De Madrid al cielo

Capilla de culto católico. Planta 33 norte. Abierta todos los días, de 8.00 a 22.00 horas. Celebración de la Eucaristía, martes y jueves a las 8.30 horas». El anuncio va rotando en las pantallas informativas de los ascensores de Torre Espacio en Madrid entre horarios de restaurantes, lavacoches y peluquerías. No tendría más interés si no fuera porque este sagrario construido a 140 metros sobre el nivel del suelo es el más 'elevado' de España. Tres veces más alto que la cúpula de San Pedro en El Vaticano y casi el doble que la Giralda. Todo un récord celestial -por cierto, no buscado-, en el cuarto rascacielos más largo del país. Roza los 230 metros.

El bloque es del Grupo Villar Mir, donde cuentan que la iniciativa partió de un puñado de empleados. «Si en el gimnasio se puede cultivar el cuerpo, ¿por qué no tener una capilla para cultivar el alma?», escribió un grupo de trabajadores al presidente de la corporación. A Juan Miguel Villar Mir, 78 años, conservador y profundamente religioso, le encantó la idea, cedió 150 metros cuadrados de los 56.250 repartidos en 57 plantas y corrió con todos los gastos, pese a que los fervientes empleados llegaron incluso a plantearse una colecta.

¿Qué habría pasado si la petición hubiera partido de oficinistas anglicanos, islamistas o budistas?. «Lo mismo», deja bien claro uno de sus promotores.

Sobre el plano, sólo había una pega: la capilla debía abrirse en las plantas 18 ó 33 por razones de seguridad: son las únicas a las que tienen acceso todos los trabajadores. Al final, se decantaron por el simbólico 33 -la edad de Cristo cuando murió en la cruz- para abrir esta diáfana capilla presidida por un gran crucifijo y la Virgen de la Inmaculada, patrona de España. La verdad es que las vistas tras el altar a la sierra madrileña son inmejorables. Casi se puede tocar el cielo.

La sencillez domina la estancia decorada con modernos bancos de acero inoxidable, casi minimalistas, para sesenta fieles. Aquí se han seguido todas las recomendaciones del Arzobispado de Madrid, pero también es verdad que el diseño de Torre Espacio se ha mimado al milímetro. Lo firman los interioristas que han dado su toque a las embajadas de Australia, Holanda y Reino Unido, algunos bufetes de abogados de relumbrón como el de Gómez Acebo & Pombo y, por supuesto, las nuevas oficinas de Villar Mir. Todos ellos están alojados en el mismo rascacielos.

Este rincón para el recogimiento en medio de tanto estrés acaba de cumplir su primer mes de vida con dos misas a la semana y la vocación de ser un «servicio más» en el parque empresarial Cuatro Torres Business Area, el nuevo skyline de Madrid, donde también hay otro récord de altura. El Eurostars Tower es el segundo hotel de España con vistas más elevadas. No ha podido con el Bali de Benidorm.

Rosario diario

Lo más curioso de la capilla son, quizás, sus compañeros de planta: un restaurante y distintas salas para celebrar reuniones y comidas de trabajo. Una invitación a los ejecutivos a pasarse por allí para apoyar sus negocios personales y corporativos con unos rezos.

Hasta se ha habilitado un correo electrónico para sugerencias. Unos piden el retraso de la misa de 8.30. Otros, un rosario diario, que se puso en marcha al poco de bendecir la capilla. «Eso sí, quien lo sugirió es quien lo dirige cada día», detalla un portavoz de la empresa. Falta por cerrar un detalle llamativo y cargado de simbolismo. Aviación Civil debe indicar qué tipo de foco se puede instalar en el sagrario para señalizar el punto exacto en el que se encuentra el Santísimo y lo pueda observar todo el norte de Madrid. La cuestión es no molestar al tráfico aéreo.

Los dueños y algunos trabajadores de la torre aguardan también, sin ocultar demasiado su impaciencia, a que el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, cierre su agenda y fije una visita oficial. Seguro que alguien le recuerda a su ilustrísima el eslogan 'De Madrid, al cielo'.