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AUTOMOVILISMO F1

Singapur seduce a Alonso

El asturiano realiza el mejor tiempo en la segunda sesión y dice estar encantado con la noche «por romper la monotonía de la Fórmula Uno» En el estreno del trazado, los pilotos se salieron veinte veces de la pista

J. CARLOS CARABIAS

Sábado, 27 de septiembre 2008, 04:52

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Los operarios de Singapur apostados cada diez metros en el circuito iluminado parecen clones del subcomandante Marcos. Un pasamontañas blanco anti-polución y una gorra roja acreditan su función de apoyo al buen funcionamiento de la carrera-franquicia de una nueva era en la F-1. El bochorno malayo, una humedad cercana al setenta y cinco por ciento, treinta grados en el termómetro, no es obstáculo para el desembarco de legiones de invitados de rasgos asiáticos a un 'paddock' acogedor, singular, urbano y con luna en cuarto menguante. Singapur estrenó su modelo de noche con un apreciable éxito.

Dayana Mendoza, la venezolana Miss Universo, pasea su esbeltez por el coqueto recinto de Marina Bay. Es el complemento perfecto para el experimento de la luces. Una lámpara cada cuatro metros y un trabajador, cada diez. Los invitados llegan en 'pick up' (automóviles con la parte trasera descubierta) en asientos forrados con dibujos de Snoopy hasta el callejón de garajes, donde Alonso y el resto de los contendientes se aprestan a tomar el pulso a la nueva pista.

Atmósfera festiva

Se respira una atmósfera festiva, de piso nuevo y champán para todos. Lo dice Flavio Briatore, encantado con el proyecto toda vez que apenas tiene que recorrer trescientos metros desde su hotel al 'paddock'. «Me gusta Singapur. Es el futuro, una ciudad cercana a los seguidores, espectáculo, buen ambiente. La nocturnidad es una gran idea y el trazado urbano también. Mónaco es intocable y Valencia, donde se hizo un gran trabajo, perdió alguna oportunidad por los precios. Pero el año que viene será mejor. Singapur es perfecto para Asia y para Europa».

La Fórmula 1 ha desechado el perfil rural. Los prebostes han tachado de la agenda plazas como Magny-Cours (en la campiña francesa), Hockenheim (sito entre pueblos) o Silverstone (a 120 kilómetros de Londres). Quieren nuevos Singapur. Lo dijo ayer Bernie Ecclestone. «Lo mejor es que en esta parte del mundo las carreras se disputen por la noche. Vamos a intentar que Japón sea la siguiente». Todo fue diferente en el debut de Singapur. Para empezar, las gradas. Nada de banderas rojas Ferrari en proporción ocho a diez, ni pancartas en apoyo a Fernando Alonso alusivas a la masculinidad de Hamilton. Ni el tradicional ambiente europeo. Al contrario, banderas de la cercana Australia, de la desconocida isla de Samoa, seguidores de Webber y del equipo Honda. Y fotos, muchas ráfagas de fotos durante todo el día.

Trompos

Ni siquiera las veinte salidas de pista durante las tres primeras horas de entrenamiento provocaron un mal gesto, algún reproche a la idea de Ecclestone de rentabilizar la noche de Singapur en el encuadre con el horario de Europa. Hubo todo tipo de trompos y choques contra los cercanos muros al asfalto, pero nadie culpó a la iluminación, a los escasos lux que proporciona la luna.

«Fueron los baches -cuenta Hamilton-. Las luces no me distrajeron». «Han hecho un gran trabajo. La pista es muy bonita», dijo Coulthard. «No hay problema por correr bajo las luces. El problema será si llueve», explicó el francés Bourdais.

Y lo mismo Alonso, quien enseñó lo mejor de sí mismo en un circuito de piloto, estilo Mónaco. Consiguió el mejor tiempo en la segunda sesión de entrenamientos (su tercer primero de la temporada) y se declaró satisfecho por la experiencia. «La noche nos ha gustado a todos los pilotos porque la F-1 se vuelve monotemática. Siempre es lo mismo. Y cuando hay algo que nos sirve como distracción, supone una motivación para todo el mundo».

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