Edición

Borrar
Julia, Lauren y Sara junto a la Iglesia de Santa Ana :: M. AYLLÓN
I love Granada
granada

I love Granada

Julia, Assane, Lauren y Sara son cuatro jóvenes extranjeros que cuentan su experiencia de vivir en la ciudad de la Alhambra

MARÍA AYLLÓN RAMÍREZ

Lunes, 8 de abril 2013, 00:53

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La polaca Julia, el senegalés Assane, la americana Lauren y la sueca Sara son tres ejemplos de los muchos extranjeros que eligen Granada para estudiar, contagiarse de su cultura, costumbres, fiestas, tradiciones, perderse por rincones irrepetibles e impregnarse del aura mágico de esta ciudad que enamora.

Los cuatro jóvenes derrochan simpatía y cuentan por qué vinieron aquí, cuánto tiempo llevan y qué es lo que más le ha llamado la atención de esta ciudad. Coinciden en la amabilidad de sus gentes, en la impresionante arquitectura que enaltece sus calles, en el embrujo de la Alhambra y sus ricas tapas.

Julia Nawrot, tiene 29 años, es de Varsovia y en 2003 gracias a una beca vino a Granada a estudiar Filología Hispánica. La empezó y la terminó aquí. En 2010 volvió a Polonia y en octubre del año pasado, regresó para hacer el Máster de Estudios Literarios y Teatrales y quiere hacer también la tesis. Trabaja en AGU (Association of Global Universities, que es una empresa afiliada de ISA (International Studies Abroad) para que jóvenes de todo el mundo puedan estudiar en otros países.

Estudié en un instituto bilingüe en mi país, mi profesora madrileña Raquel de Literatura española me inspiró para hacer Filología Hispánica porque mi intención era estudiar Derecho. Seguimos en contacto y nos vemos una vez al año, nos tenemos mucho cariño. En 2003 hice la selectividad para extranjeros en Colonia (Alemania), los exámenes son similares a los de España, y por mis calificaciones me dieron una beca para estudiar en Granada, explica Julia.

Esta joven polaca reconoce que cuando vino a Granada con 19 años a la gente le llamaba mucho la atención que hablara tan bien español. Venía todos los veranos a España, hacía cursos y trabajaba como canguro. Mis padres tienen amigos españoles y desde niña he estado en contacto con la cultura española. Mi madre estudió Filología Hispánica y en mi casa hemos comido siempre tortilla española. En segundo de carrera ya me independicé de mis padres y además de la beca, compaginé mis estudios con otros trabajos de camarera o traductora. Tengo el corazón partío entre Granada y Polonia, asegura Julia.

Assane tiene 28 años, estudia el último año de Ciencias del Trabajo, lleva cuatro años en Granada. También hizo Turismo y Filología Hispánica en España. Decidió venirse porque conoció a un granadino que fue de viaje a Senegal, él fue su guía turístico y ya forma parte de su familia, me ofreció todo su apoyo y es como un padre espiritual, apunta. Desde hace cuatro meses trabaja en Acnur.

De Granada todo me llamó la atención, cualquier detalle, todo es especial. La Alhambra es una joya de la cultura árabe. En España hay más oportunidades que en mi país, pero no sé lo que haré cuando termine la carrera. Aquí tengo buenos amigos que son como mi familia, asegura este joven senegalés.

La californiana Lauren Barnum tiene 21 años y estudia Ciencias Ambientales y español. Vino en agosto del año pasado porque quería ver la Alhambra y se quedará hasta finales de curso. Es una ciudad pequeña y con muchos estudiantes. La gente es muy simpática, todo el mundo quiere ayudarme. La Alhambra me gustó mucho, me enamoré de las flores del Generalife. Sierra Nevada es muy bonita con la nieve, aunque no me gusta mucho el frío. Las horas en España son muy distintas a las de California, allí se sale a las 9 que es la hora de cenar aquí. Me encanta la siesta. Me llamó la atención que todas las tiendas están cerradas el domingo, allí ese día todo está abierto porque la gente aprovecha para comprar. En mi país es muy importante saber español, porque vive mucha gente de México, sí no hablas dos lenguas tienes menos oportunidades de trabajar, comenta.

Sara Kristoffersson comparte casa con Lauren y otra chica española en el centro de la capital. Sus compañeras le ayudan a corregir sus fallos a la hora de hablar. Sara es de Estocolmo (Suecia), tiene 26 años y es técnico en sonido, trabaja haciendo películas y ha aprovechado que es temporada baja en su país para venirse a estudiar español cuatro meses, volverá a Estocolmo a finales de abril. Una amiga de Suecia que estuvo aquí hace ocho años la animó a conocer la ciudad.

Quería visitar Granada para ir a Sierra Nevada, hay muchas montañas y está rodeada de naturaleza. La gente aquí no es orgullosa como en otras ciudades más grandes. Me gusta mucho el flamenco, estoy dando clases para aprender. Aquí la gente da besos, hay más contacto físico, allí dan la mano porque son más tímidos y no les gusta que invadan su espacio. Mi abuela materna es de Barcelona y quise aprender español para poder hablar con ella y que me cuente muchas cosas de su vida y de mi abuelo que murió, añade.

Granada tiene un magnetismo especial, sobre todo, para la gente de fuera porque conquista su corazón para siempre.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios