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Heath Ledger, en una escena de la película 'Brokeback Mountain'. /ARCHIVO
Víctimas de Hollywood
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Víctimas de Hollywood

La muerte de Heath Ledger a los 28 años por sobredosis se suma al trágico final de Brad Renfro y al suicidio frustrado de Owen Wilson

O. L. BELATEGUI

Jueves, 24 de enero 2008, 09:07

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El fantasma de River Phoenix resucita estos días en Hollywood. El actor, fallecido en 1993 a los 23 años, permanecía como icono del astro que -el tópico obliga- vive deprisa y deja un bonito cadáver tras intentar asumir la celebridad con ayuda de las drogas. La figura de Phoenix agonizante a las puertas del Viper's Room, el club de Johnny Depp en Los Ángeles, simbolizó la pérdida de la inocencia de una generación que vio morir en los 90 a otro talento atormentado: Kurt Cobain. Sobre todos ellos sobrevuela el rebelde con causa por excelencia de los pósters, James Dean.

La muerte en extrañas circunstancia el pasado martes de Heath Ledger a los 28 años se suma al anunciado final de otro actor con demonios interiores, Brad Renfro, que apareció muerto el 15 de enero en su apartamento de Los Ángeles. Tenía 25 años. Por si fuera poco, Owen Wilson intentó suicidarse el pasado verano. Todos ricos, famosos y atractivos. Productos de ese 'Hollywood Babilonia' que Kenneth Anger diseccionó sin piedad y que cíclicamente se cobra sus víctimas.

Ledger, el actor australiano que saltó a la fama como el rudo pero sensible vaquero gay de 'Brokeback Mountain', ha fallecido a los 28 años en un apartamento de Manhattan que le había prestado Mary-Kate Olsen, una de las gemelas de la serie de finales de los 80 'Padres forzosos'. Una empleada de hogar encontró el cuerpo junto a un frasco de somníferos. Intentaron reanimarlo, pero no lo consiguieron.

A la espera de la autopsia, las autoridades aventuran sobredosis. Su familia prefiere hablar de «muerte trágica y en último término accidental». Hasta el primer ministro de Australia ha lamentado «la muerte de uno de nuestros mejores actores, en la flor de la vida». Ledger jugaba en primera división de Hollywood desde que 'Brokeback Mountain' borró su imagen de galán para consumo adolescente, labrada en títulos como 'Diez razones para odiarte' y 'Destino de caballero'.

Su papel de 'cowboy' enamorado, para el que bordó el acento de paleto de Wyoming, le reportó un Globo de Oro y una nominación al Oscar. El mejor premio de aquel rodaje fue conocer a la actriz Michelle Williams, madre de su hija de dos años, Matilda. Vivían en Brooklyn hasta el verano pasado, cuando trascendió su separación. Ledger se trasladó a Manhattan y se dejó ver en clubes de moda junto a la modelo australiana Gemma Ward. En su larga lista de romances figuran bellezas como Liza Zane, Heather Graham y Naomi Watts.

Falta de higiene

Cruel paradoja del destino, hace unas semanas trascendía la primera imagen del actor caracterizado como el Joker en 'The Dark Night', la próxima entrega de 'Batman', destinada a romper taquillas este verano. Ledger había enfatizado el lado macabro y enfermizo del personaje basándose en 'La broma asesina', uno de sus cómics favoritos. Quizá se metió demasiado en el papel. Según los diarios neoyorquinos, el actor solía viajar en el metro con su hija llevando ropa desaliñada y haciendo gala de una falta de higiene personal. Algún viajero hasta se cambió de vagón. En una entrevista concedida a 'The New York Times' reconocía su talante depresivo: «Siento como si estuviera perdiendo el tiempo y repitiéndome a mí mismo. Me siento igual en todo lo que hago».

La sorpresa de su trágica muerte es mayor al advertir que Heath Ledger nunca había aparecido en la crónica salvaje de Hollywood, más allá de algún encontronazo con los 'paparazzis'. Todo lo contrario de Brad Renfro, que acumulaba un sinfín de cargos por posesión de drogas, robos y conducir borracho antes de morir de sobredosis. El ex niño prodigio, protagonista de 'El cliente' y 'Verano de corrupción', estaba en tratamiento de desintoxicación con metadona.

También resultó inesperado el intento de suicidio de Owen Wilson, al que el abandono de la actriz Kate Hudson le llevó a atiborrarse de pastillas y a cortarse las venas hace cinco meses. El protagonista de 'Starsky y Hutch' y 'Viaje a Darjeeling', de 38 años, se recupera junto a la cantante Jessica Simpson.

En Hollywood, el espectáculo debe continuar.

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