García-Royo: "El alcalde llamaba a don Manuel Lorente en vez de a mí"

Así se traduce de la declaración de Luis Gerardo García-Royo como testigo ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 2 de Granada, en el marco de la investigación del 'caso Nazarí'. El exconcejal rebate el argumento de José Torres Hurtado, que se presentó como un alcalde que apenas si intervenía en los asuntos urbanísticos, que sólo visitó la sede de la concejalía tres veces en 13 años y que tenía delegado todo en sus concejales.

"Despachaba con el alcalde a diario. Le comentaba todos los temas que estábamos tramitando, continuamente. Esto fue cambiando desde el verano de 2006 cuando se tomó la decisión de que no siguiera. Se me fue apartando, tomando decisiones al margen. Sé que al señor Lorente se le llamaba para despachar con el alcalde".

-Le puenteaban -pregunta la jueza.

-Totalmente. () El alcalde ya llamaba a don Manuel Lorente en vez de a mí.

García-Royo admite que le causaron sorpresa algunas decisiones que se adoptaron en la recta final de aquel mandato. Por ejemplo, que Torres Hurtado paralizara la actualización del PGOU pese a que se estaba haciendo con su conocimiento: "Cuando lo presentamos, días antes de las elecciones, mi sorpresa fue que (se dijo) que no se llevaba a pleno, sino que se dejaba aparcado. Me enteré por la prensa. También se aprobó un convenio con la Curia que el que no estaba de acuerdo y me enteré por la prensa. Lo había redactado el señor Lorente con conocimiento del alcalde".

García-Royo habla de "dos reinos de taifas" en el área. "Era corriente que cuando un funcionario decía que la solución era A, otro decía B. El señor Lorente era más hábil y procuraba mantenerse nadando". No obstante, ratifica la amistad y relaciones de Lorente con algunos empresarios y también advierte de que algunos proyectos que se empezaron a tramitar en su etapa se materializaron de manera distinta a como se concibieron.