Granada se abona a ganar 'Batallas'

Definitivamente Granada, tan necesitada de fútbol de Primera, ha enloquecido con su selección, con la selección de todos, con 'La Roja' -que, por cierto, ayer vestía de amarillo-. La Fuente de las Batallas, sin agua para la ocasión, volvió a ser un guirigay de gritos, alegría desbordada, ruido, bocinas, cohetes y emoción a flor de piel.

España jugó como nunca y ganó como nunca. Había que estar a la altura. Y Granada lo estuvo. Echó el resto. «¿¿¿Qué viiiiva España!!!», cantaban una y otra vez los seguidores 'hispano-granadinos'. ¿Qué pulmones!

Almuñécar, Guadix...

En otras zonas de la capital, caso de la plaza de Einstein, o de la provincia -Almuñécar, Guadix..- el 'argumento' de la película fue el mismo: La calle fue de ellos y ellas, de la poderosa hinchada local.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado pusieron su granito de arena y cortaron el tráfico para que la fiesta fuera perfecta. Un dato: hubo más camisetas de 'La Roja' que el pasado domingo, cuando la 'vendetta' contra Italia. Y el domingo serán más. Seguro.

Es la prueba de que la temperatura futbolística sigue subiendo. Ya es fiebre pura y dura. También es la demostración de que el derrotismo de otrora es historia. España se ha sacudido definitivamente el mal fario.

Esto ya no hay quien lo pare. No se pueden poner puertas al campo..., sobre todo, si es de fútbol.

La crisis, aparcada

Granada se ha abonado a ganar 'Batallas'. Ahora hay que ganar la 'guerra'. Por primera vez, la todopoderosa Alemania parece asequible. Ya no hay complejos. Se acabaron después de lo de Italia. El espectáculo debe continuar a toda costa.

La afición, con la fe ya recuperada para unos cuantos lustros, siglos quizá, se lo merece.

La crisis, desaceleración o como se diga, va a pasar por unos días a un segundo plano. Ya habrá tiempo de lamentarse de la subida del petróleo y todo lo demás cuando el 'huracán rojo' remate la faena.

Ya sólo queda el último escollo para darse un baño de gloria. No importará que el domingo tampoco haya agua en la Fuente de las Batallas.

Esta vez, toca.

carlosmoran@ideal.es