Se acabaron los cambios
La creación de nuevas líneas de largo recorrido serán las últimas grandes modificaciones del transporte urbano hasta que llegue el metro
Daniel Olivares
Lunes, 1 de diciembre 2014, 00:37
El modelo del transporte urbano de Granada se quedará tal y como está al menos durante los próximos dos años. La incorporación de las tres ... nuevas líneas de largo de recorrido -SN3, SN4 y SN5- que entraron en funcionamiento el pasado lunes son las últimas grandes modificaciones que sufrirá la red de autobuses públicos de la capital hasta que el metro entre en funcionamiento. En la Concejalía de Movilidad, su responsable, Telesfora Ruiz, lo tiene claro. Después de recuperar las conexiones largas entre barrios como Zaidín y Chana, este último con Los Rebites y Parque Nueva Granada con Zaidín, los ajustes que puedan producirse serán de menor trascendencia hasta dentro de dos años. «Es un período transitorio. El Plan de Movilidad fue creado teniendo en cuenta que Granada contará con un sistema de transporte como el metro. Pero esto se demora y, según ha dicho el delegado de Fomento de la Junta de Andalucía, puede que no contemos con él hasta dentro de dos años.
Una vez que esté en funcionamiento será momento de estudiar qué modificaciones hay que realizar. Todo apunta a que desaparecerá una de las tres líneas que se han puesto en marcha esta semana», explica Telesfora Ruiz a IDEAL. Esa línea será la SN5, que cubre desde esta semana el recorrido entre la avenida de Cádiz y Parque Nueva Granada a través del Camino de Ronda, Severo Ochoa y Constitución, un itinerario muy similar al que recorrerá el futuro transporte metropolitano.
Tampoco habrá más variaciones en la Línea de Alta Capacidad. Su recorrido, una vez que se ha alargado hasta la Plaza de las Américas, se mantendrá inalterable. Ruiz defiende la bondad de esta línea. Como argumento antepone que desde algunos barrios como Zaidín o Albaida le han solicitado sus asociaciones de vecinos que amplíen el recorrido hasta el PTS y hasta la estación de autobuses, respectivamente. Estas peticiones no serán atendidas. «No es posible porque habría que hacer obras de adaptación, ya que la LAC cuenta con plataformas de acceso y otros elementos y habría que hacer modificaciones en la ciudad. Teniendo en cuenta que el metro estará dentro de dos años y hará esa función, la inversión sería importante», justifica la edil.
7,3 millones de kilómetros
Desde que entró en funcionamiento el pasado 29 de junio, el nuevo modelo de transporte ha generado todo tipo de debates. El Ayuntamiento ha defendido a capa y espada su idea. A pesar de ello, ha tenido que ceder a las peticiones de numerosos vecinos. Los barrios han recogido firmas y el equipo de gobierno ha dado un paso atrás después de dar varios hacia adelante con su plan. Desde la Concejalía de Movilidad lo denominan «ajustes lógicos». Desde verano a noviembre se han producido varias novedades. Fruto de ello son las tres nuevas líneas señaladas, que hace una función similar a varias de las antiguas líneas y que han supuesto la supresión de la N0 y de la S5, además de la modificación de la U1, la S2 y la C6. Antes de eso se incorporó el servicio especial al cementerio desde Puerta Real, del que ahora estudian su mantenimiento bajo la denominación de C7.
¿Qué suponen estos cambios en términos técnicos? El proyecto original tenía previsto reducir en un 17% el número de kilómetros anuales que recorren los autobuses. Eso se dijo en febrero de 2013, cuando la reordenación de la red de transporte estaba aún en pañales. También, señaló Rober, se recortaría el número de autobuses que circulan por la ciudad y pasarían de 173 vehículos a 86. Según apunta Telesfora Ruiz a este periódico, con la LAC, el número de carrocerías pasó inicialmente de 181 a 140. Con la aparición de las nuevas líneas de largo recorrido se ha producido un incremento y, en horas puntas (de 7.30 a 8.30 horas), circulan hasta 160. Ese aumento en veinte autobuses y la longitud de los nuevos itinerarios suponen casi 1.300.000 kilómetros anuales más, según precisó Ruiz en la presentación de las nuevas líneas. De 6.076.000 kilómetros se ha pasado a 7.350.000 kilómetros.
No obstante, la concejala defendió que el ahorro se mantiene con el nuevo modelo, gracias a la negociación del contrato con la empresa concensionaria, operación que redujo el precio del kilómetro de 5,03 euros a 4,84 euros. A precio de 28 de junio, un día antes de implantarse el nuevo modelo, con esos 7.350.000 kilómetros, la factura final sería 36.972.705 euros. Los mismos kilómetros con el precio actual del contrato equivalen a 35.614.425 euros, esto es, 1.358.280 euros menos, según Telesfora Ruiz.
Desde la oposición hacen otros cálculos. Al portavoz de IU, Francisco Puentedura, su calculadora le señala que la compensación a la que se verá obligado hacer frente el Ayuntamiento a final de año será de «un millón de euros». Las cuentas las ha desarrollado a partir de la factura de junio de 2014, la última a la que ha tenido acceso su grupo. En cualquier caso, hasta que no se cierre el año los números no serán certeros de ningún modo. Todo son aproximaciones. Aún así, Puentedura entiende que el equipo de gobierno «pretende confundir y engañar a la ciudadanía con la excusa del abaratamiento del coste por kilómetro aplicada para este año y pretenden convencer de que el sistema es más barato cuando no es cierto». A su juicio, «obvian una parte importante» y dicen «una verdad a medias».
«La factura del transporte público en la ciudad de Granada tiene dos variables. En primer lugar el número de kilómetros que se hacen y su coste, y, por otro lado, lo que la empresa recauda mediante el billete ordinario y los distintos títulos de viaje. Lo que tiene que pagar el Ayuntamiento es la compensación, es decir la diferencia entre los kilómetros y lo recaudado. El efecto es que, al final, el Ayuntamiento tenga que compensar más dinero y pagar un sobrecoste de 2 millones de euros en este año y al menos 2,2 millones más para el año 2015», sostiene el portavoz de IU.
Un millón menos
Un técnico de transportes consultado por este periódico apostilla otro parámetro a las cuentas de Telesfora Ruiz. Según apunta, de los 2,7 millones de usuarios que asegura la edil que usaron el transporte público en septiembre pasado, al menos un 20% -Movilidad lo cifra en el 19%-, algo más de medio millón, hicieron transbordo, por lo que los viajeros que generaron ingresos fueron 2,1 millones. La cifra supone un 6,5% menos que en septiembre de 2013, cuando usaron el autobús 2.494.517 viajeros. Según estas estimaciones, los usuarios que pagan por usar el transporte urbano se han reducido en casi 150.000 viajeros. «De producirse el mismo descenso en los ingresos durante un año que el calculado para septiembre -ese 6,5%-, la pérdida resultante sería de unos 1,5 millones viajeros de pago. Con las tarifas actuales del servicio, muy variadas y con valores muy diferentes, pueden significar una pérdida aproximada de ingresos de un millón de euros», estima el técnico.
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