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Cortijo de Dúrcal donde fue detenido 'El Pistolas' el pasado 4 de febrero.
'El pistolas' vuelve al chabolo

'El pistolas' vuelve al chabolo

La historia de cómo cayó hace pocos días un temido delincuente con 17 robos con violencia

José Ramón Villalba

Lunes, 16 de marzo 2015, 00:56

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Salió de prisión cuando 2013 estaba a punto de dar sus últimas campanadas y ha vuelto un año después, semana arriba, semana abajo. El 'Pistolas' es un joven de Churriana de la Vega de tan solo 27 años que ha hecho más carrera en la calle que en el pupitre de la escuela. Quienes lo conocen no saben muy bien por qué ha tardado tan poco tiempo en abrazarse a ley de la calle donde el más quinqui es el rey. 'El Pistolas' tiene un oficio y suele disponer de trabajo, además de una vivienda puesta a su nombre y no sufre ningún problema de adicción a las drogas. Abandonó los estudios, para convertirse en uno de esos líderes de la plaza del pueblo que de lunes a jueves maquina qué harán los fines de semana y a partir del viernes por la noche solo barruntan cómo derrapar encima del Código Penal, pensando que el mundo gira alrededor de ellos.

El pasado mes de octubre caía la banda liderada por este joven. Los cuatro detenidos estaban acusados de doce atracos y en prácticamente todos, siempre bajo el principio de presunción de inocencia, participó 'El Pistolas'. Se escapó, mientras arrestaron a sus tres compinches de andanzas conocidos con los alias de 'El indio', 'Tociegos' y 'Ramos'. El joven de Churriana de la Vega no quería volver al chabolo, donde los minutos parecen no moverse del reloj y los días siempre se visten con la misma rutina. Doce robos con violencia son demasiados para perder de vista a este joven. El grupo de Atracos de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Granada no quiso dejar ni un solo elemento al azar en la búsqueda de este delincuente.

Montaron vigilancias nocturnas y diurnas en aquellos lugares por dónde se solía mover. Hubo noches donde las discotecas del triángulo formado entre Las Gabias, Churriana y Armilla se convirtieron en un hervidero de guardias civiles vestidos de paisano con el ávido cometido de arrestar a este escurridizo vecino de Churriana de la Vega. Noches enteras, tardes completas, mañanas sin descanso... Pero no había forma.

En una discoteca de Alicante

Mientras la vigilancia policial se intensificaba, iban llegando denuncias de atracos a gasolineras y supermercados de la zona de Ogíjares, Churriana, Vegas del Genil y Las Gabias con el sello de 'El Pistolas', era su territorio.

La eficaz investigación desarrollada por los agentes de Atracos de la policía judicial logró ubicarlo un buen día en una discoteca de Alicante. Una patrulla de la Guardia Civil le pidió la documentación y se identificó con el nombre y los apellidos de un familiar suyo. Mintió a los agentes y los investigadores de Granada lo supieron. Aquella noche no iba solo, sino acompañado de otros cuatro individuos a quienes los investigadores comenzaron a seguirle la pista y a uno de ellos se le ubicó en un cortijo de la sierra de Dúrcal. La finca había sido alquilada el pasado mes de noviembre de 2014 por un individuo que tenía una orden de un juzgado para ingresar en la cárcel y cumplir una condena de dos años. El arrendamiento se rubricó quince días después de la detención de los otros tres compinches del Pistolas, a quienes le imputaron la comisión de doce atracos.

Los investigadores del grupo de la policía judicial de la Guardia Civil de la brigada de Atracos avanzaban poco a poco, pero avanzaban. 'El Pistolas' no solo acudía al cortijo de Dúrcal, también utilizaba otros domicilios para esconderse y huir de la Guardia Civil. Podría haber utilizado al menos ocho, desde el pasado mes de octubre hasta el día de sus detención.

Otro buen día, una patrulla rural de la Guardia Civil le pidió la documentación muy cerca del paraje donde se encuentra el cortijo que mantenía arrendado junto a su compañero de andanzas en Dúrcal. Los investigadores conocieron 'ipso facto' el lugar donde había sido identificado por una patrulla de la zona. Los agentes estaban a punto de cantar bingo, porque ya en ese momento supusieron que 'El Pistolas' se encontraba refugiado en el mismo cortijo donde se escondía el otro prófugo de la Justicia.

Los agentes ya sabían donde se podía esconder este peligroso delincuente, solo faltaba asegurarse de su presencia en esta finca. Seis guardias civiles del grupo de Atracos rodearon el cortijo y esperaron a que saliera alguien por la puerta para ir a por él. Eran las 8.45 horas del pasado 4 de febrero y los policías judiciales del instituto armado hicieron guardia por espacio de cuatro horas hasta que se abrió la puerta del cortijo. El primero en salir fue el compañero de 'El Pistolas' quien se encontraba huido de la Justicia y pendiente de cumplir una condena de dos años en la cárcel. Los guardias lograron ponerle las esposas... pero mientras se hacían cargo de este individuo, 'El Pistolas' protagonizó otra de sus fugas, salió del cortijo, saltó dos alambradas que cercaban la finca y empezó a correr monte arriba. El día, el pasado 4 de febrero en el que se registró una nevada en casi toda la provincia, no estaba para mucha correría. El agente de la Policía Judicial de la Guardia Civil logró darle alcance... ahí terminó la fuga de este joven de Churriana de la Vega y su camino de regreso al chabolo de la prisión de Albolote donde las leyes del más kie, en lenguaje carcelero, o del más fuerte, son las encargadas de regir al día a día entre los presos.

Callado y cabizbajo

'El Pistolas' no abrió la boca para nada. Bajó la cabeza, entró en el vehículo policial y puso rumbo a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil donde pasó 72 horas antes de ser entregado al juzgado de guardia. No quiso prestar declaración ante los agentes. Después fue enviado a la prisión de Albolote de donde salió un año antes.

Durante el registro efectuado en el cortijo de Dúrcal, los investigadores hallaron una pistola eléctrica, un espray de pimienta similar al utilizado en algunos atracos cometidos por la banda de este individuo, así como máscaras, lámparas halógenas, dos bultos de ropa y un poco de comida.

Una de las costumbres de este individuo después de cada robo era quemar la ropa, por lo cual no se ha encontrado ninguna prenda de las utilizadas en sus atracos, aunque los investigadores sí cuentan con una pericial muy importante que puede implicar al detenido en prácticamente todos los atracos de los que está acusado, diecisiete. Los agentes del grupo que han llevado esta investigación de la Guardia Civil quieren resaltar «la estrecha y buena colaboración que han obtenido del grupo de Atracos de la Policía Nacional en todo momento», señalan.

'El Pistolas' convive desde hace dos semanas con el resto de su banda en la prisión de Albolote, de donde viene entrando y saliendo desde el año 2009 cuando lo acusaron de perpetrar numerosos robos a establecimientos comerciales de Churriana de la Vega y ese entorno. Posteriormente, Policía Nacional le endosó el atraco a un salón de juegos en 2010. Pasó una larga temporada en la cárcel, unos tres años, y en menos de ocho meses estaba otra vez y siempre bajo la presunción de inocencia, enfangado en atracos, robos y siempre por la misma zona del cinturón metropolitano. 'El pistolas' ha cambiado la calle por el chabolo.

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