«Las mujeres nigerianas están muy cogidas por las mafias»
La investigadora y trabajadora social granadina María J. García se desplazó al norte de África para conocer el fenómeno
Ángeles Peñalver
Martes, 12 de enero 2016, 01:56
La trabajadora social granadina María J. García de Diego ha investigado sobre las jóvenes migrantes subsaharianas -especialmente nigerianas- y la trata en Andalucía durante más ... de cinco años y como resultado presentó su tesis doctoral hace unos meses. En su labor, incluso se desplazó al norte de África para conocer el fenómeno de cerca. La captación se realiza en las comunidades de origen, a partir de familias de escasos recursos y cuyos miembros ven en la migración una forma de promoción social y económica en sus aspiraciones de ascenso o mejora de la calidad de vida. La decisión, aunque tomada por cada mujer individualmente, es siempre o casi siempre consensuada y/o promovida desde las unidades domésticas u hogares a los que pertenecen. La chica adquiere una mayor - y fatal- responsabilidad en el grupo, pues depositarán sus expectativas en ella.
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La granadina ha investigado los casos de las nigerianas y sabe que son mujeres que están «muy cogidas» por las mafias. Las que ejercen en la calle viven en grupos de alrededor de seis mujeres por piso de media. La vivienda suele ser vieja, pequeña y con pocas condiciones higiénicas. Además se enclava en barrios concretos donde los migrantes subsaharianos son habituales. Alguna mujer es la encargada de controlarlas, aunque la misma podría ser también sujeto de trata, si bien obtiene beneficios de la red o fue tratada en el pasado y ahora ejerce de manera voluntaria. Además de estas féminas que controlan los pisos y a las nigerianas tratadas, un hombre nigeriano inspecciona varios pisos. Este sujeto es quien está en contacto directo o a través de 'sus superiores' con la madam. Carlos Cuervo, jefe de la UCRIF de Granada, también constata que algunas africanas, cuando acaban de pagar sus deudas con las mafias, se convierten en explotadoras del resto.
Es tan complicado explicar el proceso psicológico y el calvario que pasan las víctimas, que María J. García viajó hace poco a Madrid a dar un curso de formación a la Guardia Civil para ayudar a comprender y a mejorar el acercamiento hacia este modelo de esclavitud que se da en sociedades supuestamente avanzadas.
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