El consuelo de los Goya

Huérfano de espectadores y de Fernando Fernán-Gómez, el cine español pasea esta noche por la alfombra roja sus lujos y miserias. Después de 22 años, el invento de los Goya cumple la función promocional para los que fueron creados. 'Glamour' de andar por casa y un último empujón en taquilla a la cosecha de un año catastrófico que se despidió con nueva ley del sector. A buen seguro, el presentador José Corbacho hará chistes a cuenta del exiguo 13,3% de espectadores que el año pasado eligieron una película española a la hora de entrar en un cine.

Y menos mal que casi cuatro millones y medio se estremecieron con 'El orfanato', llamada a ser la triunfadora de la noche con 14 nominaciones. Claro que a los académicos quizá les haya condicionado la frustrada aventura en los Oscar del filme de Juan Antonio Bayona y se decanten por su inmediata competidora, 'Las 13 rosas', que le empata en candidaturas. Tuvieron tiempo de votar hasta el pasado lunes, así que ya conocían que 'El orfanato' no había pasado la criba de Hollywood. Parecía que se iba a comer Estados Unidos. Y no ha sido así.

La tensión se mantendrá hasta el último Goya de la noche, el de mejor película. Tal como ocurrió el año pasado, los internautas llevarán ventaja: TVE emite la ceremonia con un retardo de media hora, así que en la Red se sabrán los premios en tiempo real. Corbacho demostró ser un eficaz anfitrión con su sarcástica capacidad de improvisación. Un Billy Crystal de Hospitalet. Esta vez ha prometido parodias, travestismo, «la visita internacional de alguien muy español» (Javier Bardem) y una duración sensata: la gala comenzará a las diez de la noche -hora televisiva- y finalizará dos horas y media después, pausas publicitarias incluidas. (La parrilla de TVE la da por concluida a la una de la madrugada).

Desde 'Tesis' en 2001, ningún filme de género y dirigido por un debutante partía con tantas nominaciones. 'El orfanato' ha sido la película-acontecimiento de 2007, la cinta más vista por delante de la franquicia de 'Piratas del Caribe', sólo superada en la historia del cine español por 'Los otros'. Su impecable factura y vocación internacional la sitúan a años luz de la mustia, apolillada 'Las 13 rosas', recreación en clave progre de un abyecto episodio de la Guerra Civil. Bayona no figura como mejor director (lo hace como novel), galardón que Martínez-Lázaro ya acaricia.

La noche de Landa

'Siete mesas de billar francés', la crónica de barrio dirigida por Gracia Querejeta como si fuera una teleserie, puede proporcionarle a Maribel Verdú su gran noche. La han nominado en cinco ocasiones, y siempre se ha ido de vacío. Belén Rueda ya se llevó el Goya como actriz revelación en 2004 por 'Mar adentro', así que a Verdú sólo le puede aguar la fiesta su 'partenaire' en 'Siete mesas ', Blanca Portillo, que ya le arrebató la Concha de Plata en San Sebastián.

Más sencilla aparece la quiniela en el apartado actoral masculino. Alfredo Landa, Premio de Honor este año coincidiendo con su retirada, también compite con 'Luz de domingo'. «Estoy convencido de que me voy a llevar los dos Goyas», presumía este semana el actor, que se reafirmaba en la inquina contra José Luis Garci: «Antes monja que aceptar un papel en la película que rueda sobre el Dos de Mayo». Cuando salga al escenario quizás explique los motivos de su desencuentro con su director fetiche: la desidia de éste a la hora de promocionar 'Luz de domingo', apenas vista por 100.000 espectadores.

En 2007 no estrenaron Amenábar, Almodóvar, Segura ni De la Iglesia. Y el nuevo equipo de la Academia del Cine Español comandado por Ángeles González-Sinde y Enrique Urbizu tomó la polémica decisión de eliminar el Goya a la mejor película europea (no así el de película hispanoamericana). También quiso sacar de la gala a los cortometrajistas, pero al final dio marcha atrás. La presidenta de la Academia ha prometido que esta noche «no habrá reivindicaciones». Celebraremos «una de las cinematografías más potentes del mundo».

La previsible victoria de 'El orfanato' no bastará para aliviar una pésima temporada en términos económicos, que por contra ha visto el debú de prometedores directores: ahí están 'La soledad', nominada como mejor película, y las siete candidaturas de 'Bajo las estrellas'.