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F. A.
Viernes, 13 de noviembre 2009, 03:08
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El desastre vegetal sin precedentes que está suponiendo el picudo aún sigue topándose con la desidia de muchos propietarios. Y es que a pesar de que el picudo habita en las costas españolas desde 1994 aún falla la concienciación para luchar contra la plaga. «Quien piense que no va a perder sus palmeras está equivocado -asegura el técnico Joaquín Bustos- por lo que es necesario que contacten con cualquier empresa de jardinería para tratarlas». Y, evidentemente, una vez que se detecta un daño irreversible hay que eliminar el ejemplar lo más rápido posible pues el gusano se está expandiendo en estos días de manera 'dramática', según aseguran todas las fuentes consultadas.
A todo ello, explican los técnicos, es necesario que cambie de una vez la mentalidad de los dueños de zonas privadas de recreo, especialmente las infantiles, que podan las palmeras en verano por cuestiones estéticas, «lo que supone condenar a muerte al ejemplar al dejarlo mucho más indefenso ante la entrada del bicho en su interior». «La poda debe realizarse exclusivamente en el mes de enero y en verano solo quitar aquellas ramas que estén totalmente secas, sin nada de verde», aconseja Bustos.
El pequeño brote de esperanza ante esta plaga lo suponen el centenar de palmeras que a comienzo de verano se replantaron en todo el municipio, provenientes de la avenida de Salobreña. Han encajado bien el trasplante y aguantan el envite del gusano al ser tratadas como las demás. Sólo se han perdido cuatro ejemplares.
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