Granada estrena diez nuevos ciclos de Formación Profesional

A mediados del mes de septiembre comenzó el curso escolar para 16.154 alumnos inscritos en enseñanzas de Formación Profesional. Un itinerario educativo que comienza en algunos casos con trece años y que cuenta con un heterogéneo mapa en la provincia en el que destaca la familia sanitaria. Los datos de los que dispone la delegación provincial de Educación reflejan que cuatro de los once ciclos formativos en los que más matrículas se han realizado para este curso se refieren a la familia sanitaria -luego están las enseñanzas de automoción y las relativas a la actividad física y el deporte- y se imparten en el IES Aynadamar, uno de los institutos de la capital más potentes en el campo médico y el único que puede presumir de estrenar dos ciclos formativos en este año académico.

Uno de ellos es el grado medio de Farmacia y Parafarmacia bilingüe, una enseñanza que según la directora del instituto, María Angustias Pérez, «consideramos que logra que la atención que se preste en una capital como Granada, con mucho turismo, ofrezca un valor añadido al poder atender en dos idiomas». Esta formación, solicitable desde el curso 2009/2010, se ha incorporado este año a la oferta educativa del IES Aynadamar. Ana Zamora, jefa del departamento de Sanidad de este centro de estudios, explica que la formación es «más compleja porque aunque los contenidos se asumen en la lengua materna hay que esforzarse a diario por ir introduciendo el idioma, utilizando las dos lenguas para que se haga el oído». Una de las alumnas que se encuentra cursando Farmacia y Parafarmacia bilingüe es Cristina Roldán, que ya está pensando en qué formación realizar cuando dentro de dos años haya terminado este ciclo formativo. «El módulo me llamaba la atención, pero a pesar de ello esperaba clases más teóricas y pesadas. Y sin embargo, a pesar de que no domino bien el idioma, me ha sorprendido bastante porque es muy dinámico y práctico. ¡Cuanto más te enseñan, más quieres saber!».

En este último aspecto que destaca Cristina Roldán radica la principal diferencia entre el Bachillerato y la Universidad, por un lado, y la Formación Profesional por el otro. Tanto en este centro escolar como en el resto de la provincia, los docentes encargados de instruir a los alumnos se afanan en que cuanto antes -siempre con una base teórica mínima-, los alumnos se puedan poner el mono del taller o la bata blanca, para tomar contacto con la realidad que se encontrarán fuera de las aulas. María José Cantero, coordinadora del ciclo de Farmacia y Parafarmacia bilingüe, explica que el enfoque es «práctico. Existe una formación teórica importante, pero a ellos lo que más les interesa es saber formarse en lo que encontrarán en una farmacia».

El otro ciclo formativo que se está 'estrenando' en el IES Aynadamar es el grado superior de Estilismo y Edición de Peluquería. Mari Carmen García, jefa de departamento de Imagen Personal, resumen en pocas palabras su importancia: «Este ciclo formativo lleva siendo necesario desde que se suprimieron los estudios superiores de Peluquería». Y Fátima Zamora, una de las alumnas, coincide con ella: «He adquirido muchos conocimientos prácticos y teóricos, pero no lo veo suficiente para darle un asesoramiento específico a un cliente. Hay que formarse sin prisa, para que el ciclo que se termine se haga correctamente», explica. Aunque esta instrucción todavía no figura entre las más demandadas en la provincia, en el IES Aynadamar reconocen que hay lista de espera y que les gustaría contar con más plazas para los alumnos que finalizan los estudios de grado medio y quieren pasar a esta formación superior de Estilismo y Edición de Peluquería. María Victoria Cuartero, profesora del ciclo, destaca la capacidad de inserción laboral con la que cuenta la FP. «En este caso se sitúa en torno al 80%. En pocos meses tienen trabajo gran parte de los alumnos», detalla.

Junto a estas dos formaciones impartidas en el IES Aynadamar, la delegación provincial de Educación ha echado a andar otros ocho ciclos: Industrias Alimentarias (IES La Contraviesa, de Albuñol), Transporte y Logística (IES La Zafra, de Motril), Gestión de Alojamientos Turísticos (IES Francisco Giner de los Ríos, de Motril), Informática y Comunicaciones (IES Ulyssea, de Ugíjar), Organización y Control de Obras de Construcción (IES Politécnico Hermenegildo Lanz, de Granada), Informática de Oficina (IES Cartuja, de Granada), Video Disc-jockey y Sonido (IES Albayzín, de Granada) y Actividades Agropecuarias (IES Hiponova, de Montefrío).

Esta última formación es una de las más novedosas en la provincia. Se trata de una FP Básica que cuenta con alumnos que en algunos casos sólo tienen 14 años. Es el caso, por ejemplo, de Antonio Gracia, que asegura que por sus padres conoce y le ha interesado la agricultura, algo que le llevó a «inscribirme para formarme en el campo y la tierra». El director del instituto, Antonio Adamuz, explica que era lo ideal para la zona: «Aquí el 90% de la población se dedica a agricultura. Es un pueblo que está envejeciendo, la gente joven se va y lo estamos padeciendo cada año. Hay una generación de agricultores que hay que sustituir, pero por nuevos agricultores formados en el siglo XXI. Ese es reto que tenemos». Clara Sánchez, jefa de estudios del centro, explica que la idea surgió en el consejo escolar municipal, que propuso que este ciclo de FP Básica sirviera para compaginar la tradición con la formación en leyes y la agricultura del siglo XXI.

Esta FP Básica tiene un punto en común con los ciclos de Farmacia y Parafarmacia bilingüe y Estilismo y Edición de Peluquería. «Se trata de que practiquen lo máximo posible. La mayoría de alumnos lo que demanda es práctica», expone Eva María González, profesora de Actividades Agropecuarias. Una opinión que resume el objetivo esencial de una educación que lucha por acoplarse con su realidad social, para así dar respuesta a lo que demandan las empresas.

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