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Asiento vacío del embajador de la República Checa en Ginebra./ Efe
República Checa abandona la cumbre del racismo
polémica conferencia

República Checa abandona la cumbre del racismo

Los países que aún participan en el encuentro, tras el desencuentro provocado por Ahmadineyad, aprueban por consenso el documento oficial, esquivando los temas más espinosos

AGENCIAS |

Martes, 21 de abril 2009, 20:35

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La República Checa, que ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea, ha abandonado la Conferencia sobre Racismo de la ONU, según ha confirmado su embajador ante las Naciones Unidas en Ginebra, Tomás Husák. Praga se suma así a Israel, Estados Unidos, Italia, Australia, Canadá, Polonia, Alemania, Holanda y Nueva Zelanda, países que se han negado a participar en la Conferencia por considerar que se iba a convertir en un foro antisemita. Las conclusiones de documento oficial huyen de estos términos para conseguir el consenso.

Las polémicas palabras pronunciadas ayer en la jornada inaugural por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien calificó a Israel de racista, provocaron que los embajadores europeos salieran de la reunión. Por este motivo, la República Checa, según su embajador, ha decidido abandonar el evento, "porque el discurso de ayer fue la gota que colmó el vaso".

La Unión Europea debatió hasta el último momento su participación en la Conferencia y, en una reunión en Bruselas el domingo por la noche, se decidió sin consenso -Italia, Alemania, Polonia y Holanda boicoteaban la reunión- que sí acudirían, aunque no aceptarían "ninguna provocación". Los embajadores europeos consideraron una provocación las palabras de Ahmadineyad y por ello ayer abandonaron la sala donde el presidente iraní pronunciaba su discurso.

Evitar los temas conflictivos

El documento oficial de la Conferencia contra el Racismo de la ONU ha sido aprobado por consenso y será adoptado oficialmente en la asamblea plenaria en las próximas horas. El documento será aprobado tal y como fue consensuado la semana pasada tras arduas negociaciones, dado que ningún país ha presentado objeciones al texto.

El documento no hace ninguna mención ni a Israel, ni a los territorios ocupados, y sí que hace referencia explícita al Holocausto y a la necesidad de no olvidarlo. Asimismo, no incluye el concepto de "difamación de religiones", que apoyaban algunos países árabes y que fue excluido porque los occidentales temían que pudieran afectar a la libertad de expresión. Pillay agradeció públicamente a la delegación palestina y a la Organización de la Conferencia Islámica haber renunciado a presupuestos que les eran cruciales en aras a alcanzar el consenso.

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