Imprudencias al volante

La ilusión con la que la gente se matricula en las autoescuelas para obtener el carné de conducir, el dinero y el esfuerzo que les cuesta a muchos aprobar, por un lado la teoría, y por otro la práctica, parece que con el paso del tiempo se convierte en descuidos que a base de repetirlos derivan en malas costumbres. Las principales malas prácticas al volante en Granada recaen sobre el uso incorrecto del carril derecho en la circunvalación, así como la forma de discurrir por una rotonda.

Calzadas con varios carriles

La circunvalación de Granada suele estar de 'bote en bote', especialmente sus dos carriles izquierdos que deja el derecho prácticamente vacío. Una situación que provoca que muchos se vean obligados a adelantar por este último, acto considerado como conducción temeraria. El simple hecho de que los conductores que pretenden incorporarse a la vía desde el carril de aceleración no realicen el ceda el paso, hace también que el resto de automovilistas vayan continuamente por el lado izquierdo de la calzada para evitar una posible colisión.

Atravesar glorietas

Cada vez es más común que los conductores que se desplazan por el carril derecho, frenen en seco por evitar un accidente con el vehículo que sale disparado del interior de la rotonda. Por no hablar de las malas incorporaciones a las mismas, así como el adivinar cuál es la salida escogida por el ocupante de la rotonda que se olvida de usar el intermitente para indicarlo.

Dos de las glorietas más conflictivas de Granada, con más afluencia de tráfico, son las correspondientes a las salidas 123 y 125 de la A-92, entradas a Maracena y La Chana respectivamente.

Parece que cuando se descuelga la 'ele' de la luna trasera del coche se produce una transformación para saltarse normas básicas y convertirlas en reglas, una premisa que se debería cambiar por la que se enseña en las autoescuelas: la única realidad en carretera es la prudencia.