Sara Carbonero y su sencillez en su visita a la 'ofi'

Hace unas semanas, felicitó el cumpleaños en Instagram a su hermana pequeña, Irene, agradeciéndole haber estado «al pie del cañón aun cuando la espalda se resentía de las noches de sofá en el hospital». Y en mayo publicó una imagen en la que mostraba su pelo corto un año después de ser operada y tras recibir quimioterapia.

Queda para el recuerdo el beso que le soltó Iker Casillas durante el Mundial de Sudáfrica. Un gesto que sonrojó a la periodista, pero que emocionó a todo el mundo. Cosas del directo..., como aquel inolvidable 'Gracias Sara' y el cachondeo que se formó en Twitter a cuenta de sus intervenciones a pie de campo. Dejó la tele para seguir a su marido a Oporto, donde la pareja encontró la paz y el cariño que parecían estar pidiendo a gritos.

Allí, en un casoplón con vistas al Atlántico, han crecido sus dos hijos, Martín, de seis años, y Lucas, de cuatro. Tras tomarse una excedencia, la toledana regresó a 'Deportes Cuatro' en febrero de 2019, con una sección de entrevistas que duró hasta mayo de ese mismo año, cuando la vida se encargó de desbaratar sus planes. Hoy sigue al frente de la firma de moda Slow Love, que creó con su compañera e íntima amiga Isabel Jiménez. Y, además, es imagen publicitaria de varias marcas.

Convertida en una auténtica prescriptora de moda, posa con cualquier trapito en Instagram, donde tiene 2,8 millones de seguidores, y a las pocas horas la prenda se agota. Para hacer esta semana una «visita a la ofi» de su marca de ropa, eligió un vestido holgado y largo en color beige con escote de pico, tirantes finos ajustables y lazada en la espalda de su propia firma, que está a la venta en la tienda 'online' por 69,99 euros y que, como era de esperar, enseguida voló en casi todas las tallas. Completó el look con unos colgantes dorados minimalistas, un capazo y unas cuñas de plataforma de la marca española de calzado Popa.

No es el primer diseño de Slow Love que Sara luce este verano. Antes optó por un vestido largo estampado de estilo 'boho' con volantes en el bajo y cuerpo de nido de abeja, que está rebajado (39,99 euros) y tampoco tardará en agotarse.

A sus 36 años, la periodista dice haber encontrado por fin el equilibrio y la serenidad. Sigue una filosofía de vida 'slow' (sin prisas) y, como proclama en Instagram, «no podría vivir sin música». Y, posiblemente, tampoco sin sus amigas, con las que ha pasado unos días de descanso en el Algarve, donde ha demostrado que hasta en la piscina es un icono de estilo con su bikini blanco de Calzedonia con rayas azules.

La presentadora, que perdió hace unos días a su abuelo paterno, también disfruta del verano en su pueblo, Corral de Almaguer, y en el de Iker, Navalacruz, antes de desvelar si sus planes pasan por volver a Madrid, a la casa que poseen en la exclusiva urbanización La Finca. Pero todo a su tiempo, que todavía tienen por delante «un verano muy verano».