Doce muertos por riadas desde 1990
El Consorcio de Seguros invertirá dos millones de euros por las inundaciones del pasado lunes con 250 incidencias a indemnizar
José Ramón Villalba
Jueves, 17 de septiembre 2015, 01:43
El mundo entero se reparte mes sí y al otro también catástrofes naturales, principalmente, motivadas por elementos como el agua: en EE UU, India, Chile, ... Nepal, Malasia, Alemania y España, por citar solo algunos ejemplos. No es un fenómeno nuevo, pero sí está cada vez más presente en los periódicos e informativos de internet, radio o televisión. Granada no se salva. En los últimos 25 años han fallecido 12 personas, víctimas de las avenidas de agua, los últimos cuatro perecieron el pasado lunes cuando fueron arrastrados por la tromba de agua en Albuñol y en la rambla de Polopos. Los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, CHG, comprenden desde 1990 hasta 2013 e incluyen a seis víctimas mortales en este periodo pero solo en la demarcación de su cuenca que excluye la zona costera. Por tanto a la cifra de la CHG hay que sumarle, las cuatro víctimas del pasado lunes 7 de setiembre, una más del 29 de agosto de 2013 cuando un vecino de Deifontes fue arrastrado por la intensa avenida de agua cuando trataba de sortear un puente en Iznalloz y el fallecido en Almuñécar en septiembre de 2007 cuando fue sorprendido por una tromba de agua en el garaje de su vivienda. Incluso podría añadirse una víctima más que murió el 8 de junio de 1995 en un accidente de tráfico con varios vehículos implicados en Alfacar, cuando una riada anegó localidades del cinturón metropolitano y los polígonos industriales de Juncaril y Asegra. La CHG no incluye a este fallecido en su recuento de víctimas de las inundaciones en el periodo comprendido entre 1990 y 2013. Hay un estudio de la Universidad de Oviedo sobre víctimas mortales en inundaciones en el periodo 1990-2010 que atribuye a Granada el cómputo de diez víctimas en ese periodo, pero en el registro de esos datos se desliza un error ya que atribuye la muerte de cuatro personas en Granada en las inundaciones de junio de 1995, cuando en realidad solo pereció una y no como causa directa de la tromba de agua, sino por un accidente de tráfico por una colisión.
26 litros por metro cuadrado en solo diez minutos
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Una estación pluviométrica de la Universidad de Granada instalada en laSierra de la Contraviesa registró el pasado lunes precipitaciones de 26 litros por metro cuadrado en apenas diez minutos. La Agencia de Meteorología ubicó puntos donde se recogieron 84 litros en la Contraviesa pero en un espacio de tiempo superior a las dos horas e incluso en elpantano de Rules se llegaron a embalsar 92 litros por metro cuadrado en esa mañana del lunes 7 de setiembre. «El riesgo está en la intensidad. Muchas precipitaciones en poco tiempo», señala AgustínMillares, ingeniero fluvial.
Las cuatro víctimas de las riadas del pasado lunes en los pueblos costeros de La Alpujarra son un claro ejemplo de las dos principales causas de mortalidad en inundaciones: las imprudencias y vivir en zonas de riesgo inundables en habitáculos en mal estado.
El primer fallecido, un varón de Gualchos de 61 años, intentó cruzar con su vehículo una rambla en Polopos donde el caudal multiplicó por cien su media en cuestión de pocos minutos. Lo mismo le ocurrió el 29 de agosto de 2013 a un vecino de Deifontes, quien perdió su vida en Iznalloz, tras ser arrastrado por una importante avenida de agua cuando intentaba cruzar con su vehículo un puente desbordado por un torrente de agua. La fuerza del líquido elemento cuando baja en torrente resulta implacable. «Una de las recomendaciones es evitar siempre cruzar zonas de ramblas o ríos cuando el agua baja en tromba, la posibilidad de ser arrastrado es grande. El consejo es buscar siempre una zona alta, hay muchas muertes por imprudencias», comenta Manuel Navajas, jefe del centro coordinador de emergencias -Cecem- de Granada. El mes de enero de 2010 una mujer de 71 años murió ahogada en su vivienda de Valderrubio. Decidió bajar de la primera planta, donde se encontraba, al bajo y allí la rescataron ya poco antes de morir. Otra negligencia más, quizá por ignorar el riesgo real de la situación.
Los otros tres fallecidos el lunes fueron arrastrados desde donde vivían, dentro de una tubería o desagüe en una rambla de Albuñol, conocida con el nombre de la Angostura, hasta el mar. Desde 1990 hasta la fecha no se habían registrado unas inundaciones con tantos fallecidos: en 1990 murieron dos personas y en 1996 otras dos. Y en la fina memoria de esta provincia ha planeado durante toda la semana la cruel tragedia de las inundaciones de La Rábita del 19 de octubre de 1973 cuando perdieron la vida medio centenar de personas.
La mejor forma de prevenir estos problemas pasa por respetar los caminos del agua. «Una riada no se puede prevenir, pero sí es necesario gestionar los caminos del agua de forma muy escrupulosa y no tan suicida como se ha hecho hasta ahora, poniendo por encima de todo los intereses económicos de unos pocos. Respetar es atender, la planificación, ejecución y gestión de estos caminos del agua». Las palabras son del catedrático de Ingeniería Civil de la Universidad de Granada, Miguel Ángel Losada, quien considera que el riesgo derivado de estos fenómenos crece conforme se ocupan espacios que son propiedad natural del agua.
«Nosotros llevamos estudiando esta cuenca (sur del litoral granadino) diez años y en la zona de la riada del pasado lunes hemos contabilizado ya tres inundaciones en este tiempo, por tanto no es un fenómeno nuevo. Debemos acostumbrarnos a conocer mejor nuestro sistema hídrico, a tener memoria del comportamiento de estos fenómenos, por lo menos, para no ocupar terrenos por donde el agua de los ríos o barrancos tiende a circular», advierte Agustín Millares, profesor de Ingeniería Fluvial de la Universidad de Granada. «Los ríos requieren libertad», señala.
El Seprona de la Guardia Civil también presentó un estudio en 2001 advirtiendo de la sobreocupación de zonas de barrancos y ramblas del litoral granadino. Catorce años atrás, el Seprona advertía el riesgo existente de que las posibles riadas que emergieran por la zona pudieran tener efectos devastadores y el tiempo les da la razón. Invernaderos instalados en zonas inundables, barrancos con su curso natural desviado y sobreexplotación de acuíferos, este era el mapa o fotografía que el Seprona hizo de la zona.
La Consejería de Agricultura, según los primeros datos, estima que el temporal ha perjudicado en la provincia de Granada principalmente a los municipios de Albuñol y Rubite, con alrededor de 75 hectáreas de invernadero afectadas, además de diversas infraestructuras de riego y caminos dañados. No debe caer en el olvido que tres de los cuatro fallecidos el pasado lunes vivían en una zona de invernaderos, refugiados bajo un cubo de hormigón, y el agua se los llevó como hizo con un buen número de invernaderos.
Indemnizaciones
El Consorcio de Compensación de Seguros es una entidad pública, adscrita al Ministerio de Economía y Competitividad, que indemniza los daños sufridos por los bienes y las personas cuando, estando asegurados, se hubiesen producido por los legalmente denominados riesgos extraordinarios. «Las primeras labores de urgencia dieron lugar en el caso de Andalucía a unas primeras estimaciones de unos 1.320 asegurados afectados y a un coste de aproximadamente 7.000.000 de euros, de los que estimamos que unos 250 siniestros aproximadamente corresponden a Granada y que esos casos de Granada podrían suponer un coste total en torno a los 2.000.000 de euros. La mayor parte de los daños se encontraban en Albuñol y en Cúllar Vega, además de otras localidades dispersas», comentó a IDEAL Alejandro Izuzquiza, director de Operaciones del Consorcio de Compensación de Seguros.
En cuanto a los daños materiales, a modo de ejemplo cabe destacar que sólo en bienes asegurados, en el período 1971-2013, según las estadísticas del Consorcio, el 43,2% de los expedientes tramitados han sido debidos a daños por inundaciones, que han supuesto el 60,7% del total de las indemnizaciones, las cuales, de media, suponen más de 130 millones de euros cada año en todo el país.
«De acuerdo con los plazos habituales del Consorcio de Compensación de Seguros, es razonable pensar que la semana próxima podrán realizarse los primeros pagos de los asuntos más sencillos de peritar, y que a 31 de diciembre estarán abonadas en torno al 90% de las solicitudes de indemnización recibidas. La comunicación de los daños por teléfono o por internet es muy fácil de realizar, pero estamos convencidos de que aún quedan solicitudes por recibir», apostilla Izuzquiza.
Tampoco debe olvidarse que Granada, su Vega y esta zona de Costa son áreas donde el riesgo de inundaciones es muy alto.
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