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El pequeño Iker en su casa.
«Necesito a mi hijo y tras cuatro años ya sé qué le ocurre; sólo pido apoyo»

«Necesito a mi hijo y tras cuatro años ya sé qué le ocurre; sólo pido apoyo»

La madre de un pequeño con una enfermedad rara logra que le diagnostiquen la patología y ahora solicita ayuda económica para iniciar la terapia

José Ramón Villalba

Miércoles, 2 de noviembre 2016, 01:32

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La voz y el aspecto físico de Tania Teba delatan a una madre demasiado joven. Sólo tiene 21 años. Su gran pasión es su hijo, el pequeño Iker de cuatro años, quien a los tres meses de nacer ingresó en un hospital por culpa de una enfermedad que los médicos no han sabido diagnosticar hasta hace pocas semanas. «Sólo se sabe en parte qué le pasa. Sabemos el nombre, pero no los apellidos de la enfermedad. El cerebro y el cerebelo del crío no están bien conectados por culpa de que tiene un centro calloso muy pequeño», asegura la madre del menor.

Iker no quiso esperar los nueves meses de parto y decidió venir al mundo con sesenta días de antelación. Cualquier otro pequeño de su edad anda, habla, come y da batalla en casa. Pero Iker no habla, no anda, sólo ingiere unos batidos especiales y su batalla por la vida se ha convertido en una lucha por sobrevivir pese a todos los obstáculos que la burocracia le planta todos los días para recibir ayudas para sus terapias. Sin ellas, Iker se convertirá en un vegetal.

Una decena de intervenciones

La madre de Iker sabía tras un largo periplo por especialistas de Granada y Jaén que padecía un retraso psicomotor severo, cataratas bilaterales intervenidas, fallo de medro, encefalopatía connatal con hipomielinización y microcefalia. El pequeño héroe de esta historia es ajeno a su problema y de momento sólo es capaz de aportar grandes dosis de autoestima a esta madre coraje, a su tío, su abuela y al resto de la familia. Los momentos difíciles también están presentes y no son pocos: el pequeño Iker ha sido sometido ya a más de una decena de intervenciones quirúrgicas desde que apenas cumplió los seis meses.

«Hay un neurólogo llamado José Moyà que ha tratado con bastante frecuencia la enfermedad de mi hijo. Nos asegura una mejora del pequeño en un 30, 40, 50 o 60% y lo queremos intentar, pero no disponemos de medios económicos». La madre de Iker está en el paro, la abuela también. «Tenemos cita el 30 de noviembre y 1 de diciembre en Barcelona. Necesitamos medios económicos para pagar la estancia allí o que alguien nos facilite alojamiento y después para abonar el dinero de la consulta médica, así como la terapia. Yo necesito a mi hijo, recuperarlo, y tras cuatro años ya sé qué le ocurre. Ahora sólo pido apoyo».

Las terapias diarias del pequeño Iker durante sus primeros cuatro años de vida son fundamentales, el 90 % de las conexiones neurológicas se forman en esa edad. A partir de los 4 o 5 años ya se ralentiza el proceso cada vez más y ya no recibe tanta información. Estas terapias son muy importantes para su desarrollo.

Quienes quieran ayudar...

Tania dispone de una página web en Facebook 'Ayuda a Iker', del correo ikerlove@gmail.com o el teléfono 617 79 09 26 para quien esté interesado en colaborar.

La madre y resto de familia del pequeño Iker no han dejado de promover eventos en estos últimos años para recaudar fondos en aras de poder cubrir el abono de terapias y medios materiales que el peque va necesitando conforme crece. Venta de lotería, galas benéficas, filas cero en eventos deportivos, rifas... se han volcado muchas personas, pero es ahora quizás el momento más importante para poder atender en mejores condiciones el problema del pequeño Iker, cuya patología está considerada una enfermedad rara.

«Si nos quedamos quietos en Granada sin movilizarnos no vamos a poder conseguir absolutamente nada. Y si apostamos por acudir a la consulta del neurólogo en Barcelona sabemos que vamos a poder empezar a recuperar al pequeño Iker», apunta su madre con entusiasmo.

Fue otra madre, en una de las muchas visitas de Iker al hospital, quien le informó de que este neurólogo catalán podía tratar la enfermedad del pequeño. «Esa ayuda ahora es muy importante».

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