Pasatiempos

LAS películas que ponen en los cines de verano suelen estar pensadas y estudiadas para calmar y distraer el aburrimiento de las largas horas veraniegas. Los carteles de presentación de las mismas muestran los estrenos más recientes y taquilleros que han salido durante la temporada.

El verano sirve para leer ese libro que lleva esperando impacientemente en la estantería a que se abra o también puede servir para ver sí está todavía en cartelera la película de acción y desencuentros que se nos quedó anotada y pendiente de ver. El fútbol de Granada ahora, se asemeja a los cines de verano de los pueblos, suele estar pensado siempre para hacernos pasar el tiempo lo más distraídos posibles, alejarnos de los calores del verano y seguir teniéndonos informados de las novedades que nos acontecen.

Cada uno elige pasar el verano de la mejor manera posible, hay quien se decanta por pasarlo bajo la sombrilla y frente al mar y a quienes, como el Granada CF y Granada Atlético, prefieren utilizar el verano para reunirse y unir posturas que hagan encontrar un posible acuerdo, principalmente económico, que ponga algo de coherencia a tantos argumentos y puntos básicos que andan perdidos. Pero parece que en la fecha en la que estamos, la unión o integración (como mejor prefieran) andan tan escondidos como el presidente del Granada CF en este tipo de reuniones.

Volvemos al cuento de nunca acabar con un final más que sabido. Cada cual como es natural barre para su casa y cuando se toca encima el punto económico, hay más de dos que miran para otro lado y tararean las mismas canciones de toda la vida.

Los intereses económicos y el acercamiento sobre algunos puntos, son claves para que se produzca una unión, aunque para ello hay que poner todavía muchos papeles en la mesa que no han aparecido.

Por otro lado está lo que se pretende mostrar, entre tanta reunión llega el momento de plasmar el acontecimiento histórico para la posteridad, para ello nada mejor que un par de fotos que demuestren una realidad inexistente. Las caras que aparecen en ellas pueden causar en el espectador perdido, la sensación que todo va genial, pero claro, quién no ríe cuando se encuentra delante de una cámara aunque las personas que acompañen no sean del agrado de los fotografiados.

Hay maneras mucho más amenas y entretenidas de pasar el tiempo que estar convocando reuniones para poner sobre la mesa los mismos temas y salir de ellas siempre con las mismas soluciones, es decir, ninguna. Me temo lo peor, pero parece tener pinta de otro montaje veraniego. Está claro que pase lo que pase en el desenlace de nuestra película, habrá que dar las gracias a nuestros protagonistas por ser capaces de poner en la cartelera un estreno que lleva nombres, caras y fotos. El sentido común y las ganas deben estar de vacaciones y han encontrado una manera más entretenida y provechosa de pasar el tiempo que sentarse en una mesa para dialogar y darle vuelta a los mismos temas de siempre. Las vacaciones no perdonan ni a los que dicen ser, los más trabajadores.