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Domingo, 28 de septiembre 2008, 04:33
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La última hazaña de Amy Winehouse es más bien una guarrada. Ella, diferente a todas las demás artistas y 'celebrities', ha empañado más si cabe su imagen al devolver un lujoso vestido y otras prendas prestadas cubiertos de vómito. Alguien que sabe bien lo que pasó con la ropa contó con todo lujo de asquerosos detalles cómo la buena de Amy se cargó los 'trapitos', valorados en 46.000 dólares y propiedad del diseñador inglés Harvey Nichols.
«Desafortunadamente, vestida con esas prendas salió de juerga, Ella terminó en los baños, donde estaba violentamente descompuesta. Digamos que no era lindo», relató al 'Daily Mirror', donde la misma fuente cuenta cómo Amy tuvo la jeta de devolver la ropa el lunes «con hongos verdes y peludos» -esto probablemente es de su propia cosecha, puestos a ahondar en el desagradable episodio-.
La tienda de Harvey Nichols ha colocado ya a la cantante en la lista negra y le ha advertido de que no le prestará más ropa. Seguro que hasta un maniquí la luce con más gracia, ya que la polémica cantante de soul sigue afanada en su carrera hacia la autodestrucción y en ocupar titulares.
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