El acusado de matar en Granada a dos personas por una televisión acusa a su hijo de efectuar los disparos

El acusado de matar a un padre y su hijo por una discusión motivada por un televisor se ha declarado este lunes inocente y ha culpado a su hijo, menor de edad, de los hechos.

La Audiencia de Granada ha iniciado el juicio con jurado popular contra Israel G.R., un joven acusado de asesinar el 28 de febrero del año pasado a un padre y su hijo, todos vecinos de un bloque de la zona Norte de Granada capital.

La defensa ha argumentado desde el inicio del juicio que Israel no fue el responsable de la muerte de las dos víctimas y ha subrayado que tampoco fue el autor de ninguno de los disparos.

Los hechos que se juzgan desde este lunes tuvieron lugar poco antes de las cinco de la tarde cuando se encontraron en el portal del edificio Joaquín, un joven de 34 años que murió en el acto de varios disparos, su hermano, el padre de ambos, que murió horas después por arma de fuego y el acusado.

Israel G.R. ha reconocido que discutió con sus vecinos por un televisor y que bajó al rellano del edificio cuando Joaquín hijo le pidió que lo hiciera por el portero automático.

El acusado ha dicho que los tres miembros de la familia le esperaban armados, que resbaló al bajar las escaleras y cayó al suelo, y que pudo esquivar un disparo cuyo fogonazo le hirió en el cuello.

"Veía fogonazos y sonaron disparos, pero estaba aturdido. Cuando miré a las escaleras estaba mi hijo con la pistola. La cogí, la dejé en el suelo, cogí a mi niño y subimos a mi casa. Y llamé a la policía", ha recordado el acusado.

Durante su declaración, Israel ha modificado las posiciones que ocupaban en el rellano los tres familiares, con dudas sobre el papel del progenitor, y se ha mostrado dubitativo también con la tenencia de las armas.

El acusado ha dicho que no recuerda que su hijo negara ser el autor de los disparos cuando la policía se personó en la vivienda y ha apuntado que el menor lloraba y estaba muy nervioso porque nunca antes había cogido un arma.

"Subí a casa herido, aturdido y nervioso. Temía por la vida de mi hijo y por la mía", ha subrayado Israel G.R., quien cayó en algunas contradicciones durante su defensa.

Dos de los siete disparos que recibió Joaquín afectaron a órganos vitales y le causaron la muerte en el acto y las heridas a su padre, que le desgarraron la femoral, le provocaron también la muerte horas después en un hospital de la capital.

La Fiscalía ha solicitado 35 años de cárcel por dos delitos de asesinato y el resto de delitos, un homicidio en grado de tentativa y la tenencia ilícita de armas se juzgará por separado.

El juicio continuará este martes con la declaración de varios familiares de los fallecidos y del hermano e hijo de las víctimas, presente en el momento de los hechos.