Eduardo Castro da por zanjada la polémica sobre el último viaje de Brenan a Londres
El autor de 'Al Sur de Granada' amaba el sol de Andalucía, la carne de membrillo y los celtas emboquillados El hispanista no quería ser un estorbo para nadie
ANDRÉS CÁRDENAS
Domingo, 14 de septiembre 2008, 03:20
Dijo alguien que no hay mejor bálsamo que el tiempo para curar las heridas y aclarar malentendidos. El periodista Eduardo Castro dio a conocer durante ... las jornadas sobre Brenan que se celebran en Pitres, detalles del llamado último viaje de hispanista, el que hizo a Londres cuando tenía 90 años, que en su momento causó una gran polémica y que ahora parece estar zanjada definitivamente al conocer los asistentes a la conferencia las razones de las partes que estaban a favor y en contra del traslado del hispanista a la capital británica. Eduardo Castro fue uno de los miembros de la comisión que se encargó del regreso de Brenan a España y revivió aquellos tensos momentos de la polémica que, en su momento, hizo derramar ríos de tinta.
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Brenan tenía ya 90 años y había sufrido una caída que le había lesionado la cadera. Vivía en Alhaurín el Grande con el matrimonio formado por el pintor sueco Lars Pranger y Linda Nicholson, escritora inglesa que había vivido con él desde 1968 y al que el hispanista consideraba su sobrina. Lars y Linda tenían dos niños pequeños y consideraron que Gerard Brenan estaría mejor atendido en una residencia de ancianos de Londres.
Traslado a Londres
El autor de 'Al Sur de Granada', al parecer, en un principio también estuvo de acuerdo, «porque no quería ser un estorbo para nadie», según había confesado en alguna ocasión. El 14 de mayo de 1984 se produjo el traslado del hispanista a Londres. Pocos días más tarde, fue el mismo Eduardo Castro el que dio a conocer a través de la prensa dicho traslado, lo que provocó la indignación de muchos amigos y entusiastas de Brenan, que consideraron que el escritor había sido llevado a Londres a la fuerza.
Éstos no podían comprender que el hispanista y viajero, que había vivido en España los últimos 67 años de su vida, quisiera volver a una ciudad a la que detestaba. «Él amaba el sol de Andalucía, la carne de membrillo y los celtas emboquillados», dijo Castro. Instituciones como la Junta de Andalucía y varios ayuntamientos se unieron para reclamar el regreso del escritor, con el compromiso de hacerse cargo de su cuidado físico y sanitario. El 21 de junio se produjo el regreso. El hispanista murió tres años después en su casa de la Cañada de las Palomas en Alhaurín el Grande.
Carlos Pranger, hijo de Linda y Lars y uno de los organizadores de las jornadas sobre Brenan, dijo después de la conferencia que sus padres consideraron que aquel traslado a Londres era lo mejor para el anciano hispanista que apenas podía valerse por sí mismo. «Fue un malentendido por la forma de ser de dos culturas diferentes. En España todavía está como mal visto el que un anciano ingrese en una residencia, pero en Gran Bretaña es totalmente normal», señaló.
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Visita a Yegen
Pero si se organizan jornadas de este tipo son precisamente para zanjar polémicas. Estos encuentros se iniciaron con una visita de los asistentes a Yegen, donde vivió varios años el hispanista y en donde también se habían levantado algunos recelos sobre su estancia en dicha localidad. «Creo que a partir de estas jornadas habrá un antes y un después», sentenció Pranger.
Eduardo Castro ha sido quizás el periodista que más veces entrevistó a Gerard Brenan, al que le había llamado la atención la capacidad de recordar cosas, narrar historias y contar anécdotas que tenía el autor de 'El laberinto español'.
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