Málaga gana por más de un metro

El metro de Málaga empezará a rodar de forma oficial el próximo miércoles. La capital de la Costa del Sol lleva varias semanas preparándose para un acontecimiento que puede cambiar la vida de sus ciudadanos. En principio, las dos líneas diseñadas entrarán en funcionamiento al mismo tiempo. Eso sí, la obra está inacabada. El metro malagueño dibuja una 'Y' en el mapa de la ciudad. Un ramal, el de la línea 1, parte de la zona universitaria de Teatinos y transcurre en paralelo y al norte de la avenida Duque de Ahumada para desembocar 6,7 kilómetros después en El Perchel, justo donde se encuentra la estación de tren María Zambrano. La otra, la línea 2, sale desde el Palacio de Deportes Martín Carpena y arriba al mismo sitio tras cubrir 4,6 kilómetros. Poco antes de El Perchel, en el puente Juan Pablo II confluyen ambas líneas para conectar con la 'pata' final de la 'Y', que es el tramo aún sin hacer y que tiene prevista su ampliación hasta conectar la estación del AVE con el centro de la ciudad en la Alameda Principal.

Solo 2,2 kms en superficie

En total, Málaga inaugurará el próximo miércoles 11,3 kilómetros de metro, de los cuales 9,1 kilómetros transcurren bajo tierra y 2,2 kilómetros (de la línea 1) lo hacen en superficie. Esta es la principal diferencia entre el transporte de la Costa del Sol y el de Granada. Tres cuartas partes del recorrido del metro de Málaga son soterradas, mientras que el granadino será justo el contrario: solo 2,73 kilómetros de los 15,9 kilómetros totales será subterráneos. El resto, 13,1 irá en superficie. La inversión, en cambio, ha sido similar. Mientras que en Málaga la Junta de Andalucía ha gastado 600 millones de euros hasta la fecha, en Granada la cifra va ya por 558 millones -la previsión era de 460 millones, incluido el material móvil-.

La diferencia total entre dos infraestructuras muy diferentes entre sí es de 42 millones de euros. Hacer un metro con el 80% de su trayecto soterrado ha costado casi lo mismo que otro cuyos trenes irán en superficie durante el 83% de la única línea. Eso sí, en Málaga aún restan por rematar las obras de las vías que lleven el metro hasta el centro de la ciudad, que no estarán concluidas hasta finales de 2017, según la previsiones de la Consejería de Fomento, y que fueron licitadas hace algo más de una semana por 45 millones de euros, dinero que habrá que sumar en el futuro al diferencial económico de sendas infraestructuras.

Para la capital malagueña, esta tercera pata del proyecto es vital. Según explica el periodista del diario Sur, Ignacio Lillo, primer malagueño que subió a uno de los vehículos en la fase de pruebas, «sin conexión con el centro el metro no tiene sentido del todo, puesto que Málaga es una ciudad muy dependiente de su centro urbano».

A pesar de ello, se espera que la puesta en funcionamiento del nuevo transporte público sea un éxito. Lo justifica el hecho de que ambas líneas unen dos de los distritos más populosos de la ciudad, entre ellos, Cruz del Humilladero, una zona de Málaga que posee la mayor densidad de población de Europa, según un reciente estudio. Este es uno de los motivos por el que la Junta de Andalucía se ha atrevido a dar el paso de poner ya en marcha el metro. Hay posibilidad de demanda, ya que solo en entre el distrito de El Perchel y el de Cruz de Humilladero estará dando servicio a más de 240.000 habitantes.

También dará cobertura a la comunidad universitaria, que es menor que en número a la de Granada pero que supera las 40.000 personas entre estudiantes, personal docente y demás trabajadores. Igualmente, la línea 1 tendrá una parada junto a la Ciudad de la Justicia y el Clínico, dos centros que aportarán una gran oferta de viajeros al metro. La línea 2, por su parte, atravesará otro barrios bastante populosos como Huelin, La Luz-La Paz o El Torcal, y además permitirá el desplazamiento de aficionados hacia el Martín Carpena, donde disputa sus partidos el equipo de baloncesto de la ciudad.

Más estaciones en Granada

El metro de Málaga contará con 17 estaciones repartidas entre las dos línea, diez en la línea 1 y seis en la línea 2. La decimoséptima es la de destino. En ese apartado, Granada, con su mayor longitud, supera de largo en número de paradas al de su vecina.

El metro ligero granadino tendrá 26 estaciones, nueve más para cubrir los 4,8 kilómetros que le separan en longitud de su 'hermano gemelo'. Un dato que explica quizá que el coste de ambas infraestructuras haya sido similar. La diferencia de kilómetros soterrados se compensa con la mayor longitud del metro granadino.

Los vehículos, eso sí, son idénticos. En eso la Junta de Andalucía no ha hecho distinciones. Ambos son de la empresa CAF y están preparados para circular tanto en superficie como bajo túnel a través de vías exclusivas, alcanzando una velocidad máxima de 50 km/h en tramos urbanos y de 70 km/h en trazados interurbanos o soterrados. Aquí radica otra diferencia. El de Málaga será más rápido y llegará antes a su punto de destino puesto que podrá circular a la máxima velocidad en el 80% de su recorrido. Bien es cierto que el de la Costa del Sol cuenta con dos líneas que acortan las distancias, mientras que el de Granada unirá dos pueblos separados entre sí por los casi 16 kilómetros de línea. En este sentido, son conceptos muy distintos de transporte.

Según los estudios previos, el metro de Málaga puede llegar a atender una demanda de 26 millones de viajeros al año una vez que se complete el recorrido hasta el centro. En Granada, las estimaciones para el primer año de vida hablan de casi 9 millones de usuarios, que se incrementarán en el futuro a casi 13 millones, justo la mitad que espera Málaga a largo plazo. Es la última gran diferencia entre estos dos 'primos lejanos'.