La papeleta de los más jóvenes

IDEAL ha vuelto a reunir a los partidos con más expectativas de voto para ponerle cara al inicio de la campaña electoral, la tercera en lo que va de año, cuarta en 18 meses. En esta ocasión son los más jóvenes de cada lista a quienes les toca salir en la foto y representar a sus respectivos partidos.

Además de Joaquín, que acaba de iniciar su segundo mandato como alcalde de Loja, Elena y Felipe también desempeñan responsabilidades municipales de gobierno. La primera es la concejala de Bienestar Social, Igualdad, Juventud y Anejos de Fuente Vaqueros mientras que el segundo, el más joven de los cuatro con sus 22 años, es el responsable del área de Desarrollo Local y Empleo de La Zubia.

La cuarta en discordia, Marga (25 años), concurre por tercera vez a unas elecciones tras las autonómicas y las municipales pero todavía no ha 'tocado pelo'. En estas últimas se quedó a un puñado de votos de acceder al Ayuntamiento de Guadix como número dos de su partido. A esta licenciada en Administración y Dirección de Empresas siempre le llamó la atención la política pero no fue hasta dar con el partido de Albert Rivera cuando se decidió a dar el salto.

Felipe es licenciado en Filología Hispánica y ahora alterna un máster con su trabajo en una concejalía a la que accedió desde las filas de Ganemos La Zubia el pasado mayo. Elena (26 años), licenciada en Políticas por la Universidad de Granada, también compatibiliza su faceta pública -por la que no cobra ni un euro, ni siquiera la asistencia a los plenos- con las oposiciones a Instituciones Penitenciarias, un futuro laboral que ve más seguro y estable que el proceloso mundo de la política.

El popular Joaquín Camacho, además de ser el más veterano de los cuatro, ha encabezado dos veces la candidatura de su partido en las municipales y se le ve con más oficio que sus compañeros, que tampoco tardan en soltarse. Viste chaqueta, que no es plan de salir movido en las fotos por la tiritera, y aguanta el tirón pese a que presidió un maratoniano pleno en su pueblo que empezó a las ocho de la tarde y acabó cerca de las dos de la madrugada. «Podíais haber terminado en un 'after'», le sugiere uno de sus contrincantes.

Los fotógrafos y el cámara que cubren la cita no paran de idear encuadres e imágenes que los cuatro candidatos cumplen sin rechistar. Que si delante del interminable muro del museo, que si en unas escaleras, que si sujetando con pinzas el cartel de sus respectivos líderes nacionales, que si en la pasarela en espiral que concede al patio del museo una estampa única, que si en un banco del parque... los recursos de los profesionales gráficos se antojan infinitos y más si los modelos son tan obedientes. Les toca incluso sentarse en el suelo, un trance que asumen gustosos como gajes del oficio.

Al atravesar el vestíbulo del museo camino del patio, una mesa infantil con sillas de colores llama la atención de los gráficos, que al final resisten la tentación de sentarlos ahí. «Son jóvenes pero no son niños», concluye el responsable de los fotógrafos de IDEAL, Ramón L. Pérez.

A diferencia de otras fotos de arranque de campaña, la de estas 'Generales' reúne a candidatos lejos de los puestos de salida. Ninguno de los cuatro se sentará, salvo milagro, en los escaños del Congreso de los Diputados. Eso no quita para que afronten la campaña dispuestos a dar batalla y a ser útiles a su partido. «Yo pedía ir en las listas», confiesa Felipe, que confía en que los buenos resultados de la marca de Podemos en La Zubia conquiste votos para la formación de Pablo Iglesias. A los otros tres los llamaron sus aparatos respectivos. «En mi caso fue mi presidente provincial, Sebastián Pérez, quien me lo pidió aunque le rogué no ir en puestos de salida porque la alcaldía de un pueblo como Loja exige dedicación plena», indica.

A la 'ciudadana' Marga la llamó Raúl Fernández, uno de los hombres fuertes de Luis Salvador, y aunque es consciente de que tiene muy difícil resultar elegida, su agenda está repleta de actos y acciones electorales en Guadix.

La sesión de fotos se lleva casi una hora y termina con un café en un local cercano. El ambiente, distendido desde un primer momento, se relaja más todavía y tazas y cucharillas son testigos de una charla a cuatro en la que abundan las confesiones sobre lo enriquecedora que es la política municipal, una actividad sin horas, gratificante y agotadora. «Creo que todos los políticos deberían pasar por ella», resume Elena por los cuatro.