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Una despedida de chicas y otra de chicos se cruza en Granada.
El turismo de novios y amigos

El turismo de novios y amigos

Las despedidas de soltero son un sector en auge que mueve más de tres millones de euros y traen alrededor de 22.500 personas cada año a Granada

M. V. Cobo

Lunes, 7 de septiembre 2015, 00:39

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Granada aparece en el top ten de las capitales donde celebrar una despedida de soltero. Basta con hacer una búsqueda rápida por san Google y saltará su nombre en los primeros lugares en más de un portal: Más que viajes, Donde viajar o Ouyeaa, por citar sólo algunos ejemplos. Resulta rara la boda sin despedida previa, donde el novio o la novia, acompañados de sus escuderos más fieles, deciden tirar la casa por la ventana durante una, dos o tres noches. Y cuando buscan un lugar en el que entonar el adiós a la soltería, cada vez más apuntan hacia Granada. Estas celebraciones son una fuente de ingresos para algunos; pero un incordio para otros. El Ayuntamiento se plantea ponerles freno. ¿Qué dejan las despedidas en la ciudad? ¿Hay alternativas? IDEAL ha recopilado datos de varias fuentes para arrojar luz.

«Granada puede acoger una media de mil quinientas despedidas de soltero por año; sólo nuestra empresa Adiós mamá, Despedidas en Granada está en torno a unas doscientas por temporada». Las palabras son de José Manuel, portavoz y propietario de un negocio que suma ya diez años organizando este tipo de eventos en Granada y en la provincia de Málaga. «Granada es uno de los destinos preferidos porque es una ciudad universitaria, donde la tapa de los bares tiene mucho tirón y hay muy buen ambiente por la noche. Eso le gusta a la gente de otras provincias».

Nos detenemos en la cifra: 1.500 despedidas al año. Eso significa una media de 30 por semana. Pero hay que tener en cuenta que la mayoría se concentran en pocos meses. Con el buen tiempo, Granada suele llenarse de feligreses de despedidas procedentes, principalmente, de ciudades como Jaén, Almería, Murcia, Málaga o a mayor distancia Madrid; aunque también llegan de Aragón, Extremadura e incluso Galicia. «La elección de destinos como Málaga o Granada varía en función de la época del año, cuando llega la primavera la ciudad granadina es una de las preferidas».

Alrededor de las despedidas ha nacido una industria floreciente que organiza y getiona todos los detalles. No hay datos oficiales pero IDEAL ha recopilado información de varias fuentes solventes.

La Cámara de Comercio no tiene registrada ninguna empresa exclusiva de este sector, porque la inscripción es voluntaria y no obligatoria, como lo era antes. En Granada existen ocho agencias dedicadas a este fin: cuatro de ellas operan desde hace más de siete años y el resto han emergido al albur de la moda de este tipo de celebraciones.

150 euros por persona y día

Según los profesionales que se mueven y trabajan en el sector, este tipo de eventos traen en torno a 22.500 personas a Granada cada año, que suelen dejarse una media de 3,3 millones de euros entre copas, alojamientos, espectáculos y comida. El cálculo está hecho sobre un gasto medio por persona de 150 euros y día, aunque muchos superan esta cantidad. «Ese dinero se queda en Granada no se va a otro país ni a otra provincia, sino a la caja de muchas empresas, como son restaurantes, alojamientos turísticos, discotecas y negocios de espectáculos», defiende un empresario.

No todas las despedidas son iguales. Muchos hosteleros de la zona Centro, principalmente, no digieren nada bien los problemas generados por las despedidas sobre todo las low cost, las baratas, que ahuyentan a la clientela de bares de las calles Elvira, Navas, Realejo o Plaza Nueva cuando llegan con bocinas, semidesnudos, bebidos o acompañados de muñecas hinchables.

«Si a un bar o restaurante lo sancionan por los ruidos o por no cumplir horarios, ¿por qué con esta gente que incumple la ordenanza de la convivencia no se hace lo mismo?», se pregunta Antonio García, secretario de la Federación de Hostelería de Granada. «Después de manifestar nuestro rechazo a este formato, sí decimos que celebraciones organizadas por empresas con sus papeles en regla y respetuosas con las normas establecidas son bienvenidas. Otra cosa son los espectáculos que cada vez se ven más por Granada y habitualmente nos espantan nuestra clientela, ofreciendo una imagen pésima de una ciudad tan turística», añade.

Pepe Torres tiene varios negocios clásicos en la zona de Elvira, próximos a Plaza Nueva. «Nosotros debemos ser los primeros en negarnos a atenderlos cuando vienen alborotados. Si quieren tomar una copa que lo hagan como el resto, de forma cívica y sin generar problemas.Si les seguimos el juego, estamos perdidos».

Pero también hay negocios que viven de estas celebraciones y las defienden. Un portavoz de una empresa de limusinas de Granada, quien trabaja con las agencias dedicadas a las despedidas y prefiere no dar su nombre, advierte de que este tipo de eventos dejan mucha riqueza en la ciudad. «Nosotros llevamos más de ocho años trabajando con las despedidas. Podemos asegurar que las principales quejas las genera una minoría de grupos que vienen por su cuenta o con precios muy rebajados de empresarios sin escrúpulos. Este sector le puede estar dando trabajo a más de 300 personas los fines de semana y no nos lo podemos cargar. Sí soy partidario de que quien incumpla la ordenanza de la convivencia pague como cualquier otro ciudadano, pero eso no es lo habitual, sino lo excepcional. Cuando nos vienen grupos les solemos advertir de que no se sobrepasen y cada vez son más las empresas que acompañan a estos grupos con un monitor, precisamente para evitar estos problemas. Por una minoría no se puede crucificar a un sector entero».

Entre los afectados y las voces críticas están los vecinos. El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos deGranada, FranciscoLópez de Haro, no arremete contra las despedidas en general. Matiza: «Nuestra queja no es contra estas celebraciones, sino contra los grupos que van por la calle montando ruido y dando una pésima imagen de la ciudad creyendo que aquí vale todo».

La vigilancia

La Policía Local de Granada, al menos en este último año, ha dispuesto de una pareja de agentes encargados de controlar las despedidas de soltero en la zona de calle Navas y Plaza Nueva.Una forma de disuadir las grandes algaradas en temporada alta. «Yo he presenciado un sábado por la tarde cómo han tenido que cerrar las terrazas de los bares de la calle Navas durante dos o tres horas porque habían invadido la calle cuatro o cinco grupos de despedidas, con sus bocinas, los litros en la mano y los disfraces. Y también cómo hemos multado a algún bar por servirles alcohol en la calle», señala un agente.

La Policía Local no tiene clasificadas las denuncias a personas que participan en las despedidas, pero sí tiene datos sobre hechos que generalmente están asociados a los desmanes de algunas de estas celebraciones. Así, en 2014 los agentes impusieron doce denuncias por el uso de egáfonos en la calle y siete de ellas se concentraron entre los meses de abril y junio; 178 sanciones por orinar en la calle; 169 por hacer ruido; y 97 por el uso no permitido de música en la vía pública. No todas estas multas se dirigen a los participantes en las despedidas, pero buena parte de ellas sí.

Es la radiografía de una moda que suscitado el debate. El Ayuntamiento montará en septiembre una comisión para ver cómo compatibilizar un fenómeno que genera 3,3 millones de ingresos a la ciudad y, al mismo tiempo, evitar las molestias generadas por una minoría, que suele ser ajena al circuito reglado de agencias dedicadas a estas celebraciones. Despedidas de soltero: ¿divorcio o boda?

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