con materiales conductores (agua, tuberías de hierro, sistema eléctrico, etc.)
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-Llevar, si está en campo abierto, objetos metálicos.
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-Bañarse durante las tormentas y, en caso de ser sorprendidos, salir rápidamente de piscinas, lagos...
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-Permanecer en lugares altos (colinas, pequeñas elevaciones de terreno...) Tampoco son aconsejables las bocas de las cuevas
En cualquier caso, Javier y Francisco tuvieron mala suerte. Muy mala suerte. La posibilidad de perecer alcanzado por un rayo en España es de una entre diez millones. Cuando sucede, las consecuencias suelen ser fatales normalmente quemaduras y paradas cardiorrespiratorias. Cuanto mayor sea el recorrido por el interior del organismo, las lesiones internas son de mayor gravedad.
En España pierden la vida una media de entre diez y doce personas debido a esta circunstancia. En estas fechas, cuando se produce con mayor frecuencia el choque de masas de aire caliente y frío, los episodios tormentosos son también más habituales. De hecho, según las previsiones que realiza el Aemet hoy es probable que se sigan produciendo en diferentes puntos de Granada.
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