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Manuel y su esposa Maravillas, en la explotación ganadera que poseen en la Vega de Granada. / RAMÓN L. PÉREZ
Una familia de Granada que regenta una vaquería, asfixiada por la crisis
GRANADA

Una familia de Granada que regenta una vaquería, asfixiada por la crisis

La ruina en el campo se refleja en el caso de Manuel y Maravillas

M. A.

Viernes, 13 de noviembre 2009, 06:13

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De las dificultades por las que atraviesan los profesionales del campo granadino, sumidos hoy día en una profunda crisis a la que no ven salida, puede dar testimonio Manuel García González, un veterano agricultor y ganadero, con más de 45 años a sus espaldas trabajando la tierra y cuidando de su explotación en la Vega de Granada. Conoce por tanto mejor que nadie los sacrificios de una profesión heredada de sus padres pero que duda mucho que pueda transmitir a sus tres hijos. El motivo no es otro que la nula rentabilidad de la misma. O para ser más precisos, de las pérdidas que arrastra desde un tiempo atrás por la imparable subida de los costes de producción y la progresiva merma en el precio de la leche. Una situación ésta que contempla con desasosiego, pues no en vano podría llegar a obligarle a desistir de su actividad en poco tiempo. "Tengo tres y hijos y cuatro nietos que son la mayor ilusión de mi vida", relata Manuel para acto seguido apostillar que el negocio es ruinoso y le ha provocado tener "la moral por los suelos". Y lo dice con pesar, echando la vista a cuando era un niño y ayudaba a su padre repartiendo la leche por Granada. "Yo iba con dos cantarillas, todos los días antes de ir al colegio", rememora. Y desde entonces hasta ahora, con 60 años cumplidos y con un futuro incierto en el horizonte de su explotación ganadera. La diferencia entre entonces y ahora es que en esa época de los años 50 se podía vivir con lo que daban 14 o 15 vacas. Hoy, por el contrario, con 300 no se cubren gastos. La razón, que cada litro de leche se vende a 30 céntimos cuando su obtención cuesta 36. No hay negocio por ningún lado.

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