Los 'gps' no funcionan en la garganta del Atlas

Los nueve miembros de la expedición Atlas 2015 iban muy bien equipados y llevaban un año preparando la marcha al cañón del Wandrass, en el Atlas marroquí, tal y como han confirmado a este periódico familiares, amigos, montañeros y profesionales del rescate. Las autoridades marroquíes se descolgaron el lunes acusando a los espeleólogos de ser unos imprudentes por adentrarse en una zona desconocida sin medios y sin llevar si quiera gps para orientarse. Tras hablar con expertos en alta montaña y en espeleología que conocen los pormenores de esta expedición, han confirmado a este periódico que en la garganta donde se encontraban los tres expedicionarios rescatados el gps no puede funcionar porque pierde el contacto con el satélite que les facilita la identidad de la ubicación exacta donde se encuentran, incluidas coordenadas de posición.

«Las acusaciones efectuadas han sido gratuitas porque los componentes de esta expedición llevaban muchos años haciendo montaña y espeleología, sabían medir muy bien los riesgos que corrían y habían estudiado de forma pormenorizada el terreno por donde se iban a mover», apuntó ayer el familiar de un miembro de la expedición.

Sin embargo, la precariedad de medios con la que contaban los gendarmes alauitas era tal que tuvieron que pedir prestada una cuerda de cincuenta metros a un componente del grupo Espeleosocorro andaluz que viajó a Marruecos para colaborar en el rescate, aunque no permitieron la colaboración de los miembros de este colectivo en las labores de ayuda a los accidentados. Los 16 componentes de este grupo de espeleólogos andaluces, entre los que hay dos personas de Granada, regresaron ayer de Uarzazate a tierras andaluzas.