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Pippa se refresca con James Matthews.
¡Pippa la novia!

¡Pippa la novia!

La hermana de Kate Middletonanuncia que se casa el año que viene, y no precisamente con un pobre

ARANTZA FURUNDARENA

Miércoles, 20 de julio 2016, 10:09

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Cómo estará la cosa en el Reino Unido que para evitar que se siga hablando del Brexit han tenido que anunciar la boda 'semirreal' de Pippa Middleton. Será en 2017, un año muy pesimista en cuanto a las previsiones de crecimiento para la economía británica. Pero, tranquilos, que aquí viene la hermana de la futura reina de Inglaterra dispuesta a aplicar su propio plan de rescate con un 'bodón' que saneará los ingresos de su maltrecho país gracias al aumento del turismo y la venta de merchandising: Pippa en camisetas, dedales, abanicos, tazas de té... Pippa en el papel higiénico y hasta en las pipas. O como diría Millán Salcedo: ¡Pippa la novia!

No se casa con cualquiera la cuñadísima de Guillermo de Inglaterra, sino con otro alumno de Eton, el exclusivo colegio por el que pasaron Aldous Huxley, George Orwell y el doctor House. El novio se llama James Matthews, tiene 40 años y su rasgo más destacado es ser multimillonario. Al menos eso se desprende de los titulares que ayer difundían el enlace: 'Pippa Middleton se casa con un multimillonario'. Como si fuera noticia... Lo verdaderamente llamativo hubiera sido que Pippa Middleton se casara con un perceptor del 'Welfare Check' (especie de RGI a la inglesa). O que le hubiera tocado el Euromillón sin necesidad de casarse.

Según se ha confirmado en el comunicado oficial, la pareja se comprometió el domingo pasado, después de que Matthews le pidiera matrimonio a Pippa en la zona de los lagos (noroeste de Inglaterra), ella contestara 'yes' (o quizá 'why not?') y luego él procediera a pedir la mano de la novia a su padre. Que en pleno siglo XXI se siga pidiendo la mano de una mujer (cuando a buen seguro se ha tenido acceso a otras partes de su cuerpo más estratégicas sin contar con el permiso paterno) no deja de ser curioso, pero Matthews para la cosa formal parece fan de Downton Abbey.

La mamá astuta

A sus 32 años (33 en septiembre), y después de probar con un jugador de cricket y un corredor de Bolsa, Pippa ha decidido quedarse con este financiero cuarentón con el que ha mantenido un noviazgo intermitente. Salieron unos meses hace tiempo, lo dejaron y volvieron a reencontrarse. Desde entonces, llevaban un año de relación y se les veía bien. No con una pasión tan tórrida como para evitar las horas centrales del día, pero razonablemente enamorados. Ahora los tabloides británicos sacan la artillería apuntando de nuevo a la madre de Pippa como astuta 'wedding planner' de sus hijas. En su país, los antimonárquicos (y algunos monárquicos también) a las Middleton las denominan las glicinias porque, igual que esas bellas plantas, son decorativas, fragantes y expertas trepadoras. Del padre no dicen nada. Como si la ambición para trepar socialmente fuera una cualidad exclusivamente femenina. A Carole Middleton también se la considera culpable (a falta de reivindicación del Daesh) de la peor pelea registrada hasta la fecha entre las dos hermanas. Por lo visto la menor desesperó a la mayor de tanto exigirle que le consiguiera un príncipe azul.

Pippa se dio a conocer en la boda real de su hermana. Su peculiar manera de ejercer de dama de honor trajo (nunca mejor dicho) cola. Desde entonces pasó a ser una celebrity instalada en un mundo tan virtual como el de Pokémon. «Ha sido difícil -suele lamentar- salir de una vida normal y anónima». Pero por si acaso nunca ha dado muestras de querer regresar a ella. Su parecido con su hermana Kate (apenas dos años mayor) es notable, aunque sin llegar al grado de plagio de Melania Trump con el discurso de Michelle Obama (más que plagio, doblaje). La boda de Pippa se adivina apoteósica, digna de un miembro de la realeza británica. Ya hay tortas entre sus amigas por ver quién de ellas le lleva la cola.

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