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Un activista circula en bici frente a la Policía. / AP
Los países africanos se enfrentan a los ricos en Copenhague y paralizan las negociaciones
cumbre del clima

Los países africanos se enfrentan a los ricos en Copenhague y paralizan las negociaciones

Se niegan a "firmar la muerte del Protocolo de Kioto, el único documento legalmente vinculante que existe"

AGENCIAS

Lunes, 14 de diciembre 2009, 21:12

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La Cumbre de la ONU del Cambio Climático ha quedado bloqueada después de que las negociaciones alcanzaran un punto muerto y que miles de personas acreditadas se quedaran fuera del recinto de la conferencia a causa del colapso de los accesos. El bloque africano ha abandonado las negociaciones tras denunciar que los países industrializados están intentando "matar" el Protocolo de Kioto al intentar sellar un acuerdo más amplio que incluya compromisos vinculantes de reducción de emisiones contaminantes de las naciones emergentes.

La presidencia danesa ha dedicado la mañana a reunirse con los grupos regionales de la cumbre, ante la llegada de cerca de unos cincuenta ministros de Medio Ambiente, algo que ha molestado a bloques como el africano, porque implicaba cancelar las sesiones plenarias.

El presidente del grupo, el delegado argelino Kamel Djemouai, ha denunciado que la presidencia danesa trate de forma separada y mezclada elementos contenidos en las dos vías de negociación, la de Kioto y la de la Convención Marco de la ONU, con el propósito de vaciarlas de contenido. "Si aceptamos esta situación, firmaremos la muerte de Kioto, el único documento legalmente vinculante que existe", ha afirmado Djemouai.

La retirada africana era minimizada por el secretario ejecutivo de la conferencia, Yvo de Boer, quien ha asegurado que la presidenta de la conferencia, la danesa Connie Hedegaard, había dedicado la mañana a coordinar la agenda de la conferencia con los distintos grupos. Además, sendas ruedas de prensa de las delegaciones de EEUU y China, los dos países más contaminantes del Planeta, previstas para hoy han sido canceladas sin motivo, además de otros encuentros con los medios.

Guerra interna entre China y EEUU

El tono de las negociaciones se recrudeció la semana pasada, ante la negativa de los países emergentes a sellar acuerdos vinculantes -a los que según el Protocolo de Kioto sólo están obligados los países ricos- pero la presentación de dos borradores de trabajo pareció haber calmado algo los ánimos.

Las delegaciones de China y EEUU se enzarzaron en su particular guerra interna, al reclamar el uno del otro mayores compromisos medioambientales, mientras que los Países Menos Desarrollados, se unieron a la petición de las naciones ricas de que también los emergentes se comprometan de forma vinculante. De Boer ha insistido, sin embargo, en que la cumbre "no se ha suspendido" y ha anunciado que la presidencia había abierto consultas informales de "final abierto" para acordar los "temas clave" del documento final.

Las 192 delegaciones buscan sellar un acuerdo internacional de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) por parte de los países ricos, que sustituya al protocolo de Kioto, una vez éste expire en 2012, y que fije los fondos necesarios para que los países en vías de desarrollo hagan frente al cambio climático.

Un millar de detenidos

Paralelamente a las negociaciones formales, se suceden en Copenhague multitud de eventos y manifestaciones, algunas con resultados inesperados, como la que el sábado llevó a la detención de casi un millar de activistas. Entre ellos, el holandés Giovanni Dorrestein, que asegura que estuvo esposado en la calle durante nueve horas. Este joven de Utrech de 24 años relata cómo él y un amigo acudieron de nuevo a una manifestación ayer domingo, tras ser puestos en libertad, con la mala suerte de que su compañero fue detenido en otra redada en la que 'cayeron' otros cientos de jóvenes. Aún desconocía su paradero en la noche de ayer.

'Refugiado' en un bar de Christiania, el barrio de Copenhague que más se parece a Amsterdam -está permitido vender, comprar y consumir drogas blandas-, relata cómo después del lanzamiento de alguna piedra en medio de la manifestación la policía danesa cerró una calle y detuvo al millar de personas que se encontraban en ella. Según su relato, no fue trasladado a ninguna comisaría sino que permaneció en la calle hasta que finalmente decidieron liberarlo.

Hoy no acudirá a ningún acto por temor a ser detenido, ya que abandona la ciudad y no quiere perder el avión porque debe volver al trabajo. Este 'manager' musical asegura que acudió a la ciudad para acompañar a su amigo, antiglobalización, y se refugió en uno de los 'cuarteles generales' que los activistas daneses han puesto a disposición de sus 'colegas' extranjeros, donde pueden pernoctar gratis para participar en las protestas. Sin embargo, Giovanni habla poco de clima, tampoco se declara ecologista y pasa sus últimas horas en un barrio en el que sus habitantes aseguran no haber visto a muchos asistentes a la Cumbre por los alrededores.

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