«Hacíamos el amor a todas horas»

Hubo un tiempo en el que Tom Cruise, antes de convertirse en un talibán de la cienciología y darse al bisturí que te vi, fue un adolescente cuya única religión era la de amar y disfrutar de los placeres terrenales. Lo desvela ahora su primera novia, Diane Cox, en el Daily Mail, a la que conoció cuando tenían 18 años. Por si las dudas, apoya su testimonio, que llega en plena crisis de los 50 del actor, en varias fotografías. Tom, super cachas, sonríe muy cariñoso junto a Diane, tomándose una copichuela en vaso de plástico, luciendo tipín sin camiseta. Eran otros tiempos.

«Nos conocimos en el baile de graduación. Nos deshicimos de nuestras respectivas parejas y estuvimos besándonos toda la noche», confiesa Cox. Desde ese mismo día, comenzaron una ardiente relación. «Yo me enamoré de un adolescente vulnerable, cariñoso y que soñaba con Hollywood». Pero la realidad no era tan idílica. El protagonista de Misión imposible era un joven muy «intenso» y de naturaleza «controladora». «Era muy celoso. Una vez le di las gracias por un ramo de flores que me había enviado y se puso como loco porque no había sido él, sino otro chico».

El amor de su vida

Diane Cox, ahora felizmente casada y con tres hijos, no ha dudado tampoco en desvelar detalles íntimos de su relación. «Tom siempre estaba excitado. Hacíamos el amor a todas horas: en el coche de mi padre, en el garaje de su casa... Era adicto al sexto. Me recordaba a Austin Powers», bromea.

La relación duró apenas dos años. Hasta que Diane le fue infiel con otro chico y un amigo del actor se lo contó. «Nuestras vidas iban por caminos diferentes, pero lo cierto es que cuando empecé a perderlo es cuando me di cuenta de lo importante que era para mí. Le rompí el corazón», se arrepiente. «Ahora me doy cuenta de lo vulnerable que era, siempre necesitaba la aprobación de los demás y que le dijeran que era un actor brillante. Yo le dije que quería conocer a otras personas porque me sobreprotegía y no estaba acostumbrada a ello», confiesa.

La historia no acaba ahí. Según Cox, ni Nicole Kidman, con la que estuvo casado once años, ni Katie Holmes le hicieron sentir lo que ella: «La última vez que lo vi me confesó que era el amor de su vida». Ella se queda con su retaguardia: «No era alto, pero tenía un gran trasero y era encantador».