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Vista general de la muralla Zirí de Granada, uno de los BIC en mal estado de la capital.
Una dejadez monumental

Una dejadez monumental

El yacimiento de los Mondragones y la muralla Zirí entran en la lista negra del patrimonio histórico español amenazado y se suman así al reguero de joyas arquitectónicas granadinas protegidas, pero abandonas

Ángeles Peñalver

Miércoles, 24 de septiembre 2014, 00:53

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La Alhambra conmemora este año su 30 aniversario como elemento incluido en la Lista de Patrimonio Mundial, pero no todos los monumentos granadinos tienen tanto que celebrar. La asociación nacional Hispania Nostra, presidida por la Reina Sofía y con el duque de Huéscar de vicepresidente, también ha puesto a Granada recientemente en su punto de mira, pero para nada bueno, sino para darle un tirón de orejas a las administraciones por la mala gestión que han tenido con el último hallazgo histórico de gran calado aparecido en la capital. La plataforma histórica ya ha incluido el yacimiento de los Mondragones -recién descubierto- en su lista roja del patrimonio amenazado.

La entidad -de interés público- considera que los hallazgos que se pusieron al descubierto hace apenas un año, en el seno de unas obras públicas y un aparcamiento subterráneo, están en peligro. En el área, se encontraron villas romanas que configuraban un centro administrativo, político o religioso, donde la población cumplía los ritos de la vida social romana con una especial función comercial. «Esas edificaciones han sido catalogadas por la Real Academia de Bellas Artes de Granada como extremadamente importantes», apostillan desde la entidad nacional, que alerta además de la aparición de un templo del siglo IV, muy delicado, «que podría ser la primera prueba arqueológica de presencia cristiana en la Granada romana». «Además hay numerosos enterramientos que se extienden hasta el siglo VII después de Cristo, de carácter visigodo».

Tanta riqueza ha sido maltratada, según Hispania Nostra, que critica que gran parte de los restos han sido trasladados y han quedado almacenados a la espera de futuras decisiones, «provocando la descontextualización, la pérdida de información vital y el cese de un proceso arqueológico de gran riqueza».

Frente a esa dejadez, la entidad madrileña y la Academia de Bellas Artes de Granada piden que la zona se declare como Bien de Interés Cultural (BIC), petición asumida también por el Fiscal Superior de Andalucía, Jesús García Calderón. Ningún amante del arte da crédito a lo acontecido hace solo unos meses. Y aunque la Junta anunció que construirá un museo con los restos más relevantes, la realidad es que los mosaicos desmontados han sido trasladados al Museo Arqueológico de Granada, cerrado desde 2010 por graves deficiencias estructurales. Para más 'inri', la iglesia del siglo VII se encuentra almacenada en cajas mientras siguen las obras en el espacio que ocupaba, según Hispania Nostra.

A no muchos metros de Los Mondragones, la muralla Zirí del Albayzín -uno de los vestigios más antiguos de la ciudad- también entró en la lista negra de esa entidad nacional hace apenas dos meses. De ella se conservan distintos tramos, en su mayoría abandonados y degradados, invadidos por vegetación que daña la muralla y que la pone en riesgo de incendio. Actos vandálicos, pintadas, expolios e incluso algún incendio han afectado a ese elemento, superviviente ancestral en la geografía de la capital a pesar de la desidia de sus moradores. «Es normal ver gente subida a la muralla y especialmente a la Puerta Monaita, convertida en lugar de fiestas y botellones», relatan en Hispania Nostra. Según sus expertos, «se hizo una obra agresiva a medias y está paralizada desde 2007, con estructuras de hormigón que afectan al bien y a su entorno».

Algarinejo

Esa asociación nacional -no es la única que protesta por la siguiente causa- ha pedido hasta la saciedad que se preserve el castillo de Torre Pesquera de Algarinejo, otro elemento incluido en la lista roja «por peligro de hundimiento». El edificio es una de las atalayas defensivas del reino nazarí, explica Noelia Jiménez, corresponsal de IDEAL en la zona. Declarado BIC desde hace años, ha alcanzado el estatus de «casi ruina». Así lo define el alcalde del municipio, Jorge Sánchez (PP), quien asegura que no se ha actuado en la torre nunca, pese a que en 2010 la Delegación de Cultura de la Junta habló de una actuación de emergencia de 60.000 euros. Mientras, el Ayuntamiento centra hoy día sus esfuerzos en la conservación del yacimiento de Villavieja, según algunos expertos de mayor valor histórico.

Batallas ancestrales

En Baza, los defensores de los monumentos andan agitados. La Mesa por el Patrimonio, formada por una asociación y los partidos PP, IU y PA, ha pedido en las últimas semanas a la Junta de Andalucía, al Defensor del Pueblo y al Ministerio de Educación y Cultura que se supervisen las obras del nuevo edificio de Servicios Sociales Municipales que se va a levantar en la ladera de su histórica Alcazaba, una zona «abandonada», según los denunciantes. A pesar de estos, las calles bastetanas siguen aglutinando muchos elementos en peligro, según la lista roja de Hispania Nostra. En concreto, la referida Alcazaba árabe, que preserva algunos tramos de murallas y torres. Aunque es Bien de Interés Cultural desde 1985, «presenta un estado general muy lamentable, con graves agresiones a lo largo del tiempo».

Lo anterior lo sentencia Hispania Nostra, que también denuncia un riesgo inminente de hundimiento. «Existe un proyecto de restauración inadecuado a juicio de las asociaciones Granada Histórica y Baza Histórica». Estas han pedido intervenciones rigurosas y obras de limpieza, además de un proyecto de restauración anunciado por la Junta para 2012 (6,2 millones de euros), nuevamente prometido en el Parlamento Andaluz en junio de 2014 y aún a la espera de dar sus primeros pasos.

A pocos metros de la Alcazaba de Baza, el convento de San Jerónimo, en el que según el corresponsal José Utrera las obras de recuperación están a punto de arrancar, fue un poderoso monasterio fundado en 1502 por Enrique Enríquez, tío carnal de Fernando el Católico. Del inmueble se conserva la capilla mayor y se mantienen en pie algunas dependencias monacales en muy mal estado (restos del claustro herreriano, almazara, etc). Parte de su propiedad es municipal y otra particular, y las obras que se van a acometer - por enésima vez anunciadas- por parte de la Junta y del Ayuntamiento pretenden rescatar del hundimiento casi total algunas dependencias.

El Palacio de los Enríquez de Baza, una fortaleza renacentista concebida como villa de campo, fue seguramente otro de esos lugares esplendorosos que hoy encarna la decadencia. Mandado construir por los tíos de los Reyes Católicos, conserva artesonados mudéjares con policromía de la época plateresca, pilares y columnas, algunas de sus rejas, abundantes escudos de armas y restos de lo que debieron ser unos lujosos jardines. En su interior alberga armaduras de carácter mudéjar y por ello fue declarado BIC en 1975, aunque hoy el aspecto exterior del palacio es el de una «pura ruina», describe Hispania Nostra, entidad patrocinada por la Consejería de Cultura de la Junta y el Banco de Santander, entre otros. El Ayuntamiento de Baza adquirió el edificio hace unos cuatro años y la Junta de Andalucía llevó a cabo obras de emergencia, pero el complejo aún clama por una intervención ambiciosa.

Además de lo mencionado, Carlos Morenés, vicepresidente ejecutivo de Hispania Nostra, recuerda que siguen incluidos en la lista roja -la mayoría a instancias de la asociación Baza Histórica- los baños de la morería (de propiedad particular), la casa de los Páez Espinosa, el castillo de Benzalema, la Ermita de San Sebastián, la antigua Estación de Ferrocarril del siglo XIX -de propiedad estatal-, el palacio neoclásico de los Marqueses de Cadimo y el Palacio Episcopal (s. XVIII) -de propiedad particular-. Todos y cada uno de ellos hacen alarde de una dejadez monumental engordada por la crisis de los últimos siete años.

Montejícar

Según el Partido Popular e Hispania Nostra, los yacimientos arqueológicos del cerro del Castillo (BIC, desde 1985) y de los Allozos, en Montejícar, corren auténtico peligro. Los vestigios consisten en una ciudad fortificada de época ibérica donde se han encontrado útiles y cerámica de la cultura argárica y restos de otra fortaleza medieval del siglo IX.

El Ayuntamiento de Montejícar hizo su propia carta arqueológica y construyó un gran camino con una excavadora mecánica, desde el pueblo al cerro del Castillo, para levantar un mirador turístico. «Este sendero atraviesa los yacimientos causando graves daños y en la zona hay riesgo de expolio», señalan desde Hispania Nostra.

Cristo del Paño

Uno detrás de otros los proyectos se eternizan. La idea de restaurar el Castillo de Moclín (s. XIV) lleva rondando en los papeles de la Junta de Andalucía más de un lustro y justo por estos días debería ya abrir al público luciendo en todo su esplendor, pero no es así. En 2010 se aseguró que tres años más tarde refulgiría la fortaleza -en cuyo interior está el santuario del Cristo del Paño- a la que un bombardeo en la Guerra Civil dejó despedazada. Desde entonces, los intentos por recuperar al completo el único cinturón de murallas nazaríes que se conserva al completo en la provincia han sido infructuosos. Ni el Milenio de Granada logró engalanar del todo el monumento, y eso que era una de sus prioridades. El año pasado se empezaron a acometer obras de restauración -aún incompletas- financiadas con cargo al 1% Cultural del Ministerio de Fomento, que aportaba 2,2 millones, y con fondos de la Junta de Andalucía, que ponía un millón de euros. Pero otra vez se repite la misma historia: hace unos meses se tuvieron que paralizar las mejoras para realizar «una última modificación al proyecto». Según el concejal de Cultura del municipio, Carlos Lucena, «está previsto reanudarlas en noviembre, tras las fiestas locales, con lo que en dos o tres meses se ejecutará la última fase, de unos 200.000 euros, que concluirá los requisitos de seguridad y accesibilidad del inmueble histórico», informa la corresponsal Noelia Jiménez.

Guadix

No figura en ninguna lista negra nacional, pero la Alcazaba de Guadix (s. XI) es vista por vecinos y asociaciones culturales como uno de esos elementos a los que le urge ser mejor preservados. En esto están de acuerdo hasta socialistas y populares. Hace poco, el exalcalde del PSOE José Luis Hernández Pérez clamaba por el estado de la fortaleza y del seminario del siglo XV y denunciaba que se «caen a trozos». «Sigo soñando con un Parador Nacional y espero que también esos sueños del obispo Juan se hagan realidad. Sería el mejor homenaje que le podíamos tributar».

Pero -hasta el momento- la única realidad es que hace pocas semanas un incendio en la Alcazaba reabrió el debate sobre el estado de conservación del recinto, BIC desde 1931 y de titularidad municipal hace 14 años. Una década ha cumplido ya el convenio entre la Junta y el Ayuntamiento para mejorarla. Ni el acuerdo ha conseguido frenar que las administraciones, ahora de distinto color político, se reprochen mutuamente del deterioro de la zona. El monumento empeora y no se hace nada por él, según el corresponsal J. J. Pérez.

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