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ASIGNATURA PENDIENTE. Raúl que han ganado varias 'Champions', Ligas, Supercopas e Intercontinentales no puede presumir de la Copa en su palmarés. /AP
Una Copa amarga para los grandes
FÚTBOL

Una Copa amarga para los grandes

Real Madrid, Barcelona y Atlético llevan más de una década sin alzarse con el título copero

DAVID VALERA

Miércoles, 29 de octubre 2008, 04:29

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Los dirigentes de los equipos más fuertes de España no escatiman esfuerzos en prometer a sus aficiones cada comienzo de curso luchar por todos los títulos, incluido la Copa del Rey. Sin embargo, los datos no engañan y evidencian una falta de interés por conseguir este trofeo que en algunos casos raya el menosprecio a una competición que permite a los conjuntos más modestos enfrentarse y sacar los colores a los ilustres de la Liga. El Real Madrid y sus aficionados tienen una imagen grabada en la retina asociada a la Copa. Era un 6 de marzo del año 2002, el día exacto en que el conjunto blanco cumplía cien años y el estadio Santiago Bernabéu acogía la final de la Copa de Rey entre su equipo y el Deportivo de la Coruña. Todo estaba dispuesto para celebrar el cumpleaños con un título. En el campo el proyecto 'galáctico' del entonces presidente, Florentino Pérez, comenzaba a erigirse con futbolistas como Figo o Zidane. Enfrente el conjunto gallego con jugadores de menos nombre pero con la calidad de Mauro Silva, Valerón o Tristán. Según transcurría el encuentro la fiesta en 'Chamartín' se tornó en drama tanto en las gradas como en el palco al comprobar cómo eran batidos en su propia casa (1-2) por el equipo blanquiazul. El 'Depor' le arrebataba la que consideraban «su Copa». Tuvo la oportunidad de sacarse la espina clavada en su orgullo en la final de 2004 frente al Zaragoza. Pero una vez más, los 'galácticos' mostraron su carácter terrenal y fueron superados por el conjunto maño. El equipo 'merengue' no ha sido capaz de levantar el trofeo desde 1993. En aquella ocasión bastaron los goles de Butragueño y Miquel Lasa para derrotar al Zaragoza y adjudicarse su decimoséptima y hasta el momento, última, Copa del Rey. Obsesión de Raúl e Iker Futbolistas tan emblemáticos como Raúl o Casillas que han ganado varias 'Champions', Ligas, Supercopas e Intercontinentales no pueden presumir de la Copa en su palmarés, un trofeo que les obsesiona. Se les brinda una nueva oportunidad este año. El primer choque ante el Real Unión se presenta asequible, aunque ya en 2000 otro Segunda B como el Toledo eliminó a los blancos. El Barcelona es junto al Athletic el club con más Copas en sus vitrinas (24). Pero la última que pudo lucir en sus estantes tiene ya 10 años. Data de 1998 cuando se impuso en los penaltis al Mallorca tras finalizar el partido con empate a uno. Es significativo que desde entonces no haya disputado una final con el agravante de sufrir humillantes eliminaciones ante equipos de Segunda B. Le ocurrió en 2001 al ser derrotado por el Figueres y la tragedia se repitió al año siguiente en Novelda, con remontada incluida del entonces colista de la categoría de bronce. La pesadilla se reprodujo en 2004 cuando los culés sucumbieron ante la Gramenet. Sevilla y Valencia El Atlético de Madrid completa el trío de abstemios coperos, ya que desde el histórico 'doblete' en 1996 con el gol de Pantic en la prórroga ante el Barça tampoco ha saboreado el título. Disputó las finales de 1999 y 2000 aunque perdió ambas frente a Valencia y Espanyol. La ausencia de los históricos de la Liga ha sido aprovechada por otros clubes que ya se codean con ellos en cualquier competición y son capaces de ocupar el vacío dejado en el torneo de su Majestad. Es el caso de Sevilla y Valencia, los dos últimos ganadores. Todos los traspiés ocurrieron cuando las fases previas del torneo se resolvían a partido único en campo del equipo de inferior categoría hasta los octavos de final. Pero la purga entre los equipos de Primera era de tal calado que, a pesar del sobrecargado calendario de competición, recuperaron las eliminatorias a doble partido desde la primera ronda para dificultar al máximo las filtraciones de los modestos.

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