El Legado Andalusí sobrevive al Milenio

La fundación pública 'El Legado Andalusí' cumple 21 años en un pabellón situado dentro del Parque de las Ciencias. Allí conservan casi todo el patrimonio de la institución, reciben miles de visitas al año y trabajan para atraer turistas a doscientos municipios pequeños de toda Andalucía, sin olvidar sus objetivos de difusión cultural. Todo eso, al tiempo que tratan de superar la resaca de la crisis económica y del Milenio, que dejó 'noqueada' a la institución. Los veinte trabajadores de la fundación han pasado hasta siete meses sin cobrar en este pasado 2015, una situación difícil que superaron por su confianza en que el proyecto que tienen entre manos merece la pena. El presupuesto de la fundación procede íntegramente de la Junta de Andalucía, que no siempre ha sido cumplidora en los pagos. Las subvenciones de las que 'vive' esta fundación proceden de las consejerías de Cultura y Turismo y hubo momentos en los que no llegó el dinero. Incluso se escucharon rumores, hace un par de años, de la posible desaparición de la fundación, pero nunca llegaron a confirmarse.

Arrancado 2016, en la sede del Legado Andalusí empiezan a transmitir algo más de optimismo. Parece que los problemas están «en vías de solución», después de que la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, cumpliera el compromiso que adquirió con ellos en enero y hayan empezado a ingresarles algo del dinero atrasado. Cada cantidad que llega se reparte a partes iguales entre todos los trabajadores. Aún así, el presupuesto que tienen ha caído en picado desde los cuatro millones que les destinaban en 2007, hasta los 1,3 millones con los que deben trabajar en este 2016.

Y en ese pabellón del Parque de las Ciencias, al que se mudaron en el año 2007, se están adaptando a las circunstancias con imaginación. Después del encargo de gestionar la parte cultural de la celebración del Milenio, un «regalo envenenado», según definen allí dentro, porque les cayó contrarreloj, sin casi presupuesto y con toda la presión por hacer algo digno. Tampoco había dirección, porque Paca Pleguezuelos, que había llevado el timón, fue enviada a Bruselas un mes antes de empezar el cumpleaños. La dirección la asumió Marina Martín, exdelegada de Economía e investigada en el caso 'Edu' de los cursos de formación. Pese a las incertidumbres, en el seno de la fundación ha generado confianza su gestión.

Puede que parte de los problemas que han azotado a la fundación se deban al desconocimiento sobre el trabajo que allí se desarrolla. Una importante labor cultural y de promoción turística.

Una de las principales tareas de 'El Legado Andalusí' está relacionada con el turismo. Las ocho rutas de la fundación permiten incluir en circuitos turísticos a más de doscientos municipios andaluces en los que hay patrimonio cultural. Los ocho itinerarios propuestos recorren aquellos senderos que comunicaban el Reino de Granada con el resto de Andalucía, Murcia y Portugal. Estas rutas están catalogadas como 'Gran itinerario cultural del Consejo de Europa', una certificación que hay que renovar cada cuatro años cumpliendo una serie de requisitos.

Turistas alemanes

Medir cuántas personas visitan esos pequeños municipios andaluces (desde Archidona en Málaga, a Almonaster en Huelva o Montejícar y Píñar en Granada) es casi imposible. Sin embargo, hay otras acciones concretas que sí arrojan cifras. Es el caso del convenio con el touroperador más importante de Alemania, TUI, que en los últimos cinco años ha traído 79.000 turistas europeos -la mayoría alemanes- con actividades específicas en localidades de las ocho rutas. Otros 34.252 visitantes nacionales han pasado por estas localidades gracias al convenio con 'Vía Andalucía' en los últimos cuatro años.

En ese fomento del turismo, la fundación ha iniciado un proyecto para atraer el llamado 'turismo halal'. Se trata de formar a las empresas del sector para que cumplan una serie de requisitos que reclama este grupo de viajeros musulmanes, que quiere hoteles adaptados a sus necesidades -desde contar con un Corán a indicar dónde está La Meca- o restaurantes que les sirvan comida 'halal'. El patrimonio andaluz es un reclamo para un grupo de potenciales turistas de clase media-alta, pero España está aún a la cola en ofrecer esos servicios. Desde 'El Legado Andalusí' ya han formado a tres agencias para ofrecer visitas especializadas en Granada a turistas musulmanes. Además de todo esto, el pabellón de la fundación en el Parque de las Ciencias se abre los fines de semana a los municipios que quieran exponer sus atractivos turísticos en esa sede. En cinco años, 42 municipios han expuesto sus 'encantos' en esa sede, con 111.000 visitas.

'El Legado Andalusí' también se encarga de formar a empresarios de la región que quieren emprender negocios en los países del Mediterráneo, a los que les explican desde la cultura a la fiscalidad. Por no hablar de la ayuda que supone que en la fundación se manejen a la perfección cinco idiomas, incluido el árabe.

Tan importante para la fundación como la labor turística es la cultural. De hecho, 'El Legado Andalusí' destaca por haber gestionado 12,6 millones de euros de proyectos europeos en la última década. De ese total, unos cinco millones se han desarrollado en Andalucía, y el resto en los países socios.

Difundir la artesanía

El último de ellos es la Ruta Omeya, un proyecto turístico en el que se engloban siete países mediterráneos y en el que trabaja también el Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio. Otros han tratado de difundir la labor de los artesanos, mejorar el empleo femenino en el turismo cultural o formar a guías para el turismo de discapacitados.

Resumen desde la fundación que en estas dos décadas han organizado 160 exposiciones por las que han pasado cuatro millones de personas de veinte países, desde Mauritania a Jordanía, Líbano o Turquía. Continúan con su labor editorial. Sin embargo, la reducción en los presupuestos que han ido sufriendo les ha llevado a racionalizar los recursos hasta el extremo. Se recicla todo el material posible de las exposiciones, los veinte trabajadores montan y desmontan y trasladan todo el material y no se encarga prácticamente nada a empresas externas. Traducción de textos, diseño gráfico, ilustraciones o fotos las lleva a cabo el personal de la fundación. También están digitalizando fondos propios y otros de la Universidad de Granada, aprovechando los equipos de que disponen.