«No podemos bloquear la negociación de la reforma sanitaria. Granada no lo merece»
El responsable de CSIF recuerda, ante las críticas, que su sindicato "no acaba de llegar a la lucha sanitaria" e insiste en una idea para cualquier conversación: "consenso"
Antonio Sánchez
Domingo, 8 de enero 2017, 01:05
El 18 de diciembre de 2016 Germán Girela (Órgiva, 1971) cumplió un año al frente de CSIF. El sindicato, mayoritario en la función pública, trabaja ... para ganar presencia en la empresa privada y encara el nuevo año con dos cuestiones que considera fundamentales sobre la mesa de negociación: mejorar la oferta pública de empleo (OPE) para 2017 y lograr una subida visible de los salarios de los trabajadores.
Ustedes reclaman un decreto ley que restablezca una jornada laboral de 35 horas para los empleados públicos. ¿Ve factible lograrlo?
Es un compromiso adquirido por la Junta de Andalucía con CSIF y con los más de 270.000 empleados públicos andaluces que permitirá crear empleo estable y de calidad además de recuperar un derecho que teníamos reconocido.
Hablemos de Sanidad. Se ha iniciado un proceso de negociación para mantener dos hospitales completos con el que CSIF está a favor, pero el Sindicato Médico y USAE no. ¿Por qué no se ha alcanzado el consenso sindical?
El origen está la interpretación de algún matiz en un documento de partida que en su opinión encierra una «trampa». Pero es un documento de partida. Estamos negociando y si en la negociación la administración se desvía del objetivo que comparte toda Granada, seremos los primeros en levantarnos de la mesa. Pero a priori no podemos bloquear un proceso de negociación que pudiera llegar a buen puerto. Granada no lo merece.
Fruto de la apertura de este escenario de negociación el médico Jesús Candel, 'Spiriman', les ha tildado de 'vendidos' a la Junta de Andalucía. ¿Cómo valora esto?
No vamos a entrar en las descalificaciones. La mejor forma de avanzar en este proceso es ir de la mano con el diálogo constructivo. CSIF, en julio de 2014, se levantó de la mesa, se levantó de una mesa en la que se intentaba imponer, mediante decreto y sin negociación previa, el borrador de decreto de fusión. Nosotros no acabamos de llegar a esta lucha. Tenemos una historia detrás. Una historia de responsabilidad y dignidad como organización.
¿Por qué los sindicatos han salido tocados y no reforzados de la crisis?
No es nuestro caso. CSIF es una organización que ha conseguido repuntar de forma notable la pérdida generalizada que se produjo con la crisis en cuanto a afiliación. Los trabajadores cada vez avalan más un modelo sindical cuyas señas de identidad son la independencia, la profesionalidad, la honestidad y la transparencia.
La educación es su especialidad. ¿Cómo valora la última OPE de la Junta para 2017?
Insuficiente. El sistema educativo en Andalucía necesita alrededor de 8.000 docentes más, unos 4.000 del cuerpo de maestros y se van a ofertar solo 2.300 plazas. La oferta de empleo no se ha negociado en la mesa de educación. Ha sido una decisión unilateral de la consejería de Educación, que además ha faltado el respeto a miles de opositores, que están invirtiendo tiempo y dinero, con su nefasta gestión informativa y la tardanza en comunicar qué especialidades se van a convocar.
El problema de la Educación si nos basamos en el informe PISA, por ejemplo ¿es de personal, de modelo o de ambas cosas?
El tema educativo es muy complejo y por ello tanto el éxito como el fracaso no son fruto de un solo factor. Los datos del informe PISA en Andalucía son muy preocupantes y ponen de relieve la urgente la necesidad de tomar medidas para la mejora. CSIF defiende un pacto y una ley consensuada que permita dar estabilidad normativa a la educación. La mejora del sistema educativo andaluz pasa por un incremento de la inversión.
Entre los padres se está hablando mucho de los deberes y su utilidad o ineficacia. ¿De qué lado está?
Estoy claramente del lado de la experiencia de miles de docentes durante muchos años, que es un sí a los deberes. En una encuesta realizada por CSIF al profesorado los datos eran muy ilustrativos, por ejemplo: el 94,08% de los encuestados consideraban que mejora el aprendizaje, el 93% que inculcan el valor del esfuerzo y que el 59,61 % de los padres pedían deberes. Esto no quiere decir que no comparta la conveniencia de abrir un debate sosegado y profesional. Pero considero inaceptable la realización de actuaciones, como la huelga de deberes, que cuestionan el trabajo docente.
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