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HALLAZGO. Trabajadores egipcios excavan ante los restos de la pirámide de Sesheshet.
La pirámide de Sesheshet
Desentierran en los alrededores de El Cairo el monumento funerario de la madre del rey Teti, el primer faraón de la Sexta Dinastía egipcia

La pirámide de Sesheshet

Desentierran en los alrededores de El Cairo el monumento funerario de la madre del rey Teti, el primer faraón de la Sexta Dinastía egipcia

JULIO ARRIETA

Miércoles, 12 de noviembre 2008, 09:56

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DESCUBRIR una pirámide te hace feliz, es increíble», decía ayer el arqueólogo Zahi Hawas, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, al pie del último hallazgo excavado por su equipo, la tumba piramidal de Sesheshet, una reina de la quinta dinastía. El monumento fue localizado hace dos años, pero los expertos no empezaron a desenterrarlo hasta hace dos meses. «Es un descubrimiento muy importante», subrayó Hawas. «Estamos acostumbrados a encontrar una tumba, o una estatua, pero hoy anunciamos el hallazgo de la pirámide de una reina», añadió. Bien es cierto que el monumento, encontrado en la necrópolis de Saqara, no tiene nada que ver en cuanto a colosalismo con las grandes pirámides de Giza, ni siquiera con la vecina pirámide escalonada del faraón Zoser, de 62,5 metros de altura. La tumba de Sesheshet apenas debía alcanzar los 15 metros de altura y si ha pasado desapercibida hasta ahora, a pesar de formar parte de uno de los cementerios reales más estudiados de Egipto, es porque el saqueo la redujo a un montón de escombros de apenas cuatro metros de alto. A pesar de todo, el monumento es importante porque contribuirá a conocer una época delicada del Egipto faraónico, el final del Imperio Antiguo. La reina Sesheshet vivió hace 4.300 años y su nombre ha pasado a la historia sobre todo porque fue la madre del faraón Teti, fundador de la sexta dinastía, que reinó entre 2323 y 2291 antes de nuestra era. Fue una época de vacas flacas que acabó con la familia real en el exilio y el país sumido en enfrentamientos internos. La pirámide descubierta ahora está muy cerca de la de Teti y de las de sus dos esposas, Khuit e Iput I. Todas parecen formar parte del mismo complejo funerario, por lo que, a pesar de la ausencia de pruebas directas, Hawas está convencido «al cien por cien» de que los restos pertenecen a la tumba de Sesheshet. El único documento localizado en la zona relacionado con la reina es un «papiro médico» en el que Sesheshet pide consejo sobre problemas capilares. Los arqueólogos no han accedido aún a la cámara funeraria y es poco probable que la encuentren intacta. Esta pirámide, como muchas otras tumbas reales, fue visitada por los ladrones de tumbas y aún hoy se puede observar un amplio agujero por el que estos entraron. Inscripciones Sin embargo, Hawas pronosticó que en su interior encontrarán «inscripciones que hablen de Sesheshet». El equipo de investigadores tiene previsto acceder al interior en el plazo de dos semanas. Los expertos también han localizado durante las excavaciones una capilla construida durante el Imperio Nuevo, en la que se conservan restos de escritura faraónica, así como parte del revestimiento de la pirámide. Con este hallazgo, el catálogo arqueológico de Egipto incluye 118 pirámides de las que se conserva al menos parte de la superestructura, según confirmó Hawas, quien cree que aún quedan tesoros por desenterrar. «Siempre digo que se desconocen los secretos que se esconden bajo la arena», sentenció.

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