Las obsesiones ocultas de Michael Jackson

Dos antiguos miembros de su equipo publican un libro en el que revelan las excentricidades más secretas del mito del pop

IDEAL GENTE

Viernes, 26 de junio 2015, 10:02

Seis años después de que falleciera el "Rey del Pop", Bill Whitfield y Javon Beard, ambos miembros de su equipo de seguridad durante los últimos ... años de vida del cantante, publican "Remember the time: Protection of Michael Jackson", un libro en el que narran los sucesos más esperpénticos que vivió la estrella del pop y de los que pudieron ser testigos.

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Según sus palabras, Michael Jackson era un persona amable y generosa y un padre cariñoso, que nada tenía que ver con la figura caricaturesca que dibujaban los periódicos, pero que tenía amantes secretas de las que ni ellos mismos pudieron nunca conocer sus nombres."Amiga" y "Flor", eran dos de ellas, que vivían en el extranjero y que a menudo viajaban hasta su residencia en Virginia para visitarle.

Tenía una permanente obsesión por ser espiado y obligaba a registrar todas las habitaciones en las que se hospedaba por temor a que le grabasen en vídeo. Esa misma obsesión por su privacidad hacía que todo el mundo tuviera que pedirle cita, por lo que llegaba a no recibir ni tan siquiera a sus hermanos si estos se presentaban sin avisar, con excepción de su madre. A sus hijos, a los que obligaba a llevar máscaras de carnaval en público, les ponía motes para que no usasen sus nombres verdaderos cada vez que salían de casa

Probablemente la "excentricidad" de Michael que más puede llamar la atención, al contrario de lo que pudiera parecer, era que poseía una gigantesca obsesión por la lectura. El genio de Indiana era un ávido devorador de libros que gastaba miles de dólares en esta afición, llegando en una ocasión a comprar una tienda de libros de segunda mano completa, tras visitarla en Las Vegas.

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