Edición

Borrar
El hombre, de origen rumano, negocia con la intérprete y un guardia civil./ EFE
Los GEOS ponen fin al encierro de un policía rumano en un bar de Ávila
tras siete horas de incertidumbre

Los GEOS ponen fin al encierro de un policía rumano en un bar de Ávila

El joven Nicolai secuestró a los dueños amenazándoles con un cuchillo bajo la exigencia de un puesto de trabajo y una habitación

EFE |

Sábado, 24 de mayo 2008, 01:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La retención de los dueños del bar San Miguel de la localidad abulense de San Pedro del Arroyo por parte de un joven rumano ha concluido pasadas las 22.30 horas, momento en el que miembros del Cuerpo Especial de Operaciones de la Policía Nacional (G.E.O.) han entrado al establecimiento por la planta superior, después de siete horas de incertidumbre.

La intervención policial ha concluido satisfactoriamente pues han podido reducir al ciudadano rumano y liberar a los dos rehenes. La operación se ha desarrollado momentos después de que se hubiera ordenado la reanudación del tráfico en la zona se han vivido momentos de confusión, primero, y satisfacción, después, entre todos los presentes, según los testigos.

La Guardia Civil ha estado negociando con el hombre que amenazaba con atacarles con un cuchillo. Según fuentes municipales, se trata de un ex policía rumano que se encerró en el establecimiento después de atrancar la puerta con una máquina tragaperras. A la propietaria del local le colocó un cuchillo a la altura del cuello. A media tarde, se ha dirigido a los medios de comunicación y ha gritado: "Hola, España. Qué hacer Zapatero para mí, para extranjero".

El suceso se ha producido en la población abulense de San Pedro del Arroyo, de unos 850 habitantes, que dista unos 23 kilómetros de la capital. Hasta el número 21 de la calle Calzada, donde se encuentra el bar 'San Miguel', se desplazaron inmediatamente miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y acordonaron la zona, además de cortar en un trayecto de unos quinientos metros la carretera N-501, que une Ávila y Salamanca.

Una persona tranquila

El alcalde del municipio, Pablo Laureano, explicaba durante el cautiverio que las conversaciones con el hombre se estaban llevando a cabo a través de una ventana del bar, mientras que el resto de las ventanas del local se cubrieron con periódicos. Laureano confirmaba que lo que pedía Nicolai, nombre por el que se le conoce en el pueblo, es un trabajo.

El alcalde le ha descrito como una persona tranquila, que cuando llegó a este pueblo dormía en un coche, una situación que se mantuvo hasta que le acogió un familia polaca. Representantes de la Embajada de Rumanía en España se han desplazado a esta localidad abulense.

Se trata de un hombre que aparenta unos 30 años, viste una camisa verde, porta una mochila sujeta por la parte del pecho, lleva pelo corto, ha fumado varios cigarrillos y ha hablado en distintas ocasiones por un teléfono móvil desde que se encuentra encerrado, han concretado testigos presenciales.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios