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El féretro con el cadáver de Otilia M. H. es trasladado desde su vivienda de Armilla hasta el Instituto de Medicina Legal, el lunes sobre las 09.05 horas
«Ha pasado algo muy serio en casa y me voy a suicidar»

«Ha pasado algo muy serio en casa y me voy a suicidar»

El autor confeso del crimen, de 72 años, era muy celoso y mantenía discusiones periódicas con la víctima, con quien llevaba casado 40 años

José Ramón Villalba

Domingo, 23 de agosto 2015, 01:36

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El teléfono del puesto de la Guardia Civil de Armilla sonó pasados pocos minutos de las siete de la mañana de este lunes para avisar de un nuevo homicidio contra una mujer. Al otro lado, un hombre de 72 años advierte: «Necesito que vengan rápido porque ha pasado algo muy serio en casa y me voy a suicidar (...)». La víctima, de 68 años, perdió la vida tras recibir dos hachazos: ambos en el cuello. En los archivos policiales no consta ninguna denuncia por violencia de género contra el homicida, ni siquiera tiene antecedentes penales. Los vecinos del entorno, como suele ocurrir en este tipo de casos, confesaron ayer a IDEAL que nunca habían escuchado discusiones entre la pareja y tampoco en la noche de autos. Sin embargo, las hubo y bastantes.

Dos agentes de esta demarcación se desplazaron a la calle Alberto Sols número de 1 de Armilla y en cuestión de pocos minutos estaban tocando al timbre de la vivienda. La puerta la abrió el autor confeso del crimen, con las manos y la camisa llena de sangre. «Mi mujer está arriba», espetó.

Uno de los guardias subió los escalones interiores de la casa adosada en busca del dormitorio del matrimonio. Desde la misma puerta pudo ver la peor escena de su carrera profesional. La víctima yacía sin vida en la cama y envuelta en un charco de sangre. Otilia M. H. es la primera mujer asesinada en Granada por violencia de género en este año 2015 y la sexta de Andalucía.

El arma del crimen, un hacha, se encontraba tirada en la escalera interior de la casa con las huellas intactas de quien la utilizó y restos de sangre de la mujer asesinada. Las fuentes consultadas no descartan que la mujer muriera del primer impacto recibido con el hacha, sin llegar a despertarse.

El matrimonio residía en esta casa desde hacía 13 o 14 años, según comentó un vecino de la vivienda número 24, una de las más próximas a esta casa, quien definió al criminal como una persona «rara» e «introvertida», incapaz de «mantener una conversación coherente porque cambiaba de tema con mucha facilidad».

La Guardia Civil fija como hora del crimen las siete de la mañana de ayer y en principio no ha trascendido ningún dato de que este hombre sufriera ninguna perturbación mental ni estuviera en tratamiento psiquiátrico. El matrimonio tiene dos hijas mayores de edad que no residían en la misma vivienda, aunque solían visitarlos.

El homicida confeso, Juan de Dios H., era tachado como un hombre muy autoritario y celoso de todos los movimientos de su esposa. Los propios vecinos reconocieron ayer que a la mujer se le veía poco o prácticamente nada por la zona. Las discusiones entre ambos eran periódicas y quienes lo conocen dicen de él que tiene un acentuado carácter machista que siempre hacía prevalecer sobre su esposa. Este hombre estaba jubilado de su trabajo de taxista en la capital granadina y es natural de la localidad de Pulianas.

El arrestado avisó a la Guardia Civil de sus intenciones de suicidio, pero no fue capaz de hacerlo. Sí tenía una nota escrita a bolígrafo expresando lo «mala» que era su mujer y la familia de ella, por ello había tomado la decisión de asesinarla después de mucho tiempo. El autor confeso mantuvo la calma sentado en un sofá de la planta baja de la vivienda, mientras los agentes de la Guardia Civil efectuaban su trabajo.

Hace tan sólo siete días, otro hombre se arrojó por un balcón en la barriada del Zaidín después de dejar malherida a su mujer tras golpearla brutalmente con una barra. La mujer logró salvar su vida, el agresor falleció.

La Guardia Civil se llevó detenido al autor confeso del crimen poco antes de las nueve de la mañana.Fue conducido a dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada. Poco después, sobre las doce del mediodía, era trasladado desde los calabozos hasta el Hospital Ruiz de Alda donde fue atendido por los servicios sanitarios al encontrarse indispuesto. Fuentes oficiales del instituto armado han comentado que seguramente hoy pase a disposición judicial. Evidentemente su paso por el hospital fue más un paseo que una necesidad porque su indisposición no conllevó ingreso hospitalario ni nada parecido. Recibió el alta antes de las tres de la tarde.

El detenido dijo a los guardias que acudieron al domicilio que no tenía intención de matar a su mujer.Aunque de las palabras a los hechos, en este caso, va un mundo.

40 minutos de frialdad

La primera llamada telefónica efectuada al puesto de la Guardia Civil de Armilla no sirvió para que reconociera los hechos, hubo que esperar a que los agentes y la policía judicial se personaran en el domicilio para que este individuo confesara el crimen, mientras su esposa yacía durante muerta más de 40 minutos en medio de un charco de sangre en la habitación de arriba. No le quedó otra salida que declarar.

La autoridad judicial autorizó el levantamiento del cadáver sobre las 09.05 horas de la mañana. El cuerpo de Otilia era conducido al Instituto de Medicina Legal donde se le practicó la correspondiente autopsia. Este asesinato eleva a 32 el número de víctimas de violencia machista en lo que va de año. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad lleva contabilizados la muerte de 24 mujeres y otros siete casos aún están en investigación.

El 90% de las mujeres asesinadas en este año no habían presentado denuncia contra sus maltratadores y carecían de protección. El teléfono 016 contra el maltrato no deja huella y está operativo las 24 horas del día.

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