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CARIÑOSO. 'Mandela' besa a la Reina en la sede de Adebo, en Rute (Córdoba). / EFE
El burro de la Reina
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El burro de la Reina

Doña Sofía se deja 'besar' por el asno alpujarreño 'Mandela' y apadrina al pollino 'Lluvia' en su visita a la Casa del Burro en Rute

JULIÁN MÉNDEZ

Jueves, 25 de septiembre 2008, 10:43

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DOÑA Sofía visitó ayer las instalaciones de la Fundación Casa del Burro en la cordobesa localidad de Rute. La Reina bautizó a un pollino de poco más de un mes de vida, al que impuso el nombre de 'Lluvia'.

Sin embargo, los momentos más divertidos y emotivos de la visita sucedieron cuando la Reina se encontró con 'Mandela', un burro con una triste historia detrás. Según explicó Pascual Rovira, responsable de la activa Asociación para la Defensa del Borrico (Adebo), 'Mandela' es un jumento rescatado tras diez años de encierro en una cueva de las Alpujarras granadinas. Pues bien, el pollino primero se animó a rascar la espalda de la ilustre visitante frotando rítmicamente su cabeza contra ella, para después besar a la Reina en la mejilla saltándose todos los protocolos.

La escena se produjo entre risas y después de que Rovira animara a doña Sofía con su ejemplo. El responsable de Adebo aseguró que la amabilidad y obediencia de 'Mandela' proviene de los incontables bombones con que es premiado el animal.

'Lluvia', hija de 'Camila', burra que fue apadrinada por el escritor y Nobel Camilo José Cela, fue bautizada más tarde por la soberana.

Para el acto se empleó una copa de anís. Se supone que 'Machaquito', marca mítica del dulzón licor producido en la localidad cordobesa y obtenido de la matalahuga o matalauva, pequeña semilla de un arbusto de talla mediana. Rafael Reyes Rodríguez, natural de Rute, empezó a destilar anís en 1860, de manera privada. Siglo y medio después, la tradición continúa.

El difunto Camilo José Cela fue, en su día, el primer impulsor del encuentro de los asnos con la Casa Real. Por su intermediación, la Reina debía haber visitado Rute en noviembre de 1998, pero un fuerte temporal obligó a aplazar la visita.

Doña Sofía cumplió ayer encantada, y bajo los paraguas, con el compromiso aplazado casi diez años. Tanto le gustó la visita que se mostró dispuesta a llevar a sus nietos a conocer los burros de Rute. En su estancia en la finca cordobesa, la Reina vio también a varios de los pollinos que Adebo regaló a la Casa Real: un par de burrillos donados a las infantas y otra pareja regalada a los príncipes Felipe y Letizia.

Todos los ejemplares, bautizados en su día por Cela o por Marina Castaño, duermen en las cuadras que la ONG ha levantado en una zona de pinares.

Ellos, como los demás jumentos acogidos en el centro, están exentos de realizar ninguna de las tareas que sus congéneres y antepasados han venido haciendo antes de la invención de la maquinaria agrícola y de los medios mecánicos de locomoción y transporte.

Ayudan a pintar

La Reina visitó también una pequeña exposición de pintura realizada por un artista local que cuenta con la 'colaboración' de los pollinos a la hora de trasladar los colores a los lienzos. Doña Sofía recibió indicaciones precisas por parte de Pascual Rovira sobre cómo lograr que los burros se mostraran tranquilos y sosegados ante el contacto humano. Sacó buena nota, porque no paró de besar y de acariciar a los asnos.

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